Casi como ponerse el mismo vestidito negro o traje gris para cada actividad de la agenda, resultaría incómodo llevar el mismo perfume a la oficina y a un club; usarlo para refrescarse después del gimnasio o para una gala. Si bien respeto -pero, sobre todo, admiro- a quienes logran acotarse a un solo perfume que los identifica, los diversos estados anímicos y ocasiones exigen distintas fragancias que se adecuen.
Sostengo con firmeza la convicción de que el aroma que uno emana debe ser una extensión de la persona; “conócete a ti mismo” es una buena regla general. Esto aplica tanto a un perfume distintivo como a cada item dentro de una colección de tamaño respetable. Los perfumes que uno elija dependerán obviamente de las notas que le gusten, y las notas que le gustan se verán influidas por la experiencia personal, los recuerdos y las emociones que despiertan.
¡A no dejarse tentar por lo que usa la mejor amiga o por los avisos glamorosos! Por fascinante que un perfume sea, si no se siente como parte de uno, si no es representativo de la propia personalidad, mejor dejarlo de lado.
Mi colección básica se sentiría algo incompleta sin los siguientes items (y sus equivalentes sartoriales):
Un perfume para refrescar (un sombrero de paja) Las eaux de cologne clásicas, una profusión de notas hesperidadas o un fresco incienso usualmente cumplen con los requisitos. Esta es mi elección en días de mucho calor, cuando hago ejercicio, si paso el día al aire libre pero también si estuve usando perfumes más pesados durante muchos días seguidos. Lo veo como un vaso de limonada fría o un sorbete cítrico que limpia el paladar entre un plato y otro.
Un perfume para el ocio (un sweater de cachemira doble) Un perfume cálido y acogedor para los momentos de relax, disfrutado mayormente en casa. En estos casos aprecio una evolución lineal -no quiero algo tan complejo que sobreestimule mi mente- y notas reconfortantes que pueden evocar recuerdos de infancia. Muchos serán satisfechos con un gourmand; mis opciones son una vainilla amaderada “seria”, un solifloral de heliotropo o simplemente aceite esencial de palo santo (que es en realidad una oleorresina). También me reconfortan los cueros con reminiscencias caballunas.
Un perfume para la oficina (un traje gris, la cota de malla de nuestro tiempo) Una fragancia sin nada de sentimentalismos que permite mantener el foco en las partes importantes de la conversación. Un despiadado chipre verde de belleza distante no defrauda jamás…y funciona también a las mil maravillas cuando es necesario romperle el corazón a alguien.
Un perfume para noches formales (un vestido largo) Esta es la ocasión para un glamour y una opulencia descarados. Trato de elegir algo que no tenga sillage importante ni sea muy invasivo; asfixiar a los que están alrededor no es en absoluto elegante. En mi caso, suele tratarse de una fragancia compuesta alrededor de la rosa, una de mis notas preferidas.
Un perfume para divertirse con amigos (una minifalda) Fiestas o salidas con amigos requieren de algo casual, pero chispeante, coqueto, efervescente. Dejemos de lado la formalidad: un perfume desenfadado con notas frutales empleadas juiciosamente es siempre bienvenido. A mí me gusta una mezcla de lavanda, grosella y caramelo.
Un perfume para aniversarios y citas (lencería de seda) Algo cálido y romántico, sentimental y complejo. Como mencioné antes, deliro por las rosas: en estos casos, mis rosas se aderezan con especias, almizcle, cistus y sándalo. ¡A no subestimar las propiedades afrodisíacas de la tuberosa, el ylang ylang, el patchouli y el almizcle!
Caro
En nuestros viejos artículos Derribando mitos I, Derribando mitos II y Derribando mitos III encontrarán consejos que pueden simplificar la tarea de elegir un perfume.
A fragrance wardrobe
Much like donning the same little black dress or grey suit to every activity on the schedule, it would feel uncomfortable to wear the same fragrance to the office and to a club; to “freshen up” after the gym or to a gala. While I respect -and, above all, admire- those who can restrict themselves to a signature perfume, different moods and occasions demand different fragrances that suit them.
I firmly hold the belief that the scent one wears must be an extension of the person wearing it; “know thyself” is always the rule of thumb. This may apply to either a signature fragrance or to every item within a respectably sized collection. The fragrances one chooses will obviously depend on the notes one loves, and the notes one loves will be influenced by his/her personal experience and memories and the emotions they ellicit.
Don’t be tempted by what your best friend wears or by glamorous ads! As beautiful as a perfume may be, if it doesn’t just feel like yourself, if it doesn’t represent who you are, it might better to leave it aside.
My basic collection would feel incomplete without any of the following ítems (and their sartorial equivalents):
A fragrance for refreshment (a straw hat) Classic eaux de cologne, a profusion of hesperidic notes or cool frankincense usually fit the bill here. This would be my choice in extremely hot weather, when I work out, if I’m spending the day in the outdoors but also when I’ve been wearing heavier scents too many days in a row. I think of it as a glass of cold lemonade or a citrus sorbet that cleanses the palate between courses.
A fragrance for leisure (a double cashmere sweater) A warm cozy fragrance for relaxing, mostly enjoyed at home. In these cases I appreciate a linear evolution -I don’t want something so complex that keeps my mind overstimulated- and comforting notes which might bring back childhood memories. For many people gourmands will do; my go-to options are a “serious” woody vanilla, an heliotrope soliflore or simply palo santo essential oil (which is actually an oleorresin). I also feel comforted by horsey leathers.
A fragrance for business (a grey suit, the chain-mail armour of our days) A completely unsentimental fragrance which allows to keep the focus on the important bits of the conversation. A merciless green chypre of aloof beauty never disappoints..and also works wonders if you plan on breaking someone’s heart.
A fragrance for formal evenings out (a floor-length gown) This is the occasion for unabashed glamour and opulence. I prefer something without big sillage and not too invasive; choking everyone around is not elegant at all. In my case, it is usually a fragrance composed around rose, one of my favorite notes.
A fragrance for fun activities with friends (a short skirt) Parties or meetings with friends call for something casual but still sparkly, flirty, ebullient. Put formality aside: a lighthearted fragrance with judiciously used fruity notes is always welcome. I like a lavender–cassis–caramel blend.
A fragrance for anniversaries and dates (silk lingerie) Something warm and romantic, complex and sentimental. Like I mentioned before, I am a rose lover: in these events, my roses are festooned with spices, musk, labdanum and sandalwood. Don’t underestimate the aphrodisiac properties of tuberose, ylang ylang, patchouli and musk!
Caro
In our old articles Busting myths I, Busting myths II and Busting myths III you will find tips that might make choosing your fragrances an easier task.
Me quedo con las ganas de saber tus preferencias en perfumes tipo sombrero de paja y tipo lenceria de seda.
Mi guardaropa de perfumes lo uso según mi estadode animo, no según la ocasion. Vamos, que puedo salirde noche con uno fresco e ir al campo con chanel n5. O según la estación del año, por ejemplo ahora en primavera llevo a todas horas distintos perfumes florales. Mis preferidos son fleurs doranger y sa majetad la rose de lutens, alguno de A. goutal (passion, eau de charlotte), y dilmun de lorenzo villoresi
Saludos,
Pilar
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Hola, Pilar!
Gracias por pasar.
Qué delicia es Sa Majesté la Rose! Dilmun me encanta y es uno de mis azahares preferidos; creo que está injustamente subvalorado.
La verdad es que la categoría de perfumes para refrescar (sombrero de paja) es la que más me cuesta, ya que naturalmente no me llevo bien con las fragancias frescas. Usualmente, Magnolia Romana y Violetta di Parma me salvan en estas ocasiones.
Con respecto a las salidas al campo, además de la ocasión, trato de no usar olores demasiado dulces, florales o frutales, para no atraer a los insectos.
En la última categoría, hace años que las rosas especiadas son mis caballitos (Lyric, Cinabre, Rozy, el discontinuado Poussière de Rose… y creo que Alamut, de Villoresi, se adecuaría a las mil maravillas).
Saludos,
Caro
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