El empleo de un alto porcentaje de naturales y la ubicuidad del incienso son dos rasgos salientes en la obra de Maria Candida Gentile, una suerte de poetisa que escribe con aromas en lugar de palabras.
Su Burlesque -presentado en 2012– alude al consabido género de entretenimiento consistente en manejar de manera juguetona la fascinación de la audiencia. Hacía tiempo que estaba intrigada por este perfume, especialmente después de que Virginia lo llamara “la hermana promiscua de Jardins d’Armide ” y que nuestra colega Carrie Meredith me lo describiera como “una cruza entre Mae West y Lili St. Cyr”. Después de muchos, muchos meses finalmente logré conseguir un frasco: Burlesque, mi querido, somos el uno para el otro.
Ambarado y dulzón, Burlesque en seguida me trajo a la mente algunos de los viejos Guerlains, en no poca medida debido a su refinamiento estético y exquisitez de materias primas. Shalimar resuena con insistencia en la salida hesperidada (que aúna naranja sanguina y dos variedades de mandarina) pero es una fuerte dosis de iris -cremoso, denso, casi masticable, con su faceta de lápiz labial sublimada- lo que le hace tomar una dirección menos predecible. Una dulce nota de incienso baila una y otra vez alrededor del iris antes de desvanecerse sobre un colchón de patchouli indonesio.
Burlesque es atalcado, espeso e increíblemente satisfactorio para quienes gustan de los clásicos vintage. Su cadencia se percibe de forma distinta cada vez, revelando más o menos a su antojo; siempre logra conservar la intriga agregando un elemento de sorpresa. El sillage es amplio y la longevidad, buena.
Caro
Nota bene: Si bien es una fragancia con identidad propia, el aire de familia que comparte con Cinabre y otras creaciones de la Sra. Gentile es notable.
Origen de la muestra: Frasco comprado en Le Secret du Marais, Madrid
Maria Candida Gentile Burlesque – From the stage to the boudoir
The use of a high percentage of naturals and the ubiquity of frankincense are two outstanding traits in the oeuvre of Maria Candida Gentile , a sort of poetess who writes with scents instead of words.
Her Burlesque -introduced in 2012- alludes to the well-known entertainment genre which consists in managing the fascination of an audience in playful manner. I had long been intrigued about this perfume; especially after Virginia called “Jardins d’Armide promiscuous sister” and fellow blogger Carrie Meredith described it to me as “Mae West meets Lili St. Cyr”. After many, many months I finally managed to get a bottle: Burlesque, my dear, we are meant for each other.
Ambery and sweetish, Burlesque instantly brought to my mind a few of the old Guerlains, in no small part due to its aesthetical refinement and exquisiteness of raw materials. Shalimar resonates insistently in the hesperidic opening (which conjoins blood orange and two types of tangerine) but it is a strong dose of iris -creamy, dense, almost chewy, its lipstick-y facet sublimated- what makes it take a less predictable direction. A sweet note of frankincense dances once and again around the iris before fainting on a bed of Indonesian patchouli.
Burlesque is powdery, thick and incredibly satisfying for those who love vintage classics. Its cadence seems different every time, revealing more or less at will; it always manages to keep the intrigue by adding an element of surprise. Sillage is ample and longevity, very good.
Caro
Nota bene: Although it is a fragrance with its own defined identity, the family resemblance it shares with Cinabre and other creations of Ms. Gentile is remarkable.
Origin of sample: Bottle purchased at Le Secret du Marais, Madrid
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