Pocos perfumes existen tan universales como Mûre et Musc. Y con“universales” no me refiero a la categoría “ni” (esa que, buscando caerle bien a todo el mundo, terminan siendo algo sin carácter), sino a aquella virtud de conquistar a muchos desde lo interesante de su simpleza. Como su nombre lo indica, todo gira en torno del contraste ente las moras y el almizcle.
Fue creado como eau de toilette por Jean-Francois Laporte, en 1978 y con el público femenino en mira. Es clásico, pero no por eso deja de ser adorable y esa es justamente una de sus virtudes. Abre con notas que describiríamos como “masculinas”. Un poco de cítrico amargo –bergamota-, algo herbáceo de la albahaca y un dejo alcanforado de la lavanda.
La primera fase del contraste comienza con las notas medias: lo frutal maduro de la mora. No sabe a mermelada ni a frutos rojos, sino que huele más parecido a una ciruela. La segunda fase de contraste está provocada por el almizcle y las maderas (¿sándalo?). Al tomar la temperatura de la piel, se torna cremoso y tierno como si oliéramos la piel de bebé.
Quien alguna vez haya probado la colonia Bouquet Imperial de Roger & Gallet (1991), seguramente coincidirá conmigo en que son primas hermanas. Sin embargo, Mûre et Musc es más volátil y menos punzante que su “pariente”.
¿Qué hace que esta fragancia de L’Artisan sea considerada universal? Más allá de pasar tranquilamente por unisex, combina magistralmente los ingredientes de la mayoría de las familias olfativas. Puede usarlo desde un/a pre-adolescente hasta la más anciana de las personas. Y por si fuera poco, es confortable, como la sombra en verano y como una frazada en invierno.
En conclusión, declaro que es necesario tenerlo… o al menos no morir sin haberlo probado.
Virginia
Origen de la muestra: obsequio de un familiar.
Nota: la versión original de esta reseña fue publicada en el blog Notas & Acordes el 29/02/12.
Pingback: Carta a Papá Noel | Té de Violetas
Pingback: DSH Perfumes Metropolis – Urbanidad clásica | Té de Violetas