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Molinard Habanita – Femineidad con actitud masculina

foto: Gildedgypsiesvintage.blogspot.com

foto: Gildedgypsiesvintage.blogspot.com

Una de las casas perfumísticas más tradicionales nacidas en Grasse es Molinard. Fue fundada en 1849 y en 1920 se instalo también en París. Un año después lanzó Habanita, el eau de toilette más importante de su historia. El frasco -de color negro y con ninfas en relieve- se llamo Beauty y fue creado por René Lalique.

En 1988, de “la nariz” de perfumistas de la Escuela de Roure, relanzaron Habanita. Y no es casualidad que haya sucedido en esa epoca. Creo que esta fragancia de la familia oriental representa algo muy puntual que sucedió durante aquellas dos décadas en las que salió a la palestra. Más adelante veremos qué.

Percibido au débouché (desde el frasco) es cálido, licoroso y dulce gracias a las notas de melocotón. Pero aplicado sobre la piel, Habanita “muestra las garras”. La combinación de rosa e ylang-ylang lanza destellos de olor a hule. A los minutos, puede parecerse un poco más al caucho quemado, tal vez por el cuero que ostenta como nota de base. Sin embargo, casi media hora después, puedo afirmar que sí parece un típico eau de toilette, ‘domesticado’ con apolvadas notas de vainilla. Recién aquí aparece la suavidad.

En los años 20’s -producto del horror vivido en la 1° Guerra Mundial– el recato y la sobriedad fueron dejados de lado para vivir la vida a fondo. La mujer, que hasta el momento había estado relegada a la casa (preferentemente secundando como esposa de un señor acaudalado), ahora se mostraba en un rol social y sexual activo. No sólo coqueteaba, usaba el cabello a la garçon y mostraba las piernas; sino que también jugaba deportes al aire libre, comenzaba a votar y a ir a las universidades. Años en que fulguraban figuras como Virginia Woolf, Colette y Gertrude Stein.

En los 80’s se completa este proceso de avance femenino a la par de los hombres, ya con las mujeres en altos cargos empresariales y políticos. Y ni hablar de la moda masculina llevada por mujeres: hombreras, blazers, pantalones, maquillaje que endurece los rasgos y tacos para ver el mundo desde arriba.

Habanita simboliza a esa mujer: atrapante, ambiciosa, embriagante y de carácter fuerte, pero siempre femenina.

Virginia

Origen de la muestra: regalo de un familiar.

Nota: esta reseña fue publicada en el blog Notas & Acordes el 21/09/11.

foto: Fragrantica.com

Molinard Habanita – Femininity with a masculine attitude

One of the more traditional perfume houses from Grasse is Molinard: founded in 1849, it was set in Paris in 1920. Habanita, the most important fragrance in this brand’s history, was launched one year later. Its bottle -black in color and with embossed nymphs- was called Beauty and had been created by René Lalique.

In 1988, “from the nose” of School Roure perfumers, Molinard relaunched Habanita. And it is not a coincidence that it happened at that exact time. I think this oriental fragrance is representative of something very specific that befell during those two decades in which it jumped onto the arena. We will later see why.

Perceived au debouché (from the bottle) this eau de toilette is warm, liquorous and sweet thanks to its notes of peach. But once applied to the skin, Habanita“shows its claws”. The combination of rose and ylang -ylang flashes touches of rubber. Within minutes, it may smell more akin to burnt rubber, perhaps due to the leathery base note. However – almost half an hour later- I can say that it smells more like a typical eau de toilette; it is now ‘ tamed ‘ with powdery vanilla notes. Only softness appears here.

In the ’20s -as a result of horror lived during the 1st World War– modesty and sobriety were pushed aside and life was enjoyed to the fullest. Women, who had until then been relegated to the house (ideally as wives to wealthy gentlemen), were now showing themselves in a more active social and sexual role. Not only flirting, wearing their hair a la garçon and exposing her legs; but also playing outdoor sports, voting and going to university. Figures such as Virginia WoolfColette and Gertrude Stein gleamed in those years.

In the 80’s this process of female leading alongside men became complete; it is no longer unusual to see women in senior business and political positions. Not to mention traditional menswear worn by women: shoulder pads, blazers, pants, makeup that made the traits look harder and high heels in order to see the world from above.

Habanita symbolizes that type of woman: engaging, ambitious, heady and strong willed, but always feminine.

Virginia

Origin of sample: Gift from a relative.

Note: This review was posted in Spanish on 09/21/11 on Notas & Acordes fragrance blog.

foto: Brunssen.com.mx

Von Eusersdorff Classic Patchouli – Patchouli supremo

imagen: En.wikipedia.org  artista: Jules Joseph Lefebvre    "Odalisca", 1874

imagen: En.wikipedia.org   artista: Jules Joseph Lefebvre   “Odalisca”, 1874

Tan pronto como recibimos nuestras muestras de Von Eusersdorff, cada una de nosotras –Virginia en California, Caro en Buenos Aires– buscamos primero el mismo perfume: Classic Patchouli. Aunque no somos adoratrices del patchouli, sabíamos que Classic Patchouli es la fragancia insignia de la marca y queríamos comprobar si estaba a la altura del runrún.

El patchouli (pogostemon patchouli) se popularizó en Europa a comienzos del siglo XIX ya que se usaba para perfumar los chales indios que estaban tan de moda en ese entonces. Las hojas de patchouli mantenían alejadas a las polillas y prestaban su aroma a los chales mientras éstos viajaban de India a Europa. El aceite esencial de patchouli es uno de los pocos que mejora con el paso del tiempo; su olor característico es dulce, terroso, almizclado y mohoso.

Las dos pudimos percibir los efluvios de Classic Patchouli al abrir la caja, mientras la botellita estaba aún cerrada. Este es un patchouli que invita a inhalar profundamente, una y otra vez. Su belleza es clásica y depurada y el efecto general, narcótico y adictivo.

En la salida, la bergamota parece explotar mientras prepara el camino para la nota de patchouli; por un breve instante una sutil nube alcanforada evoca la espesura de viejos bosques. Luego, una textura crocante, como hojas secas hechas de chocolate amargo, emerge de la tonka, deliciosamente cumarínica (que también brinda su hermosa cualidad atalcada), realzando la aspereza del patchouli. Durante unos minutos, la terrosidad y el bosque están por todas partes; son la antecámara de la magia cremosa del sándalo. La sensación general es tersa, avainillada, de textura casi mantecosa. La vainilla nunca sofoca y el  sándalo parece actuar como un puente, suavizando la transición de patchouli a vanilla. 

El resultado es muy voluptuoso y un poco exótico. Caro dice que sólo quiere hablar en Italiano  cuando usa Classic Patchouli ya que ningún otro idioma es lo suficientemente sensual para hacerle justicia.

Nos encanta Classic Patchouli en nosotras, pero creemos que en un hombre -¡oh,sí!- sería el equilibrio perfecto entre león rugiente y gatito que ronronea.

Caro y Virginia

Origen de la muestra: Muestra gentileza de Von Eusersdorff

Nota bene: Hemos hablado brevemente acerca de Von Eusersdorff en nuestra reseña de Classic Myrrh

foto: Duoparadigms.com

foto: Duoparadigms.com

Von Eusersdorff Classic Patchouli – Supreme patchouli

As soon as we received our Von Eusersdorff samples, each of us –Virginia in California, Caro in Buenos Aires– reached for the same fragrance first: Classic Patchouli. Although we are not patchouli worshippers, we knew Classic Patchouli was the brand’s flagship fragrance and we wanted to verify whether it would live up to the hype.

Patchouli (pogostemon patchouli) became popular in Europe at the beginning of the XIX century since it was used to scent the Indian shawls which were in vogue at the time. The patchouli leaves would keep moths at bay and lend their aroma to the shawls  while they were transported from India to Europe. Patchouli essential oil is one of the few that improves with age; its characteristic smell is sweet, earthy, musky and musty .

Both of us were able to sniff the emanations of Classic Patchouli as we opened the box, while the tiny bottle was still closed. This is a patchouli that makes one want to inhale deeply, once and again and again. Its beauty is classic and streamlined  and the overall effect, narcotic and addictive.

In the opening bergamot seems to explode as it paves the way for the patchouli note; for a brief moment, a subtle camphorous cloud evokes ancient woods and forests. Then, a crispy texture like dried leaves made of dark chocolate emerges from the deliciously coumarinic tonka (which also lends its beautiful powderiness), highlighting the roughness of patchouli. For a few minutes, earthiness and woods are everywhere; they are the antechamber of the creamy magic of sandalwood. The overall feel is sleek, vanillic, almost buttery in texture. The vanilla never overpowers and  sandalwood seems to act like a bridge, smoothing out the transition from patchouli to vanilla. 

The result is very voluptuous and just a bit exotic. Caro says she only wants to speak in Italian  when she wears Classic Patchouli as no other language would be sensual enough to do it justice.

We love Classic Patchouli on ourselves, but  we think on a man -¡oh, yes!- it would be the perfect balance between roaring lion and purring kitten.

Caro & Virginia

Origin of sample: sample courtesy of Von Eusersdorff

Nota bene: We have talked briefly about Von Eusersdorff on our Classic Myrrh review 

foto: Voneusersdorff.com

foto: Voneusersdorff.com

L’Or de Torrente – Dulzor de alta costura

foto: Frommers.com - Comedor de estilo Belle Epoque de Le Train Bleu en la Gare de Lyon, París

foto: Frommers.com – Salón del restaurant Le Train Bleu en la Gare de Lyon, París

Este es uno de esos perfumes envueltos en un halo de misterio y que dejan con ganas de más. Aparentemente sólo se vendió en Europa, luego se discontinuó y ahora la marca lo vende online. Hablo de L’Or de Torrente.

La maison de costura Torrente fue fundada en 1968 por Rose Mett (hermana de Ted Lapidus)L’Or se lanzó en el 2001 y  luego hubo otras versiones. Se rumorea que nació bajo la égida de la firma Elizabeth Arden, aunque el frasco lleva un sticker en la base con el nombre de la empresa Selective Beauty. Creado por el perfumista Jean Jacques, este parfum floral-frutado habla de la alta costura, de una mujer elegante y del lujo.

La botella es inolvidable: un óvalo de cristal coronado con hojas doradas. Evoca la sensualidad de las curvas femeninas y la delicadeza de las incrustaciones de Torrente en sus vestidos. Sin dudas, evoca perfectamente a un talismán o una joya preciosa.

Estrictamente, las notas de salida son magnolia, litchi, mandarina, baya o pimienta rosa y kiwi. Las notas de corazón son cedro, iris y raíz de angélica, todas engarzando un acorde inédito de rosa y café. Las notas de fondo son ámbar, vainilla y “maderas preciosas”.

La experiencia de aplicarlo sobre la piel erradica cualquier prejuicio (si lo hubiere) de que a primera vista parece un perfume de señora mayor. No es un perfume agresivo, pero sí tiene mucha presencia y distinción. Se da el lujo de ser único y de no remitir inmediatamente a algún otro perfume. Pero a pesar de vedarnos esa asociación, es muy reconfortante irlo recorriendo sensorialmente.

La historia comienza con una aparición casi efervescente de kiwi y pimienta rosa, muy frutada. Por momentos, evoca al aroma de una bebida destilada. Luego aparece el cedro encadenado al iris, mientras las notas de café comienzan a despuntar. Las maderas con la vainilla dan tibieza y el ámbar aporta su toque dorado. Es en estos minutos donde recién se aprecia la femineidad de la rosa.

L’Or empieza y termina en dulzor, pero con el talento de pasar fluídamente del dulzor fresco de las frutas al dulzor cálido de la vainilla. Y en el medio hay un momento en el que el café se une a la aspereza de la madera, trasladando la mente al aroma de un bar de la belle époque, donde el olor del mobiliario y los revestimientos de madera se funde con el de la taza de café humeante y espumoso que tenemos enfrente, sobre la mesa. Pero cuando las notas de café se funden con la vainilla, nos llevan de la mano a la infancia y al placer de desenvolver un caramelo duro de chocolate y llevárnoslo a la boca.

Virginia

Origen de la fragancia: obsequio de un familiar.

Nota: la versión original de esta reseña fue publicada en el blog Notas & Acordes el 31/08/11.

foto: Fragrantica.com

foto: Fragrantica.com

 

Chloé Love, Chloé – Un corazón balsámico

Jean Seberg - foto: Myfrenchlife.org

Jean Seberg – foto: Myfrenchlife.org

Con la nariz desprevenida, el primer fitzz de Love, Chloé sobre la piel huele a una rosa fresca, de sensación astringente. Pero esa salida floral es, en realidad, flor de azahar y pimienta rosa. La idea de Chloé es homenajear a las flores con este eau de parfum, siguiendo un estilo con guiños vintage.

Entonces comienza a tomar un cuerpo tibio de iris polvoroso, con matices almendrados (¿debido al heliotropo, tal vez?). La vainilla se trenza tiernamente con estos matices y da lugar a una placentera sensación balsámica. Pero todavía no ha aparecido su faceta más atalcada. Hasta que el dulce arroz entra en acción. Justamente es lo que provoca ese efecto femenino, elegante y de recuerdos de años dorados.

La casa de alta costura Chloé delegó la creación de la fragancia en dos perfumistas de Givaudan: Louise Turner y Nathalie Gracia Cetto. Ambas lograron evocar la imagen de esa mujer radiante, que va derrochando francesidad (aunque no necesariamente sea francesa), seguridad y belleza. Se nota claramente la sensibilidad femenina como background en esta creación/dedicatoria.

Hoy, 30 de agosto, se cumplen 34 años del fallecimiento de Jean Seberg. La actriz estadounidense, devenida en ícono cinematográfico de la femineidad francesa, es la encarnación misma del charm que prodiga Love, Chloé.

Virginia

Origen de la muestra: regalo desde Francia.

Nota: la versión original de esta reseña fue publicada en el blog Notas & Acordes el 17/11/11.

foto: Cuadrosenventa.com

foto: Cuadrosenventa.com

Boucheron Boucheron Pour Homme EDT – Un cítrico terroso

foto: Newt.com

foto: Newt.com

No es muy sencillo innovar en el terreno de las fragancias masculinas. En términos generales, los hombres son más conservadores que las mujeres en sus gustos y es más difícil que cambien de perfume una vez que encontraron uno que les gustó. Poco a poco eso está cambiando y Boucheron Pour Homme fue uno de los hitos de esa transformación (llamativamente, de la mano de una marca clásica como Boucheron).

En 1991 se lanzó como eau de parfum. Fue novedoso porque las fragancias masculinas por ese momento eran generalmente colonias, no era común algo con tanto cuerpo. Este aromático creado por Francis Deleamont y Jean-Pierre Bethouart tiene lo típico de las colonias masculinas (especialmente brindado mediante la lavanda) combinado con el limón y con el espíritu herbáceo de la albahaca a lo largo de toda la composición.

Su versión eau de toilette puede ser llevada perfectamente por una dama: es muy cítrica y fresca, pero a la vez amarga y balsámica. Las notas ya mencionadas arrancan impulsadas por bergamota y petitgrain, poco a poco aciduladas con verbena limonera. Por momentos, se torna animálico y con dejos de maní tostado. El ylang-ylang, el musgo de roble y el vetiver se las ingenian para oscurecer la fórmula, evocando la fragancia de un suelo de tierra negra en una mañana de invierno.

Hoy ya es un clásico, la innovación valió la pena.

Virginia

Origen de la fragancia: obsequio de un familiar.

Nota: la versión original de esta reseña fue publicada en el blog Notas & Acordes el 03/05/12.

foto: Fragrantica.com

foto: Fragrantica.com