Formando parte de la trilogía Hermès de aguas, junto con Eau de Pamplemousse Rose y la legendaria Eau d’Orange Verte, Eau de Gentiane Blanche (2009) viene a dar el toque serio al asunto. Perfectamente diseñado para una persona que quiere sentirse perfumada y fresca pero que no se identifica con un cítrico o un frutado. O tal vez, para alguien que se mueve en un ambiente muy formal.
Esta colonia de Jean Claude Ellena destila tradicionalidad. Las primeras notas son de un frescor verde sin estridencias olfativas, sino opaco, como el de un tallo grueso y jugoso recién cortado. Después se percibe una amargura seca como la del boldo. Exactamente, eso significa el protagonismo de la genciana: se trata de una planta herbácea con propiedades medicinales, muy usada en Europa.
Con muchos destellos taninos mediante, la fragancia se torna terrosa. Pero en el sentido de la arcilla mojada y fría, seguramente el olor que debe impregnar el taller de algún artesano mientras trabaja la silueta torneada de una vasija. Finalmente, la fusión del almizcle blanco y del iris dan un cierre cálido, sutilmente dulce y polvoroso. Culmina realzando el olor natural de la piel, con un estilo discreto y elegante.
Virginia
Origen de la muestra: obsequio de un familiar.
Nota: la versión original de esta reseña fue publicada en el blog Notas & Acordes el 02/11/11.
- foto: Spain.hermes.com