No sería sencillo hallar un nombre más ilustrativo para el perfume Maman Chérie. Concebido para aquellas mujeres que son o están por ser madres, este eau de toilette lleva implícita la idea de la piel rozagante del bebé abrigada por el seno materno. Fragonard invita a despertar sentimientos de ternura y protección.
Muy suave, diáfano y floralmente mullido (nada de sensaciones punzantes ni chispeantes, que últimamente abundan), abre con notas de suave bergamota, mandarina y casis (grosella negra). Una rosa de tersos pétalos carnosos conforma el bouquet-corazón de la fragancia, junto con fresias y magnolias. Una nota muguet (lirio del valle) le da cierta ligereza, como transformándola en una bruma resplandeciente.
La personalidad de Maman Chérie tiene su broche de oro en la secuencia que une las notas de cuerpo con las de base, dada por el iris, el sándalo y la vainilla. Por momentos, recuerda al Miracle de Lancôme, pero es menos afrutado y mucho más almizclado y cálido.
En pocas palabras, este perfume es tan reconfortante, femenino y delicado como un cardigan de cashemere rosado. La piel queda envuelta en un velo que se esfuma en breves minutos pero, la sensación placentera que brinda, bien vale la continua reaplicación.
Virginia
Origen de la muestra: regalo de un familiar
Nota: la versión original de esta reseña fue publicada en el blog Notas & Acordes el 15/03/12.