La rosa -probablemente la nota más ubicua en perfumería- adopta distintos aspectos y encarnaciones: puede mostrarse inocente y cubierta por el rocío, explosivamente glamorosa o góticamente oscura, dependiendo del tipo de flor empleada y de las otras notas con las que es combinada. La casa francesa Les Parfums de Rosine brinda un justo tributo a la Reina de las Flores con sus creaciones, nobles, bonitas y despojadas de pretensión.
Cuando viajo, me gusta descubrir al menos un perfume que corporice el espíritu del lugar que estoy visitando. Estaba en busca de una rosa romántica y nostálgica cuando probé la línea en la igualmente nostálgica y bella Budapest.
Aunque más tarde conocí al elegante y aldehídico La Rose de Rosine y el delicado Ecume de Rose, apto para sirenas, Poussière de Rose resultó lo que necesitaba en ese momento y cautivó mi corazón.
Poussière de Rose, una rosa amaderada, fue compuesta por el nariz François Robert en 2001. Evoca una rosa que ha pasado ligeramente su apogeo, una rosa que está comenzando a marchitarse pero ha conocido el esplendor. Esa sutil decadencia le confiere aún más encanto…como una tía madura pero aún hermosa quien, mientras tomamos té con pasteles, describe tiempos pasados y muestra viejas cartas de un amante.
La ciruela y el damasco, espesos como confituras y reminiscentes de pastelería Auntrohúngara, no hacen que la fragancia caiga en terreno gourmand sino que, en cambio, dan una agradable dulzura mientras que el té y la canela aportan calidez. La rosa conjura las flores secas que se han conservado entre esas antiguas cartas de amor, guardadas por décadas en un cofrecito de madera de cedro. Una sutil nota de incienso va y viene, apareciendo y desapareciendo como fantasmas del pasado. El ámbar, benjuí y sándalo vuelcan su resplandor dorado-no tan distinto al de la luz de las velas- sobre la escena.
Debería haberme quedado solamente un par de horas, pero las historias de Tía son tan atrapantes que no puedo irme, aunque afuera esté cayendo la noche.
Caro
Origen de la muestra: Botella comprada en Neroli, Budapest
Les Parfums de Rosine Poussière de Rose – Nostalgic chiaroscuro
Rose -probably the most ubiquitous fragrance note- adopts many guises and incarnations: it can show dew-kissed innocence, full-blown glamour or gothic darkness depending on the type of flower used and the other notes it is paired with. French house Les Parfums de Rosine pays due tribute to the Queen of Flowers with its noble, pretty and unpretentious creations.
Whenever I travel, I like to discover at least one fragrance that embodies the spirit of the place I am visiting. I was on the search for a romantic and nostalgic rose when I first tried the line in the equally nostalgic and beautiful Budapest.
Although I later met the elegant, aldehydic La Rose de Rosine and the delicate fit-for-a-mermaid Ecume de Rose, Poussière de Rose was exactly what I was looking for at the time and instantly captured my heart.
Poussière de Rose, a woody rose, was composed by nose François Robert in 2001. It evokes a rose slightly past its prime, a rose that is starting to wilt but has known splendor. That subtle decadence adds to its charm…like a mature but still beautiful aunt who, over tea with sweet treats, describes times gone by and shows old letters from a lover.
The plum and apricot, jammy and reminiscent of AustroHungarian pastries, do not make the fragrance fall into gourmand territory but add a pleasant sweetness instead, while tea and cinnamon lend warmth. The rose conjures the dried flowers that have been pressed between those old love letters, kept for decades in a cedarwood casket. A subtle incense note wafts in and out, appearing and disappearing like ghosts from the past. Amber, benzoin and sandalwood cast their golden glow -not unlike that of candlelight- over the whole scene.
I should have stayed for only two hours but Auntie’s stories are so engaging I just cannot leave, even if it’s getting dark outside.
Caro
Origin of sample: Bottle purchased at Neroli, Budapest