La maison francesa de perfumes L’Artisan Parfumeur fue una de las primeras casas de nicho. Fundada en 1976 por Jean Laporte, llega hasta hoy con una tradición intachable. La reputación que han logrado no fue a fuerza de campañas publicitarias, sino de la perfecta combinación entre clasicismo, vanguardia, calidad y exclusividad.
Allá por el año 1996, una talentosa, bella y delicada Olivia Giacobetti trajo a nuestras narices este eau de toilette. De nombre muy sugestivo, Thé Pour Un Été, incursiona en esas aguas con las que anhelamos perfumarnos los días de calor agobiante. Se trata de una fragancia mediterránea de fórmula ligera, que puede tener cierta reminiscencia al Eau Parfumée au Thé Vert de Bvlgari (1992).
Lo que atrapa es su sencillez. Al comienzo es cítrico, pero no de forma energizante sino reconfortante. Es una frescura que relaja porque se percibe maderosa. El cedro aplaca lo chispeante del limón y a la vez le da más cuerpo y permanencia. Lo verde viene después; es astringente, esa sensación seca que parece sentirse en el paladar.
Tersura de almizcle y dulzor de flor blanca coronan esta fragancia cítrica floral, que es casi un acorde veraniego. Suave frescura, dulce y etérea.
Virginia
Origen de la muestra: obsequio de un familiar.
Nota: la versión original de esta reseña fue publicada en el blog Notas & Acordes el 19/10/11.