Lo que queda hoy de Paestum (antiguamente Poseidonia, la ciudad de Poseidón) son las ruinas de sus imponentes templos dóricos y la leyenda de sus rosas. Estas rosas -celebradas por Ovidio, Marcial y Virgilio (el último, en sus Geórgicas, menciona “los dos veces florecientes canteros de rosas de Paestum”)- daban flor dos veces al año y eran renombradas por su belleza.
Paestum Rose – lanzado porEau d’Italie en 2006-parece recrear la experiencia de Paestum completa: las rosas perfumando la brisa, las piedras de los templos calentadas por el sol y las resinas siendo quemadas en honor de los dioses.
Las palabras no alcanzan para describir la belleza de la salida: me siento como bajo una lluvia de pétalos de rosa -jugosos y mullidos- cuyo aspecto frutado se ve acentuado por una nota de brote de grosella negra. La profusión de pétalos está sazonada con canela, coriandro y pimientas rosa (nuestro aguaribay) y negra. Desearía que este instante trascendental durara para siempre. La mezcla deviene en en una nube resinosa de incienso, mirra y elemi que luego evoluciona lentamente, casi con languidez, hacia una base aterciopelada por ámbar, almizcle blanco y opopanax.
¿ Y quién mejor que Duchaufour para lograr insuflar una cualidad aireada a esta mélange tan cargada de especias? La composición aparenta ser etérea. Paestum Rose es claramente una obra maestra y, por cierto, mi creación preferida de Duchaufour.
Son las contradicciones las que aumentan la belleza de este perfume: aterciopelado y áspero; jugoso pero seco; oscuro y luminoso a la vez; terrenal e inmaterial; masculino pero femenino; humano y divino.
A pesar de su intensidad inicial, Paestum Rose es la fragancia más tenaz de Eau d’Italie, pero esto no es un problema: siempre puedo reaplicarlo y oler cómo mis rosas florecen otra vez.
Caro
Origen de la muestra: muestra gentileza de Eau d’Italie
Eau d’Italie Paestum Rose – Humo sagrado
What remains today of Paestum (originally called Poseidonia, the city of Poseidon) are the ruins of its imponent Doric temples and the legend of its roses. These roses -celebrated by Ovid, Martial and Virgil (the latter mentions in his Georgics “the twice-flowering rose-beds of Paestum“)- bloomed twice a year and were famous for their beauty.
Paestum Rose – launched by Eau d’Italie in 2006– seems to recreate the whole Paestum experience: the roses scenting the breeze, the sun-heated stones of the temples and the resins being burned in honour of the gods.
Words fail me when I try to describe the beauty of its opening: I feel as if fleshy, juicy rose petals were raining upon me, their fruity aspect enhanced by a blackcurrant bud note. This rose-petal rain is seasoned with cinnamon, coriander and both black and pink pepper (our aguaribay). I wish this trascendental instant lasted forever. The fragrance morphs into a resinous cloud of incense, myrrh and elemi which afterward evolves slowly, almost languorously, into a base that is velvety with amber, white musk and opopanax.
And who else but Duchaufour could succeed at insufflating airiness into such a spice laden mélange? The composition appears to be weightless. It is certainly a masterpiece and, by far, my favorite Duchaufour.
Contradictions are what make this perfume beautiful: it feels velvety yet coarse; juicy but dry; dark and luminous at the same time; both terrenal and otherwordly; masculine yet feminine; human and divine.
Despite its initial intensity, I don’t find Paestum Rose to be the most tenacious fragrance from Eau d’Italie. That is absolutely no problem: I can always reapply it and smell my roses bloom again.
Caro
Origin of sample: sample courtesy of Eau d’Italie
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