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Tour olfativo constante – Perfumerías de París (Parte III)

Jovoy París  foto: Virginia Blanco

Jovoy París foto: Virginia Blanco

Para finalizar con esta serie dedicada a exclusivas perfumerías parisinas (pueden encontrar aquí la primera y segunda parte), hoy propongo hacer -al término de este artículo- una breve reflexión sobre la atención al cliente en marcas de lujo y de nicho. Si bien ambos conceptos no son exactamente intercambiables, tanto el uno como el otro se distinguen (o deberían distinguirse) por brindar un servicio exquisito y personalizado.

Ante todo, permítanme definirme como un tipo particular de cliente. Como la mayoría de ustedes, tomo muy en serio mis compras de perfumes en tienda. Es una ceremonia que usualmente consiste en dos etapas: 1) búsqueda de información; 2) contacto físico con la fragancia de manera independiente (o sea, prefiero tener la libertad de explorar y decidir qué quiero probar y “cualquier duda que tenga se la comunicaré. ¡Muchas gracias!”). Hay veces en que esas dos instancias son simultáneas. Así que les relataré algunos ejemplos de ello. Son cuatro experiencias de compra en diferentes boutiques de París: Jovoy, maison Guerlain, Hermès Caron.

Jovoy: su claim es “Parfums Rares”. Ubicado entre la Place Vendôme y le Jardin des Tuileries, esta emblemática perfumería ofrece varias decenas de marcas exclusivas y de distribución seleccionada (casa pequeñas, perfumistas independientes, marcas de lujo, ediciones limitadas).

Fuí gentilmente bienvenida por integrantes del staff quienes me ofrecieron su asistencia. Expresé mi deseo de explorar por mi propia cuenta y básicamente me dejaron sola a mi antojo (¡lo que yo necesito!). Dos horas después ya estaba lista para realizar la compra y quería hacer un par de preguntas. La joven vendedora me las respondió cordialmente, puso las fragancias en una bolsa junto con dos muestras al azar y me agradeció y despidió con una linda sonrisa.

Maison Guerlain: el icónico edificio del 68 Champs – Elysées tiene dos niveles repletos de fragancias mainstream, así como también de colecciones exclusivas, botellas vintage y un estudio para citar a aquellos clientes que están en busca de un perfume a medida. En el subsuelo se encuentra “Le 68”, un restaurant cuyo  menú fue diseñado por el chef Guy Martin.

El lugar estaba atestado de gente pero no fue un impedimento para ser amablemente bienvenida por Dominique (a quién noté una fugaz sorpresa en la mirada cuando le expliqué sobre mis preferencias exploratorias independientes pero se adecuó a mis necesidades en un segundo, sin problemas). Fuí libre de subir y bajar las escaleras, oliendo y comparando todos los perfumes que quise. Cuando estuve lista para decidir, volví a buscar a Dominique.

Mientras preparaba la bolsa, comenzó una breve y agradable conversación sobre cómo la estaba pasando en Francia y hasta mostró interés en mi trabajo. Luego se tomó el tiempo para explicarme muestras de qué productos me estaba dando, me asignó un número de cliente y me invitó a elegir un premio del catálogo del programa de puntos (ya que había empezado a sumar puntos con mi compra).

Hermès: visité la clásica boutique de  24 rue du Faubourg Saint-Honoré. Allí tienen de todo: fragancias, accesorios, ropa y calzado, decoración, equipamiento para equitación. Era el día previo a las rebajas ( más conocidas como las ventes exceptionnelles) y la gente estaba como loca, así que yo no esperaba recibir el mejor de los servicios. Pero estaba equivocada: como en la Maison Guerlain, me sorprendieron.

En la sección dedicada a las fragancias había sólo una persona de ventas. Ella se presentó y me ofreció su asistencia. Le conté que quería explorar aquellas fragancias de la marca que no había podido oler hasta el momento: quería rociarlas sobre blotters, tomarme mi tiempo para decidir cuáles probaría sobre la piel y luego finalmente pensar si haría una compra o no.

Al contrario de lo que yo hubiera deseado inicialmente, ella me acompañó en todo el proceso. Pero su continua presencia fue amable, sin actitud de impaciencia. Podía percibir que su postura y gestos eran genuinamente amigables. Cuando decidí qué compraría ya estaba lista para un rápido “adiós y gracias por venir” debido a la gran cantidad de gente que había. Y me volví a equivocar: ella se tomó el tiempo de envolver impecablemente con un hermoso papel todo aquello que era para regalo y me dio muestras especiales y personalizadas. Con la bolsa en la mano me acompañó a hacer la fila de cajas -tal como la casa acostumbra hacer con sus clientes-. Luego se despidió y me invitó cordialmente a regresar pronto.

Caron: la boutique de la Avenue Montaigne es su tienda principal en París, ubicada a algunas cuadras de la estación Charles de Gaulle – Étoile. Este lugar tiene un aura especial otorgada por una esquina espejada, bellas fuentes de perfumes en cristal y dorado y una gran araña pendiendo de un cielo raso color oro. Fuí recibida por una vendedora  a la que simplemente llamaremos “N”.

Como siempre, luego de un breve saludo comencé con mi experiencia exploratoria. En ese momento yo era la única cliente en aquella pequeña tienda pero luego entraron algunas personas más. Entonces fuí testigo de una pasmosa situación. “N”, en un tono alto de voz, le dijo a una joven: “¡Tené cuidado con tu cartera!”. Por un momento asumí que lo decía porque el bolso estaría por tocar algún producto exhibido, pero en realidad lo único que había cerca era ¡otra cliente!: una mujer (¿extranjera? Se veía como turista, al menos) quien simplemente estaba probando un perfume, de espaldas a la dueña de la cartera. nadie dijo una palabra, supongo porque estábamos igualmente confundidos y estupefactos.

Todos se fueron y yo ya no me sentía cómoda. Para ese momento ya había probado varias fragancias y para finalizar la exploración le pedí  a“N”probar un par más que estaban siendo exhibidas en un estante. Me contestó con una sonrisa forzada y revoleando los ojos:  “Pero si ya oliste un montón de perfumes ¡tenés la nariz fatigada!”.

OK… Confieso que me sentí muy tentada de irme en ese mismo momento, pero yo había ido a completar un tour. Así que muy educadamente le expliqué que conozco muy bien cuándo mi nariz está fatigada pues llevo algunos años oliendo perfumes e ingredientes de perfumería, tanto como redactora de belleza así como también aprendiz en perfumería. Inmediatamente hizo un giro de180° con su actitud, mostrando entusiasmo por todo (e incluyendo muestras, claro). Sin embargo, ya era muy (demasiado) tarde.

Los dejo adivinando a cuál de estos lugares no pienso volver (a pesar de que me encantan varios de sus perfumes). Y con los otros tres quise ejemplificar diferentes maneras de brindar un buen servicio al cliente en tiendas exclusivas. Ellos se adaptaron – cada cual a su manera- a mi estilo de comprar  y al menos dos de ellos hicieron esfuerzos extra por fidelizarme como cliente, aún sabiendo que resido en los EEUU.

Cuando se trata de marcas de lujo y de nicho, un cliente está pagando un  precio elevado -en comparación con los productos más masivos- para obtener algo especial a cambio: no un logo, sino calidad, diseño, exclusividad y sentirse único debido a un servicio a medida. La mejor atención del mundo debería ser un objetivo diario para esas marcas, pues tiene un sensible e inmediato impacto en su reputación.

Virginia

Jovoy París  foto: Virginia Blanco

Jovoy París foto: Virginia Blanco

Continuous olfactory tour – Perfumeries of Paris (3rd part)

By way of conclusion of this exclusive Parisian perfumeries series (you can read the 1st and 2nd parts), I intend to make a brief reflection upon luxury and niche customer service at the end of this article. Although luxury and niche are not exactly interchangeable concepts, both share (or should share) an exquisite and personalized attention.

First, let me define myself as a particular type of customer. Like most of you, I take very seriously my in store perfume purchases. The ceremony is usually divided in two stages: 1) researching; 2) independent physical experience (in other words, I prefer exploring on my own and “Should I have any question, I will let you know. Thank you!”). Sometimes those two stages take place simultaneously. So let me share some examples with you, four purchase experiences in different Parisian boutiques: Jovoy, maison Guerlain, Hermès and Caron.

Jovoy: “Parfums Rares” is the claim. Located in between la Place Vendôme and le Jardin des Tuileries, this emblematic store offers several dozens of exclusive and low distribution brands (small houses, indie perfumers, luxury brands, limited editions).

I was gently welcomed by the staff who offered their assistance. I expressed my wish to explore on my own and I was basically left alone (that is what I needed!). Two hours later I was ready to make a purchase and ask a couple of questions. The sales young lady answered them cordially, put the fragrances and two random samples in a bag and said thanks and goodbye with a nice smile.

Maison Guerlain: the iconic building on 68 Champs – Elysées (besides areas devoted to make up, skin care, bougies, tea and accessories) has two levels which offer plenty of mainstream fragrances, exclusive collections, vintage bottles and a studio for meetings with those customers who are looking for a bespoke. “Le 68”, a restaurant with a menu designed by chef Guy Martin, is located below ground level.

The place was very crowded but that was not an impediment for being kindly welcomed by Dominique (who seemed a little bit surprised by my preferences of independent exploration but adapted to my style in a second). I was free to go up and down stairs comparing fragrances. When I was ready, I returned to Dominique.

While she was preparing my bag, she started a pleasant small talk asking me how my trip was going and showed interest in my work. She then took the time to explain what samples she was giving me, assigned me a customer number and invited me to choose a product from the catalogue (because I got some points with my purchase).

Hermès: I visited the 24 rue du Faubourg Saint-Honoré boutique. Hermès seems to have everything there: fragrances, accessories, clothing, shoes, home, horse riding equipment. It was the day before sales (a.k.a  ventes exceptionnelles) and people were crazy so I was not expecting the best service, such as that of Maison Guerlain. I was wrong.

There was only one salesperson at the fragrances and skin care counter . She introduced herself and offered her assistance. I said that I was interested in exploring those fragrances that I didn’t have the chance to smell before: I wanted to spray them on blotters, take my time to decide which one to put on my skin and then decide whether I would make a purchase.

Contrarily to what I would have initially wished, she accompanied me throughout the whole process. But her continued presence was very gentle and reassuring, without an ounce of impatience. Her posture and gestures were genuinely friendly. I decided my purchase and – because of the crowd- I was ready for a quick “goodbye and thanks for coming”. I was wrong again: she took her time to wrap the gifts in some beautiful paper and gave me special and customized samples. She came to me with the bag and queued up for the cashier line alongside me -as it is customary for Hermès-. Then said goodbye and invited me to return very soon.

Caron: the Avenue Montaigne boutique is Caron‘s main store in Paris, located some blocks away from  Charles de Gaulle – Étoile station. The place has a special aura due to a mirrored corner, beautiful perfume fountains in glass and gold, and a big chandelier pending from a golden ceiling. I was received by a sales woman whom I will call just “N”.

As usual, after a brief introduction I started with my exploring experience. At that moment I was the only customer in the small store but moments later some others came in. I would then become witness of a bizarre situation. “N”, using a loud voice, told to a young woman: “Watch your bag!”. I first assumed that said bag was almost touching some exhibited products but it was next to another customer!: the other woman (a foreigner? she looked very much like a tourist) who was trying a perfume with her back to the owner of the bag. Nobody uttered a word, I suppose that all of us felt equally confused and astonished.

Everybody left and I didn’t feel not comfortable any longer. By that time I had already tried several fragrances so I asked “N” to try a couple more that were displayed on a shelf. With a fake smile and rolling her eyes she decreed: “But you have been smelling a lot of perfumes, your nose is fatigued!”.

OK… I confess that I was tempted to leave the store at that moment but I was there in order to complete my tour. So I politely explained to her that I know my nose very well, that I have been sniffing fragrances and perfumery ingredients for years as beauty editor as well as a perfumery apprentice. Immediately, her attitude made a U turn and she started showing enthusiasm about everything (and including samples, of course). It was, however, a bit too late.

I will let you guess which place I will not be returning to (although I still love several of their perfumes). But with the other three I aim to exemplify different manners of customer service in exclusives stores. All of them managed to adapt to the customer’s style and at least two of them made extra efforts to build loyalty and keep me as customer although I live in the U.S.

When it comes to luxury and niche brands a customer, usually pays high prices (in comparison with mainstream products) and expects to get something special in return: not a logo but quality, design, exclusivity and a feeling of uniqueness due to a tailored service. The best attention ever should perhaps be the daily goal for those brands since it has a sensitive and immediate impact in its reputation.

Virginia

Jovoy París  foto: Virginia Blanco

Jovoy París foto: Virginia Blanco

Jovoy París  foto: Virginia Blanco

Jovoy París foto: Virginia Blanco

Jovoy París  foto: Virginia Blanco

Jovoy París foto: Virginia Blanco

Jovoy París  foto: Virginia Blanco

Jovoy París foto: Virginia Blanco

Jovoy París  foto: Virginia Blanco

Jovoy París foto: Virginia Blanco

Jovoy París  foto: Virginia Blanco

Jovoy París foto: Virginia Blanco

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Jovoy París foto: Virginia Blanco

Jovoy París  foto: Virginia Blanco

Jovoy París foto: Virginia Blanco

Jovoy París  foto: Virginia Blanco

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  foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

Jovoy París  foto: Virginia Blanco

Jovoy París foto: Virginia Blanco

Jovoy París  foto: Virginia Blanco

Jovoy París foto: Virginia Blanco

Jovoy París  foto: Virginia Blanco

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Jovoy París foto: Virginia Blanco

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Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

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"Le 68" Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

“Le 68” Maison Guerlain foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain foto: Virginia Blanco

"Le 68" Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

“Le 68” Maison Guerlain foto: Virginia Blanco

"Le 68" Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

“Le 68” Maison Guerlain foto: Virginia Blanco

"Le 68" Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

“Le 68” Maison Guerlain foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain  foto: Virginia Blanco

Maison Guerlain foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

Maison Hermès  foto: Virginia Blanco

Maison Hermès foto: Virginia Blanco

Maison Hermès  foto: Virginia Blanco

Maison Hermès foto: Virginia Blanco

Maison Hermès  foto: Virginia Blanco

Maison Hermès foto: Virginia Blanco

Maison Hermès  foto: Virginia Blanco

Maison Hermès foto: Virginia Blanco

Boutique Caron   foto: Virginia Blanco

Boutique Caron foto: Virginia Blanco

Boutique Caron   foto: Virginia Blanco

Boutique Caron foto: Virginia Blanco

Boutique Caron   foto: Virginia Blanco

Boutique Caron foto: Virginia Blanco

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Boutique Caron foto: Virginia Blanco

Boutique Caron   foto: Virginia Blanco

Boutique Caron foto: Virginia Blanco

Boutique Caron   foto: Virginia Blanco

Boutique Caron foto: Virginia Blanco

Boutique Caron   foto: Virginia Blanco

Boutique Caron foto: Virginia Blanco

Boutique Caron   foto: Virginia Blanco

Boutique Caron foto: Virginia Blanco

Boutique Caron   foto: Virginia Blanco

Boutique Caron foto: Virginia Blanco

Boutique Caron   foto: Virginia Blanco

Boutique Caron foto: Virginia Blanco

Boutique Caron   foto: Virginia Blanco

Boutique Caron foto: Virginia Blanco

Boutique Caron   foto: Virginia Blanco

Boutique Caron foto: Virginia Blanco

Boutique Caron   foto: Virginia Blanco

Boutique Caron foto: Virginia Blanco

Boutique Caron   foto: Virginia Blanco

Boutique Caron foto: Virginia Blanco

Boutique Caron   foto: Virginia Blanco

Boutique Caron foto: Virginia Blanco

Boutique Caron   foto: Virginia Blanco

Boutique Caron foto: Virginia Blanco

Boutique Caron   foto: Virginia Blanco

Boutique Caron foto: Virginia Blanco

Boutique Caron   foto: Virginia Blanco

Boutique Caron foto: Virginia Blanco

Jovoy Paris Rouge Assassin – Lápiz labial rosado

imagen: Hprints.com   ilustrador: Chéri Herouard para La Vie Parisienne, 1919

imagen: Hprints.com     ilustrador: Chéri Herouard   (La Vie Parisienne, 1919)

Jovoy es una perfumería establecida en París que abrió sus puertas por primera vez en 1923; fue reabierta en 2010 y hoy ofrece una amplísima gama de fragancias para conocedores, entre ellas su propia marca. Conocí Rouge Assassin durante un viaje. En aquel momento tenía tal resfrío que todavía me pregunto cómo logré percibir sus delicadas notas y conservar el recuerdo. Grande fue mi alegría cuando Virginia, de paso en Buenos Aires,  trajo consigo una botella.

Rouge Assassin fue compuesto por Amélie Bourgeois (Flair). Según Jovoy: “Dos tipos de mujeres de los años veinte se cruzan en el mismo espacio sin conocerse jamás:  Una es ‘la maitresse de ces messieurs’, una amante según la tradición del Segundo Imperio (estas elegantes mujeres mantenidas se contaban entre las primeras clientas de Jovoy) y la “garçonne”, un término para la mujer emancipada, cuyo aspecto podrá haber sido por momentos andrógino, pero que fue la primera en la historia de la moda femenina en revelar sus piernas. Pronto los brassieres  reemplazarían a los corsets. Las medias gruesas desaparecieron en favor de otras de seda, que se lucían enrolladas sobre una liga por encima de las rodillas. Fue en esta época que aparecieron los primeros lápices labiales.  Rouge Assassin rinde tributo a esas mujeres temerarias e imparables que subvirtieron el orden establecido y rompieron todas las reglas.”

Rouge Assassin -a pesar de su nombre- no resulta oscuro, salvaje ni agresivo. Quizás un exceso de fragancias animales y operáticas me haya echado a perder,   pero me aventuraría a describirlo como inocente. Este es un coqueto floral almizclado que flota alrededor del usuario y murmura con suavidad; demasiada suavidad a menos que recuerde aplicarlo en abundancia. Parece más evocador de las pálidas damas de la Belle Époque que de las independientes  flappers de los 1920s: no hay alusiones al Orientalismo, no hay maderas exóticas, no hay tabaco.

Me gusta leer a Rouge Assassin como un relato olfativo sobre la transición que hicieron las mujeres en los primeros años del siglo XX: un floral atalcado suave (rosa, iris, polvos de arroz) es atravesado por un trazo de lápiz labial sutil pero definido que le presta una textura cerosa. La sensación general,más moderna que histórica o retro, es realzada por almizcles blancos y maderas lustradas. Estas últimas le confieren una cierta profundidad; si bien no lo oscurecen demasiado.

En resumen, en lugar del arma letal que el nombre insinúa, encuentro un eau de parfum delicadamente sugestivo, incluso lúdico. Su sillage es discreto y la longevidad, excelente. Recomiendo una aplicación pródiga a fin de poder apreciar mejor sus matices.

Caro

Origen de la muestra: Botella comprada en Scent Bar, L.A.

Gaia Fishler, de The Non Blonde lo describe como pleno y seductor. Si quieren leer sus impresiones, pueden encontrarlas aquí. 

foto: Jovoyparis.com

foto: Jovoyparis.com

Jovoy Paris Rouge Assassin – Pink lipstick

Jovoy is a Paris based perfumery which opened its doors for the first time in 1923; restored in 2010, it now offers a vast array of fragrances for connoisseurs, among these, their own namesake brand. I first came across Rouge Assassin during a trip. I had such a terrible cold at the time, I wonder how I ever managed to perceive its delicate notes and keep their memory with me. Great was my joy when Virginia  brought a bottle along with her on her recent visit.

Rouge Assassin was composed by Amélie Bourgeois (Flair). According to Jovoy: “Two types of women from the Twenties mingle in the same space without ever really meeting:  One is ‘la maitresse de ces messieurs’, a mistress in the tradition of the Second Empire (such chic kept women were among Jovoy’s first clients) and  the “garçonne”, a term for the emancipated woman, whose look may have been androgynous at times, but who was the first in the history of women’s fashion to reveal her legs. Soon, brassieres would replace corsets. Thick stockings vanished in favor of silk ones worn rolled over a garter above the knee. It was at this time that the first lipsticks appeared.  Rouge Assassin pays tribute to those fearless, unstoppable women who upended the established order and broke all the rules.”

Rouge Assassin -despite its name- is not dark, wild or aggressive. I might have been spoiled by excessively operatic and animalic fragrances, but I would go far and describe it as innocent. This is a coquettish musky floral that floats around the wearer and whispers softly; too softly if don’t remember to spritz prodigally. It appears more evocative of the pale ladies of the Belle Époque than the  independent flappers of the 1920s: there are no allusions to Orientalism, no exotic woods, no tobacco.

I like to read Rouge Assassin as an olfactory tale of the transition women underwent in the early years of the XX century: a soft powdery floral (rose, iris, rice powder) becomes pierced by a subtle but definite stroke of lipstick which lends a waxy texture. The overall feel, more modern than historic or retro, is enhanced by white musks and waxed woods.The latter lend a certain depth but do not darken the composition.

All in all, instead of the lethal weapon its name implies, I find a softly suggestive, even playful, eau de parfum. Sillage is discreet and longevity excellent. I encourage prodigal application in order to better appreciate all its nuances.

Caro

Origin of sample: Bottle purchased at Scent Bar, L.A.
Gaia Fishler, from The Non Blonde describes it as full bodied and seductive. You might like to read her impressions too.

Listando perfumes deseados

foto: Fengshuitrend.blog.hu

foto: Fengshuitrend.blog.hu

¿Cuándo pedimos deseos? ¿Al soplar un diente de león? ¿O mientras arrojamos una moneda a una fuente? ¿O quizás cuando observamos una estrella fugaz cruzando los cielos?

Todos esos son instantes extraordinarios, sin embargo pedimos deseos más a menudo de lo que creemos. Por ejemplo, cuando planeamos objetivos en la vida, cuando tomamos una resolución o haciendo sólo una simple wishlist.

Caro hizo su listado de perfumes deseados (en la forma de una temprana carta a Papá Noel) hace un par de días. Pero yo [SPOILER para los niños… y para algunos adultos] que ya sé que Papá Noel no existe (¡pero me gustaría!) he escrito la mía propia, simplemente a modo de lista de compras. Sí, ya sé que no hay magia alguna en esa perspectiva, pero sí hay voluntad de soñar.

Mi criterio comprende adquirir fragancias que ya haya probado y que no pude comprar en su momento. Si es posible, elegiré la máxima concentración y las botellas más pequeñas disponibles (el armario donde guardo mis perfumes me lo agradecerá).

Etat Libre d’Orange Putain des Palaces se trata de un interesante contraste entre la cremosa combinación de violetas, absoluto de rosas y polvo de arroz con lo especiado del comino. Lo siento como un delicado sweater de angora.

Chanel Les Exclusifs Sycomore es uno de los items que quedaron pendientes de la lista del año pasado. Me encanta su contundencia amaderada realzada con pimienta pero endulzada con sándalo y tabaco.

Les Néréides Patchouli Antique fue una degustación reciente con la que caí enamorada instantáneamente. Es terroso pero ambarado al mismo tiempo. Es un sencillo, delicioso y perfecto patchouli.

Mikmoi Aldwych es un elegante, verde y licoroso eau de parfum. Su aridez es salada pero floral, mezclando clavel, lavanda y ajenjo. Sin duda alguna, es uno de mis indie-unisex favoritos.

Jovoy Paris Gardez-Moi fue una especie de arrobamiento a primera vez que lo olí. No puedo quitar de mi cabeza la casi táctil sensación de flores blancas: absoluto de jazmín egipcio y gardenia, ensamblados con mimosa, vainilla y musgo de roble.

Ayala Moriel Parfums Espionage es otto de los que tengo pendiente. Su asombrosa y cautivante complejidad está hecha de ingredientes naturales. Comienza bastante ahumado pero el orris, la vainilla y el cuero realizan la transmutación a una sensual y femenina poción.

¿Sólo seis botellas de perfume en 2014? Sí, sin tener en cuenta aquellas que puedan conquistarme en el camino.

Virginia

foto: Rt.com

foto: Rt.com

Listing desired perfumes

When do we exactly make a wish? is it at the moment we blow on a dandelion? Or while we drop a coin in a fountain? Or when we watch a shooting star cross the skies?

All those are extraordinary instants, however we make wishes more often than we think. For instance, when we plan life goals, when we take resolutions or just assemble a simple wishlist.

Caro wrote her perfume list (in the shape of in advance letter to Santa) a couple of days ago. But I [SPOILER ALERT for children… and some adults] already know that Santa doesn’t exist so I’ve written my own one just as shopping list. Yes, I know that there is no magic in this perspective but there is will to dream.

My criteria here is limited to perfume that I have tried before but was unable to purchase at the time. If is it possible, I will chose the higher concentration and smaller size available (my fragrance drawer will be grateful for that).

Etat Libre d’Orange Putain des Palaces shows an interesting contrast between a creamy combination of violets, rose absolute and rice powder with spicy cumin. I think of it as a tiny angora sweater.

Chanel Les Exclusifs Sycomore is one of the pending items of last year’s perfume shopping list. I love its woody robustness pushed up with pepper but sweeted with sandalwood and tobacco.

Les Nereides Patchouli Antique was a recent sampling and I immediately fell in love with it. It is earthy but ambery at the same time; just a simple, delicious and perfect patchouli.

Mikmoi Aldwych is an elegant, green and liqueur-like eau de parfum. Its dryness is salty but floral at the same time, since it blends carnation, lavender and absinthe. Without a doubt, one of my unisex indie favs.

Jovoy Paris Gardez-Moi was a kind of rapture the first time I smelled it. I can’t get out of my head the almost tactile sensation of white flowers: Egyptian jasmine absolute and gardenia assembled with mimosa and vanilla and oakmoss.

Ayala Moriel Parfums Espionage is another pending one. Its amazing and captivating complexity is made with natural materials. It starts pretty smoky but orris, vanilla and leather do the transmutation to a sensual and feminine potion.

Only six fragrances bottles in 2014? Yes, not counting those that might conquer me along the way.

Virginia