Category Archives: Otras cosas perfumadas – Other fragrant stuff

Aromas de la infancia

imagen: Cinemanostalgia.net

imagen: Cinemanostalgia.net “El Globo Rojo” realizador: Albert Lamorisse, 1956

Podemos retrotraernos a la infancia a través del olor de unas vainillas con leche, una enredadera de jazmín del país, la garrapiñada de los puestos callejeros en el centro o un viejo lápiz labial, parecido al que mamá guardaba en el fondo de una cartera de cuero fino. La familiaridad de estos aromas nos hace sentir seguros y protegidos. Vainilla, talco y composiciones gourmand dominan frecuentemente los comfort scents a los que solemos recurrir en situaciones de stress. Desde luego que, en caso de cada quien, las notas que brindan confort estarán determinadas por vivencias y recuerdos personales.

Los olores evocan y provocan. No pasan por el tamiz de la razón (nuestro sistema olfativo está en comunicación directa con el sistema límbico, donde se alojan emociones y recuerdos), por tanto quedamos indefensos ante ellos, despojados de cualquier tipo de control ante nuestra reacción. Para bien o para mal ¿no es maravilloso ese poder?

A la hora de buscar una regresión voluntaria, el desafío consiste en encontrar perfumes que nos sosieguen y contengan sin puerilidad, que una cierta complejidad que los torne aptos para el uso adulto. En mi caso, los domingos en la casa familiar vuelven en formas tan disímiles como el cremoso jabón alilado de Puredistance Opardu o el humo de Olivier Durbano Black Tourmaline; las nochecitas de verano cobran vida en Serge Lutens Datura Noir y los jazmines oscuros de A la Nuit; la mezcla de aire frío y cuero de las mañanas ecuestres se redibuja con Heeley Cuir Pleine Fleur , Chanel Cuir de Russie, Vero Profumo OndaAmouage Opus III.  

Caro

imagen: Toutlecine.com

imagen: Toutlecine.com    “Crin Blanca”  realizador: Albert Lamorisse,1953

 

Una antigua receta: Perfume a la savia de pino

imagen: Wikiart.org artista: Vincent van Gogh  "Estudio de pinos", 1889

imagen: Wikiart.org      artista: Vincent van Gogh     “Estudio de pinos”, 1889

En nuestro viejo y querido libro Les Recettes de la Maison (Masson et Cie. Editeurs, 1922) encontramos una sencilla receta de perfume de pino. En ella el aspecto alcanforado del pino se ve atenuado ligeramente por la vainilla.

Tengan en cuenta que publicamos estas recetas a título de curiosidad histórica y porque suelen representar los gustos dominantes de una época. Pedimos cautela en caso de que decidan prepararla, ya que el aceite esencial de pino puede irritar la piel y en la actualidad los aceites de cítricos se consideran fotosensibilizantes. El uso de aceites esenciales durante el embarazo está desaconsejado a menos que sea supervisado por un profesional debidamente entrenado. Está, por supuesto, la más prudente opción de usarla para perfumar pañuelos.

Mezclar 90g del mejor aceite de pino blanco, 4g de esencia de bergamota, otro tanto de esencia de limón y 2g de tintura de vainilla. Disolver en 1000cc de alcohol de 95 grados.

Caro

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imagen: Wikiart.org           artista: Vincent van Gogh                               “Pinos contra un cielo rojo y puesta de sol”, 1889

 An old recipe: Pine sap fragrance

In our beloved old book Les Recettes de la Maison (Masson et Cie. Editeurs, 1922) we found an easy recipe for a pine fragrance. In it the camphoraceous aspect of pine is oh so slightly tempered by vanilla.

Bear in mind we publish these recipes as historical curiosities and because they usually represent the dominant tastes of an era. We ask for caution in case you decide to prepare it since pine essential oil might irritate the skin and, nowadays, citrus oils are considered photosensitizing. The use of essential oils during pregnancy is discouraged unless supervised by a trained professional. There is, of course, the more judicious option of using it to scent handkerchiefs.

Mix 90g of the best white pine oil, 4g bergamot essence, the same amount of lemon essence and 2g vanilla tincture. Dissolve in 1000cc alcohol (190 proof ethanol).

Caro

Antiguas cartas perfumadas – Una receta

 

foto: Archivonacional.cl  Carta de despedida escrita por José Miguel Carrera a su esposa (1821) en la ciudad de Mendoza, Archvo Nacional de Chile

foto: Archivonacional.cl     Carta de despedida escrita por José Miguel Carrera a su esposa (1821), Archivo Nacional de Chile

Sentimos tanta nostalgia por las cartas de papel que, en ocasiones, hemos suspirado junto a nuestro cartero añorando la época en que epístolas perfumadas se mezclaban con misivas más prosaicas.

En las páginas de una revista Caras y Caretas de la primera década del siglo XX encontramos la siguiente receta, pensada para perfumar el papel de esquela.

Guarde en la caja donde conserva el papel, una bolsita de tela que contenga:

Flores de casia en polvo, 1000g*

Pétalos de rosa, 500g

Raíz de lirio, 1000g

Benjuí pulverizado, 250

Esencia de almendras amargas 0,45g

Almizcle en granos, 1g

Conservando esa proporción puede preparar la cantidad que le convenga.

Tiene olor de violeta.

Caro

*No se refiere a la cassia o canela china, sino a la Acacia farnesiana

foto: Daisyshop.co.uk

foto: Daisyshop.co.uk

Old scented letters –  A recipe

We feel such nostalgia for letters written on paper that, on occasion, we have sighed along our postman, longing for the times in which perfumed epistles mingled with more pedestrian missives.

On the pages of a Caras y Caretas issue dating for the first decade of the 20th century we found the following recipe, intended to scent writing paper.

Keep in the box where you store paper a small fabric pouch containing:

Powdered cassie flowers, 1000g*

Rose petals, 500g

Iris root, 1000g

Powdered benjoin, 250

Bitter almond essence 0,45g

Musk grains, 1g

Keeping this proportion you can prepare the quantity you desire.

It smells like violets.

Caro

*Acacia farnesiana

Perfumando la casa con Papier d’Armenie

 

foto: Virginia Blanco   granos de resina de benjuí

foto: Virginia Blanco granos de resina de benjuí

Existe algo atávico y casi inductor de trance, en perfumar las habitaciones mediante humo, una satisfacción que no se compara a la de usar  velas aromáticas y, mucho menos, sprays. Palo santo, resinas de Perú y de México, sahumerios indios de masala y  Papier d’Armenie  son algunos de nuestros elementos preferidos para este fin.

El Papier d’Armenie se presenta en forma de pequeñas libretas y es, básicamente, papel embebido en un nitrato alcalino que lo vuelve -una vez encendido- capaz de arder lentamente sin llama. Inspirado por un viaje a Armenia, fue creado en 1885 y premiado en la Exposición Universal de 1889. En su fragancia original avainillada, balsámica y ligeramente amarga- predomina el benjuí (Styrax benzoin), si bien en los últimos años la casa ha presentado otras variedades (el de rosa, compuesto por Francis Kurkdjian, es la gloria).

Antiguamente el benjuí se usaba como antiséptico y expectorante; su resina se quemaba junto a los enfermos que sufrían de afecciones pulmonares. La planta se consideraba regida por el Sol y, por ende, capaz de dar calor y combatir afecciones de naturaleza fría.

En un viejo libro (“Les Recettes de la Maison”, de A. Chaplet, Masson et Cie. Editeurs, 1922) encontramos una receta casera de Papier d’Armenie, que reproducimos sólo a título de curiosidad:

Primero es necesario sumergir papel blanco en una solución saturada, en frío, de nitrato de potasa y dejarlo secar, tendido en una cuerda.

Luego se aromatiza sumergiéndolo en una tintura aromática preparada con antelación y macerada durante un mes, compuesta por los siguientes ingredientes

Almizcle, 10g

Esencia de rosas, 4g

Benjuí, 100g

Mirra, 12g

Iris de Florencia, 250g

Alcohol etílico de 80°, 300g

El papel se deja secar de nuevo y se corta en tiritas de un centímetro de ancho.

 

Caro y Virginia

Nota bene: No hemos intentado reproducir la receta que compartimos. En caso de que nuestros lectores quieran hacerlo, queda bajo su exclusiva responsabilidad.

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

Scenting the house with Papier d’Armenie

There is something atavistic and almost trance-inducing in scenting our rooms through smoke, a satisfaction that can’t be compared to the use of aromatic candles, much less fragrant sprays. Palo santo, Peruvian and Mexican resins, Indian masala incense sticks and  Papier d’Armenie  are some of our favorite elements for this purpose.

Papier d’Armenie comes in the shape of small booklets and it is, basically,  paper dipped in an alcaline nitrate that allows it to -once lit- burn slowly, without a flame. Inspired by a trip to Armenia, it was created in1885 and granted an award at the Exposition Universelle in 1889Benzoin (Styrax benzoin)-vanillic, balsamic, oh so slightly bitter-  predominates in the original scent, but through the last years the house has introduced other varieties (the “La Rose” booklet, composed by Francis Kurkdjian, is nothing short of sublime).

In the olden days benzoin was used as an antiseptic and expectorant; its resin was commonly burnt in the rooms of people suffering from lung ailments. The plant was thought to be ruled by the Sun and, thus, capable of giving heat and fighting illnesses which are cold in nature.

In an old book (“Les Recettes de la Maison”, by A. Chaplet, Masson et Cie. Editeurs, 1922) we found a home recipe for Papier d’Armenie, whch we reproduce just for the sake of curiosity:

It is first necessary to dip a piece of white paper in a  saturated cold solution of nitrate of potash and then leave it to dry, hanging from a rope.

It is then perfumed by dipping it in an aromatic tincture that has been macerated for a month in advance and consists of the following ingredients

Musk, 10g

Rose essence, 4g

Benzoin, 100g

Myrrh, 12g

Iris of Florence, 250g

80° alcohol (ethanol), 300g

The paper is allowed to dry again and then is cut in 1cm wide strips.

 

Caro & Virginia

Nota bene: We have not attempted to replicate the recipe we shared. In case our readers want to do so, they should do it at their own risk.

Recetas perfumadas – Cocktail rosé de osmanto

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

El gusto y el olfato están  tan conectados que a veces sentimos el impulso de paladear algo no comestible pero que huele de maravillas (a mi última reseña –On The Nose Dark & Stormy- me remito, ejem). Afortunadamente existen las transliteraciones gastronómicas: platos y bebidas que pretenden recuperar para el gusto el espíritu de algún aroma en particular.

Una de las conversaciones más particulares que tuve en Seattle fue la que mantuve con Mesha Munyan, perfumista de Meshaz. Me comentó que había visto una foto que yo había publicado un tiempo atrás de un delicioso liqueur de violettes y que se le ocurrió preparar algo propio. La inspiración provino del uso de las flores de osmanto -con sus frescos matices frutados- en la saborización del té verde.

Puso entonces manos a la obra: tinturó flores de osmanto en vodka durante dos semanas. “El aroma aduraznado fue capturado y a ello le agregué cítricos para celebrar el espíritu de uno de mis perfumes, Ozmanthuscuenta Mesha. Llevó la tintura a Seattle y la sirvió en un cocktail especial con colegas antes del Artisan Fragrance Salon… pero me guardó un poquito para que la pruebe y -aún mejor- me pasó la receta para compartirla aquí.

Por copa:

-15 ml de tintura de osmanto en vodka

-60 ml de jugo de pomelo

-60 ml de champagne (yo elegí el tipo rosé)

-Rodaja de mandarina

-Revolver, oler y sorber!

El aroma es jugoso y tropical, como hincar los dientes en un carnoso durazno. Se produce un maridaje entre el champagne y el osmanto creando una textura casi aterciopelada. Vodka y pomelo contrastan con su pungencia y amargor. Si además mordemos la rodaja de mandarina sentiremos una sensación gamuzada. Es prácticamente un perfume bebible.

Virginia

Origen de la muestra: gentileza de Mesha Munyan.

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

Fragrant recipes – Osmanthus rosé cocktail

Taste and smell are so deeply connected that sometimes one feels the urge to savor something that might be inedible but smells wonderful (my latest review –On The Nose Dark & Stormy– as a reference, ahem). Fortunately there are gastronomic transliterations: food and drinks seeking to translate the spirit of some particular aroma into taste.

One of the most peculiar conversations I had while in Seattle was with Mesha Munyan, Meshaz perfumer. She told me that she had seen a photo of a delicious liqueur de violettes I had posted a while back and came up with her own recipe. Her inspiration came from the use of osmanthus flowers -and their fruity fresh nuances- in green tea flavoring .

Then Mesha got down to work: she tinctured osmanthus flowers in vodka during two weeks. “The peachy scent was captured and other citrus were also added to celebrate the spirit of the perfume I had released: Ozmanthus Mesha said. She brought the tincture to Seattle and served in a special cocktail which she offered to her colleagues before the Artisan Fragrance Salon … but she also saved a little for me to try and -what’s even better- gave me the recipe to share here.

Per glass :

-15 ml of osmanthus tinctured in vodka

-60 ml champagne (I went for rosé)

-60 ml grapefruit juice

-Slice of mandarin orange

Stir, sniff and sip!

The scent is juicy and tropical, like sinking one’s teeth into a fleshy peach. The pairing between champagne and osmanthus creates an almost velvety texture. Vodka and grapefruit offer contrast with their pungency and bitterness. If one bites into the slice of mandarin he/she will feel a sueded texture. It is practically a drinkable perfume.

Virginia

Origin of sample: Courtesy of Mesha Munyan.

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco