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Entrevista: Jessica September Buchanan – Floreciendo en suelo francés

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

Habíamos quedado en encontrarnos junto a la fuente de la Place Aux Aires en Grasse (Francia). A la hora señalada, Jessica September Buchanan -perfumista independiente canadiense y creadora de 1000 Flowers–  surge de entre la pequeña multitud que caminaba tranquilamente por los alrededores. Portaba una sonrisa coronada por los pómulos dorados por el sol mediterráneo.

Con un café al aire libre mientras caía la tarde, Jessica relató cómo persiguió y concretó el sueño que hoy protagoniza: el de ser perfumista en la mismísima ciudad de Grasse. Les invitamos a leer una de las historias más inspiradoras que han pasado por Té de Violetas.

¿Cómo es un día típico de trabajo para vos? 
Generalmente comienzo mi día evaluando los borradores de perfumes en los que estuve trabajando el día anterior. Luego hago anotaciones y chequeo mis correos, después desayuno. Como trabajo en casa, tengo que tener mucha disciplina para mantenerme enfocada. Por eso es que escribo muchas listas con cosas para hacer y las reviso cada tanto para estar segura de que no me disperso. Mi trabajo involucra muchas cosas – creación de fragancias para clientes, la producción de mi propia colección, diseño de packaging, inventario, buscar y encargar materias primas, packaging, etc., despachar los pedidos, envíos, responder correos, contabilidad, etc etc. Con frecuencia me siento sobrecargada, y por eso me apoyo en mis listas.

¿Cómo y cuándo descubriste tu pasión por los perfumes?
Realmente nunca fui una persona que usara mucho perfume, ya que encontraba a todos muy fuertes y potentes. Además del 4711 de mi madre y, un frasquito decorado que tenía de niña y que contenía un perfume al aceite creado por una amiga de mi abuela, el primer perfume moderno que pude usar fue Eau Parfumée au Thé Vert, de Bulgari. (Irónicamente, fue creado por Jean Claude Ellena, cuyo trabajo ha tocado mi vida de varias maneras).

Mi pasión por los perfumes realmente empezó con los aceites esenciales en 1991, cuando mi abuela me dio un artículo de una revista sobre aromaterapia. Esto fue cuando la idea empezaba a manifestarse en norteamérica. Ya tenía, desde la niñez, pasión por la medicina herbal y por las plantas en general, así que estos extractos fragantes y concentrados me resultaban fascinantes. Trabajé con ellos de una manera terapéutica por años, creando una colección de cosméticos, y una línea muy exitosa de barras de masaje hechas con manteca de cacao. Luego, a principios de los años 2000, me topé con el concepto de perfumería natural, y descubrí que existía la profesión de “perfumista”. A partir de allí estudié todo lo que pude encontrar online sobre marcas de nicho como Miller Harris, Jo Malone, Annick Goutal, Creed, y otras, para averiguar todo lo que pudiera sobre los conceptos de estructura de fragancias, notas, concepto, comunicación y marketing. Tenía un atelier pequeño y encantador y pasé cada día, de 2 años en total, mezclando y experimentando, para crear una colección de perfumes. Empecé con fragancias al aceite, por supuesto, pero luego completé todo el papeleo gubernamental para poder acceder al alcohol desnaturalizado y eventualmente lancé 3 fragancias naturales. En algún momento en esa época oí hablar sobre el instituto de Grasse

Habiendo sido autodidacta por un tiempo y luego estudiante en un instituto de perfumería ¿cuáles dirías que son las ventajas y desventajas de cada método de aprendizaje?
Fui autodidacta en relación a los aceites esenciales al principio, pero eventualmente me entrené formalmente en terapia clínica de aceites esenciales también (hice un curso reconocido de un año vía una escuela americana). Ya tenía un conocimiento sólido de materias primas naturales dado por unos 7 años de mi propio trabajo, antes de completar la certificación en 2006. El curso me ayudó a profundizar mi conocimiento, especialmente en relación a la química de los aceites esenciales, y los efectos de estos componentes en el cuerpo.
En 2007, después de haber trabajado por mi cuenta en perfumería durante varios años, comencé el programa de entrenamiento de perfumería en Grasse. Inmediatamente comencé a darme cuenta de todas las cosas que no sabía y que me habría perdido de no haberme encontrado con este conocimiento. Por supuesto, una gran parte fueron las materias primas sintéticas. No hubiera podido acceder al conocimiento básico de su uso sin este entrenamiento formal. Otros aspectos fueron la comprensión de acordes, y distintas aproximaciones a la estructura de la fórmula. Además de estudiar teoría del perfume, genealogía, marketing y legislación.

El entrenamiento formal introduce al estudiante a muchas cosas,incluyendo técnicas, pero luego es un camino personal de entrenamiento y práctica si el estudiante quiere avanzar. Es como tener un maestro de música, o hacerlo todo uno mismo para aprender un instrumento. Un maestro ofrece técnica y ejercicios. El entrenamiento formal puede ofrecer una profundidad, y quizás una aceleración del aprendizaje, y consejos valiosos. Pero luego depende del alumno el practicar y avanzar. En otras palabras, continuar auto-aprendiendo.

¿Qué desafíos enfrentaste -en Canadá y Francia- para poder lograr tu sueño?
Al terminar el programa en Grasse, el primer desafío fue cómo la experiencia me había cambiado. Fue muy extraño. Cuando volví a Canadá, incluso de visita, todos me trataban igual, pero yo era una persona diferente, me sentía atrapada entre dos mundos. Sentía un choque cultural con mi propia cultura. El año y medio en la escuela y las pasantías fueron desafíos profundos. Cuando llegué no hablaba Francés y todo era nuevo. No conocía a nadie. Era aterrador. Luego me sucedieron algunas tragedias- mi apartamento fue robado,etc. Está el stress de no saber qué hacer después: ¿quedarse a esperar una pasantía? ¿volver a Canadá? ¿explorar las opciones de vivir en Francia? Finanzas. No había esperado que el área me gustaría tanto que realmente desearía quedarme! Había vendido mi casa en Canadá para pagar por la escolaridad, así que realmente tampoco tenía una casa a la que volver. Además, como entrepreneur, consideré que era lógico continuar mi trabajo en Grasse, si realmente quería ser perfumista. Fueron tiempos difíciles de no saber qué hacer.

Así que, para resumir, terminé quedándome en Grasse, calificando para una visa muy difícil de obtener. Se la ha llamado “visa del artista” (oficialmente- visa Talent et Competence). Los desafíos continúan, por supuesto, pero mis habilidades como perfumista avanzan ¡y la vida cotidiana es más fácil ahora que hablo Francés! Además he estado enseñando cada vez más y me ha sido muy enriquecedor. La recompensa ha sido inconmensurable.

¿Cómo enriqueció tu perspectiva perfumística el vivir inmersa en la cultura y vida diaria de Grasse?
Bueno, por supuesto al comienzo es como un sueño. La historia de la perfumería moderna es la identidad de Grasse. El Museo Internacional  está apenas a 3 minutos de mi apartamento, hay viejos alambiques por doquier, y debajo de la ciudad vieja  hay muchas factorías de producción de materias primas y perfumes, grandes y pequeñas, que han estado allí por más de cien años. El centro de Grasse es una ciudad medieval así que, caminar por las callejuelas angostas es como estar en un set de filmación. Hay eventos con perfumistas famosos y estudiantes nuevos cada año para conocer e inspirarse. Hay grandes exposiciones dedicadas a la rosa, al jazmín y a la mimosa. Es una cultura atravesada por las flores y por la industria del perfume. Por supuesto algunas partes se han vuelto un poco demasiado turísticas, pero la industria histórica en sí es todavía un negocio regional muy serio. Me siento afortunada de estar aquí.

¿Qué fue lo mejor sobre la experiencia de trabajar para gigantes de la industria como Mane y Robertet?
Hice pasantías en estas dos compañías. En Robertet, vi todas las áreas de extracción de materias primas naturales. Las montañas de lavanda siendo paleadas dentro de los destiladores gigantes, los enormes fardos de musgo de roble o heno listos para la extracción, la destilación larga y delicada de las raíces de orris para lograr tortas de manteca de orris que se apilarían en viejos estantes de madera. El pequeño laboratorio oculto en un rincón del complejo, con el joven técnico/alquimista que experimentaba con co-destilación. Era como un sueño estar dentro de una compañía tan histórica y respetada. Conocí perfumistas, y trabajé en algunos (inusuales) proyectos industriales, tales como evaluar perfumes desodorantes para cañerías de PVC.

Con respecto a la experiencia de Mane, estuve en el departamento de evaluación por 3 meses. Me sorprendió la evaluación continua de los productos existentes en el mercado (para estudiar las tendencias), pero también el testeo extremo y completo de fragancias utilizadas en productos funcionales o cosméticos antes de que entren al mercado. La habitación llena de hornos para probar los perfumes bajo el calor, la habitación llena de lavarropas para testear la performance de los productos de lavandería. Los equipos oliendo y evaluando aromatizantes de ambiente o desodorantes todo el día, cada día y haciendo interminables PowerPoints de sus observaciones. El detrás de escena de la industria del perfume mainstream es una colmena de actividad intensiva y evaluación constante, cuya existencia el público ignora.

(El mayor mercado para la industria no son las fragancias finas sino los aromas para jabones, aromatizadores de ambientes, suavizantes para telas, detergentes, productos de limpieza hogareña, cosméticos/cremas, etc).

Así que para responder de manera concreta a tu pregunta, la mejor parte de la experiencia fue ver cómo todo funciona por dentro.

¿Cómo surgió la inspiración para el maravilloso Reglisse Noire?
Comencé Reglisse Noire cuando estaba en la escuela de Grasse. Teníamos un proyecto creativo para la segunda mitad del año, y decidí usar la oportunidad para trabajar en una fragancia que era muy personal, pero también aprovechar el acceso a un mentor que tenía durante el entrenamiento para poder lograr una fragancia que luego pudiera comercializar (ya tenía mi pequeño negocio, como mencioné antes). El perfume esta inspirado por los caramelos ingleses Bassett’s Liquorice Allsorts. Mi madre rara vez nos permitía comer azúcar cuando éramos niños, pero mi abuela, (mi heroína y mentora), siempre tenía una caramelera de cristal llena de Liquorice Allsorts. La tuvo durante toda mi vida, así que cada vez que iba a visitarla -muy a menudo cuando era pequeña, ya que vivía a poca distancia- me dejaba comer caramelos. De vez en cuando incluso mis padres me permitían comer unas tiras de regaliz, ya que creo que consideraban al regaliz como el menos nocivo de todos los caramelos. Quería un perfume que representara estos recuerdos. Por eso es un perfume de regaliz (¡y los Allsorts son aún hoy mi dulce preferido!)

De todos modos, había otra inspiración. Llegué a Grasse  completamente en contra de la idea de las materias primas sintéticas, pero  de todas maneras tenía que estudiarlas. Terminé teniendo una crisis de identidad por un tiempo, ya que cuanto más aprendía, menos errores encontraba en esas materias primas. No estaba segura sobre cómo reconciliar esta nueva perspectiva que me estaba sucediendo. Así que en la creación de este perfume, exploré usando en mi primera vez, naturales y moléculas creadas por el hombre, para representar el encuentro del equilibrio dentro de mí misma, en relación a mis sentimientos acerca de lo que había visto formalmente como dos caminos divergentes.

¿ Qué podés contarnos sobre los próximos cambios en 1000 Flowers?
Los próximos cambios sucederán en varias etapas. La parte más importante del proyecto es refinar el diseño de la marca en general, hacer cohesivos el packaging y la comunicación. Encontré un gran diseñador con quien trabajar. También, un nuevo flacon, y quizás un nuevo sistema de vaporizador. También tengo 2 nuevos perfumes que están casi listos para lanzarse, así que esto es emocionante. También hay planes para el desarrollo de una vela perfumada.
Uno de los desafíos de un proyecto expansivo como este, para una micro marca independiente como 1000 Flowers, puede ser la financiación. Por lo tanto muy pronto iniciaré una campaña de crowdfunding. Dependiendo de cómo resulte eso será la rapidez con la que se concrete la visión.

 En tu opinión ¿qué condiciones son necesarias para ser un buen perfumista?
Para ser un buen perfumista hacen falta pasión, dedicación y paciencia. Creo en el entrenamiento formal, aunque sea un curso corto a modo de introducción a las materias primas y las bases de cómo crear acordes. El entrenamiento formal brinda un ambiente estructurado para aprender, con presiones y expectativas que hay que cumplir . Trabajar con un mentor es también muy valioso. Pero el paso más importante es un estudio personal de los materiales de adentro hacia afuera (y eso puede llevar toda una vida).

Si te encontraras con la Jessica que eras hace 10 años ¿qué consejos le darías?
Le diría que nunca subestime su propio conocimiento y experiencia. Y que siempre se escuche a sí misma antes que a los demás. Nadie más está en tus zapatos, sólo vos. Aprendé en quiénes podés confiar para tomar consejos, y date tu tiempo para tomar decisiones. También diría- Tené valor, que estás en el camino correcto.

Virginia

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

Interview: Jessica September Buchanan – Blooming in French soil

We had set up a meeting next to the Place Aux Aires fountain in Grasse (France). At the appointed hour, Jessica September Buchanan – Canadian indie perfumer and creator of the brand 1000 Flowers– emerged from the small crowd that was nonchalantly walking nearby. Her smile was crowned by high cheekbones kissed by the golden Mediterranean sun.

As the afternoon wore on at the sidewalk café, Jessica told me how she made her dream possible: to become a perfumer at the very heart of Grasse. You are about to read one of the most inspiring life stories that we have had on Té de Violetas.

What is a typical a workday of yours like? 
I usually begin my day by evaluating the fragrance trials that I had been working on the day before. Then I make notes, and check email, then eat breakfast. Since I work at home, I have to be quite disciplined to keep focused. This is why I write many ‘To Do’ lists, and check them regularly to make sure I am on track. My work entails many things- fragrance creation for clients, production of my own collection, packaging design, inventory, sourcing and ordering raw materials, packaging etc., filling orders, shipping, answering emails, book-keeping, etc etc. I often feel overloaded, and that is why I rely on my lists.

How and when did you discover your passion for perfume?
Actually, I was never a person who wore much perfume, since I found them all so strong and overwhelming. Besides my mother’s 4711, and a little jeweled vial of perfume oil created by a friend of my grandmother’s that I had as a child, the first modern fragrance that I could actually wear, was Bulgari’s Eau Parfumée au Thé Vert. (Ironically, it was created by Jean Claude Ellena, whose work has since touched my life in various ways).

My passion for fragrance really began with essential oils in 1991, when my grandmother gave me an article from a magazine about aromatherapy. This is when the idea was just coming about in North America. I had already, since childhood, a passion for herbal medicine, and plants in general, so these concentrated and highly fragrant extractions were fascinating to me. I worked with them in a therapeutic sense for years, creating a collection of cosmetics, and a very successful line of fragranced cocoa butter massage bars. Then in the early 2000’s, I came across the concept of natural perfumery, and the realization that there was such a profession as ‘perfumer’. From there, I studied all I could find online of niche brands such as Miller Harris, Jo Malone, Annick Goutal, Creed, and others, to glean as much as I could as to the concepts of fragrance structure, notes, concept, communication, and marketing. I had a lovely little atelier, and I spent day after day, about 2 years in total, blending and experimenting, to create a collection of perfumes. I began with oil-based fragrances of course, but then did all the government applications to access denatured alcohol, and eventually launched 3 natural fragrances. Somewhere in that time, I heard about the Institute in Grasse

You were self-taught for some time, but afterwards you studied at an institute of perfumery, what are the advantages and disadvantages of each method of learning?
I was self-taught in relation to essential oils at first, but I eventually took formal training in clinical essential oil therapy as well. (I did a one year accredited course via an American school). I already had a strong knowledge of natural raw materials from about 7 years of my own work, before completing the certification in 2006. The course deepened my knowledge greatly, especially in regard to the chemistry of essential oils, and these constituent’s effect on the body.
In 2007, after having worked on my own for a few years specifically in perfumery, I began the training program for perfumery in Grasse. Immediately I began to realize all the things I did not know, and wouldn’t have known that were missing if I hadn’t been presented with this knowledge. Of course, a big part of this was the synthetic raw materials. I could never have known how to access the basic knowledge of their use without having had the formal training. Other aspects were the understandings of accords, and different approaches to the structure of a formula. Plus study of the perfume theory, genealogy, marketing, and legislation.

Formal training introduces the student to many things, including techniques, but then it is a personal path of training and practice if the student is to advance. It’s like having a music teacher, or doing it all yourself to learn an instrument. A teacher offers technique and exercises. Formal training can offer a depth, and perhaps an acceleration of learning, and valuable tips. But then it is up to the student to practice and advance. In other words, to continue self-learning.

What challenges did you face -both in Canada and in France- in order to achieve your dream?
Upon finishing the program in Grasse, the first challenge, was how the experience had changed me so much. It was so strange. When I went back to Canada, even to visit, everyone treated me the same as when I left, but I was a different person, I felt somehow caught in between two worlds. I felt culture shock in my own culture. The year and a half in the school, and the internships, were deeply challenging in many ways as it was. I didn’t speak French when I arrived, and everything was new. I knew no one. It was scary. Then I had a few tragedies happen- my apartment was burgled etc. There is the stress of not knowing what to do next- stay to await an internship? Go back to Canada? Explore the options of living in France? Finances. I hadn’t predicted that I would love the area so much, that I might actually want to stay! I had sold my house in Canada, to pay for the schooling, so really I didn’t have a home to go back to anyway. Plus, as an entrepreneur, I thought it was logical to continue my work in Grasse, if I was to actually become a perfumer. It was a difficult time of not knowing what to do.

So, long story short, I ended up staying in Grasse, by qualifying for a very difficult visa to achieve. It has been called an Artist’s Visa (officially- Talent et Competence visa). Still the challenges continue, of course, but my abilities as a perfumer are advancing, and daily life is easier now that I speak French! Plus I have been teaching more and more, and this has been very enriching as well. The rewards overall have been immeasurable.

How did living immersed in the culture and daily life of Grasse enrich your perfume perspective?
Well, it is of course, like a dream at the beginning. The history of modern perfumery is the identity of Grasse. The International Museum is just 3 minutes from my apartment, there are old alembics everywhere, and just down below the old city, are many small and giant production factories of raw materials and perfumes, that have been there for well over a hundred years. Grasse centre itself is a medieval city, so walking the narrow streets is like being in a movie set. There are events with famous perfumers, and always a fresh batch of students each year to meet and be inspired by. There are big expositions for the rose, and for jasmine, and for mimosa. It’s a culture infused with flowers, and perfume history. Of course, parts of it have become a bit touristic, but the historic industry itself, is still a very serious regional business indeed. I feel lucky to be here.

What was the best about the experience of working for industry giants such as Mane and Robertet?
I interned in these two companies. In Robertet, I got to see all areas of extraction of the natural raw materials. The mountains of lavender getting pitch-forked into the giant distillers, the huge bales of oakmoss or hay ready for extraction, the long and delicate distillation of orris roots for the cakes of butter that piled up to dry on old wooden shelves. The little lab hidden away in one corner of the compound, with the young technician/alchemist who experimented in co-distillation. It was like a dream to be inside such a historic and respected company as this. I met perfumers, and worked on some rather odd perfume (industrial) projects, such as evaluating deodorant perfumes for PVC piping.

For the Mane experience, I was in the evaluation department for 3 months. I was amazed at the continuous evaluation of the existing products on the market (to study the market trends), but also the extreme and thorough testing of fragrances used in functional or cosmetic products before they ever hit the market. The room full of ovens for testing products under heat, the room full of washing machines to test the performance of laundry products. The teams smelling and evaluating air fresheners or deodorants all day, every day, and making endless PowerPoints of their observations. The behind-the-scenes of the mainstream perfume industry is a buzzing hive of intensive activity and constant evaluation, that the public has absolutely no idea exists.

(The main market for the perfume industry is not fine fragrance, but the perfumes for soap, air fresheners, fabric softeners, detergents, household products, cosmetics/creams, etc).

So to answer your question specifically, the best part of the experience was seeing how it all works on the inside.

How did the inspiration for the beautiful Reglisse Noire spring up?
I began Reglisse Noire when I was in the Grasse school. We had a creation project for the second half of the year, and I decided to use the opportunity to work on a fragrance that was very personal, but to also utilize the access to mentoring available during the training, to then come out with a fragrance I could market. (I was already a small business owner, as I mentioned above). The fragrance is inspired by Bassett’s Liquorice Allsorts, the English candy. My mother rarely allowed us to have sugar as children, but my grandmother, (my hero and mentor), always had a crystal candy dish filled with Liquorice Allsorts. All my life actually she had this. So whenever I went to visit her, which was rather often when I was small, as she lived just down the road, she would let me have a candy. Once in a while even my parents let us have a liquorice twizzler, as I think they thought of liquorice as the least damaging of all candy. I wanted a perfume to represent these memories. Hence it being a liquorice fragrance. (and the Allsorts are still my fave sweet!)

However, there was another inspiration as well. Since I arrived to Grasse completely opposed to the idea of synthetic perfumery materials, and since I had to learn them anyway, I ended having an identity crisis for a period of time, since the more I learned, the more I couldn’t find fault with many of these molecules. I wasn’t sure how to reconcile this new perspective that was happening to me. So in the creation of this fragrance, I explored using, for my first time, naturals and certain man-made molecules, to represent finding balance in myself, in regard to my feelings about what I had formally seen as two divulging paths.

What can you tell us about the upcoming changes in 1000Flowers?
Upcoming changes will be happening in several stages. The most important part of the project is to refine the design of the brand in general, to make all packaging and communications cohesive. I have found a great designer to work with. Also, a new flacon, and hopefully a new spray system. I also have 2 new perfumes that are almost ready to launch, so this is exciting. There is also a plan for the development of a fragranced candle.
One of the challenges of an expansion project like this, for a micro independent brand like 1000 Flowers, can be funding. Therefore I will be launching a crowd funding campaign very soon. How that goes will determine how quickly we can complete the vision.

 In your opinion, what conditions are necessary to become a good perfumer?
To become a good perfumer, it takes passion, dedication, and patience. I do believe in some formal training, even just a short course to be introduced to the raw materials and the basics of creating accords. Formal training gives a structured environment to learn in, with pressure and expectations to meet. Working with a mentor is extremely valuable as well. But the most important step is a personal study of the materials inside out. (And that can take a lifetime).

If you met with the Jessica of 10 years ago, what advise would you give her?
I would say to her- never underestimate your own knowledge and experience. And always be careful to listen to yourself before anyone else. No one else is in your shoes but you. Learn whom you can trust to take advice from, and take your time to make decisions. I would also say- Be brave, because you’re on the right path.

Virginia

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

1000 Flowers Réglisse Noire – Centelleante nebulosa agridulce

imagen: Wallpaperswide.com

imagen: Wallpaperswide.com

Lo etéreo no siempre está relacionado exclusivamente con la claridad: a veces ese concepto surge de – o gracias a – las sombras. En términos generales, la oscuridad puede implicar silencio y paz; es el marco único y fuente de la luz. Cuando uno se aplica Réglisse Noire sobre la piel, esta idea se explica a sí misma mucho mejor.

Su impronta -el agridulce aroma de regaliz (réglisse en francés) u orozús en el área rioplatense- puede dirigir nuestra imaginación a golosinas de antaño (en Argentina tenemos nuestro propio clásico: caramelos Media Hora) o a algo medicinal. En cualquier caso, este olor tiene una especie de connotación ancestral, la experiencia de algo que viene de un pasado remoto y difuso. Es un interesante desafío colocarlo como telón de fondo para un perfume.

Jessica September Buchanan -perfumista canadiense instalada en Grasse, Francia– levantó el guante en el 2011 e hizo una estupenda composición, la cual sería el debut para su marca 1000 Flowers. Inicialmente, una faceta fría y polvorosa de pimienta blanca resopla sobre la piel. Luego irrumpe una frescura enceguecedora de jengibre y anís,mientras que un blend dulce y balsámico de regaliz y cacao se eleva gradualmente, como un alba de sombras calmas.

Estas tinieblas tienen una textura amaderada de cedro; sobre ella, una nebulosa translúcida de almizcles y cumarina permite brillar a las especias y al regaliz. Simbólicamente, no es como si uno viera los destellos, sino que los siente en cada inhalación de la fragancia, como un titilar intermitente de estrellas lejanas.

Los devotos de Lolita Lempicka (con su marca registrada de regaliz) y de las misteriosas notas anisadas de Annick Goutal Mandragore deberían tomar nota y probar este eau de toilette indie.

Virginia

Origen de la muestra: Cortesía de la marca.

foto: Cortesía de 1000 Flowers.

foto: Cortesía de 1000 Flowers.

1000 Flowers Réglisse Noire –  A bittersweet and scintillating nebula

Ethereal is not always related to clarity: at times that concept comes up from -or due to- shadows. Speaking in general terms, darkness could imply silence, peace and is the unique frame and source of light. When one applies Réglisse Noire on the skin, the idea explains itself much better.

Its hallmark -the bittersweet aroma of licorice (réglisse in French or orozús in Río de la Plata area)- may lead our imagination towards old fashioned candies (in Argentina we have our own classic: caramelos Media Hora) or medicines. In any case, it has an ancestral connotation, the experience of something that comes from a diffuse past. That proves to be a great and challenging backdrop for a perfume.

Jessica September Buchanan -a Canadian perfumer based in Grasse, France– picked up this gauntlet in 2011 and made a stunning composition which would be the glorious start for her brand 1000 Flowers. Initially, a cold dusty facet of white pepper puffs onto the skin. Then, a blinding freshness of ginger and anise appears, and a balsamic sweetness of cocoa and licorice eases gradually into the blend, like a dawn of calm shadows.

This darkness has a woody texture of cedar; above it, a translucent nebula of musks and coumarin allows the licorice and spices to shine. Symbolically, is like one can not see the shine but feel it, in every breath, as an intermitent scintillation of remote stars.

Devotees of Lolita Lempicka (and its licorice trademark) and of the mysterious anisic notes of Annick Goutal Mandragore should take due note and try this indie eau de toilette.

Virginia

Origin of sample: Vial courtesy of the brand.

imagen: Fr.wikipedia.org

Regaliz   imagen: Fr.wikipedia.org

Tour olfativo constante – La meca de la perfumería moderna

foto: Virginia Blanco

“Traje de perfumista” (a partir de un grabado del S. XVII)                                       artista: Tomek Kawiak, 1997     foto: Virginia Blanco

“La ciudad era una Roma de los perfumes, la tierra prometida de los perfumistas y quien no había ganado aquí sus espuelas, no tenía derecho a llevar este nombre.”

Patrick Süskind  “El Perfume: Historia de un asesino “

Los perfumes son frecuentemente asociados con París pero en realidad la historia de la perfumería moderna comenzó en Grasse, una ciudad ubicada al sudeste de Francia. Muy cerca de Niza y Cannes, este pequeño centro urbano medieval fue el lugar donde -a mediados del S.XVIII- la curtiduría cedió su auge a la perfumería tal como hoy la conocemos.

Grasse obtuvo su relevancia perfumística debido a factores político-económicos muy puntuales. Los altos impuestos al cuero y la creciente competencia de las curtiembres de Niza contribuyeron a realizar el cambio hacia la industria de las fragancias, tomando ventaja su ubicación geográfica entre los Alpes y el mar Mediterráneo (punto estratégico para el comercio y con un clima privilegiado para el cultivo y procesamiento de  jazminesrosasvioletasmirtolavandamimosa y flor de naranjo).

Había estado antes en Francia, pero en esta oportunidad planeé un recorrido olfativo específico: Deauville (World Perfumery Congress), Grasse,Versailles (L’Osmothèque) y París (por supuesto). Así que no bien terminó el WPC, ya me encontraba lista para dirigirme a la “Capital de la Perfumería Moderna”; sí, ¡incluso con una importante huelga de transportes en curso!

Mis compañeros de viaje fueron “La alquimia de las esencias: Pequeña historia del perfume” de Mandy Aftel, y “El Perfume: Historia de un asesino” la célebre novela escrita por Patrick Süskind. Esos amados libros me brindaron el ambiente perfecto. Luego de tantos años de haberlo soñado, ahora me encontraba en Grasse por primera vez, ansiosa por ver cada rincón de la ciudad y oler cada cosa fragante que se cruzara por mi camino… en el lapso de dos días.

Como pueden imaginar, ese tiempo no fue suficiente (nunca lo es) pero eso siempre es una buena excusa para el retorno. Entonces, mi primera parada fue en el  Musée International de la Parfumerie. Si son grandes fanáticos de la historia del perfume podrían fácilmente pasarse allí un día entero. Hay exhibiciones de los distintos métodos de extracción de materias primas así como también de recipientes de ungüentos, pomadas y aceites perfumados de la Antigüedad hasta llegar a las botellas de perfume de nuestros días.

Luego proseguí visitando a -como algunos lugareños les llaman- les trois parfumeries soeurs de Grasse (las tres perfumerías hermanas de Grasse): FragonardMolinard Galimard. Las dos primeras ofrecen un breve recorrido gratuito por sus respectivas usines (fábricas) y museos. La tercera de ellas es la más antigua e irónica ya que su fundador  –Jean Galimard– fue el que le ofreció por primera vez guantes de cuero perfumados a Catalina de Médicis.

Otro hito del viaje fue el placer de haber podido conocer -¡finalmente!- a dos perfumistas inspiradores. Disfruté un delicioso té floral junto a Pierre Bénard (Osmoart); tuvimos una conversación fascinante sobre proyectos personales, el sentido del olfato, cultura, historia y educación. También tuve la oportunidad de conversar con  Jessica September Buchanan (1000Flowers), café mediante en la Place aux Aires; tuve además la suerte de conocer su estudio. Saber más detalles de su historia y profunda pasión por la perfumería fue una inolvidable experiencia.

Desafortunadamente, no llegué a tiempo para la cosecha de rosas. ¿Será posible el año que viene, tal vez?

Virginia

Nota: Para saber más acerca de esta hermosa ciudad histórica, los invito a visitar nuestra página en Facebook; muy pronto más fotos serán publicadas allí.

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

Continuous olfactory tour – Mecca for modern perfumery 

“The town was the Rome of scents, the promised land of perfumes, and the man who had not earned his spurs here did not rightfully bear the title of perfumer.”

Patrick Süskind  “Perfume: The Story Of a Murderer “

Perfume is frequently linked with Paris but the history of modern perfumery began in Grasse, a Southeastern French city. Pretty close to Nice and Cannes, this small medieval town was the place where -in the mid 18th century- tannery yielded way to perfumery as we know it today.

Grasse obtained its perfume relevance because of specific economical and political factors. High taxes on leather and the competition from Nice in tannery contributed to switching to fragrance industry that took advantage of its location between the Alps and the Mediterranean Sea (strategical for commerce and with a privileged weather to harvest and process jasmine, roses, violets, myrtle, lavender, mimosa and orange blossom).

I had been in France before, but in this opportunity I planned a specific olfactory tour: Deauville (World Perfumery Congress), Grasse,Versailles (L’Osmothèque) and Paris (of course). So by the time WPC finished, I was ready to visit the “Capital of Modern Perfumery”; yes, even with a transportation strike going on!

My traveling companions were “Essence and Alchemy: A Book Of Perfume” by Mandy Aftel, and “Perfume: The Story Of a Murderer” the famous novel written by Patrick Süskind. Those loved books gave me the perfect mood. After so many years dreaming of it, I was in Grasse for the first time, eager to see every corner of the town and smell every fragrant thing that would cross my path…in the lapse of two days.

As you may imagine, time was not enough (it never is) but that always makes a good excuse to return. So, my first stop was at the Musée International de la Parfumerie. If you are a huge fan of the history of fragrance, you will easily spend a whole day there. There are exhibitions of different extraction techniques as well as antique containers of scented unguents, pomades and oils from ancient times to modern bottles of present days.

Then I went on to visit -as some locals call them- les trois parfumeries soeurs de Grasse: Fragonard, Molinard and Galimard. The first one and second one provide a free brief tour into their respective usines (factories) and museums.The third perfumery is the most antique and iconic because its creator –Jean Galimard– was the tanner that offered scented leather gloves to Catherine de Medici for the first time.

Other milestone of this trip was having the pleasure of -finally!- meeting two inspiring perfumers. I enjoyed some delicious floral tea with Pierre Bénard (Osmoart); we had a fascinating conversation about personal projects, the sense of smell, culture, history and education. I also had the chance to chat over coffee with Jessica September Buchanan (1000Flowers) at la Place aux Aires; I was also fortunate enough to visit her studio. Learning details from her story and deep passion for perfumery was an unforgettable experience.

Unfortunately, this time I was unable to witness the rose harvest. Maybe next year?

Virginia

Note: In order to learn more about this historical city, please visit our Facebook page Té de Violetas; more photos will be posted there very soon.

Museo y Fábrica Fragonard foto: Virginia Blanco

Museo y Fábrica Fragonard       foto: Virginia Blanco

Museo Fragonard foto: Virginia Blanco

Museo Fragonard      foto: Virginia Blanco

Fábrica Fragonard foto: Virginia Blanco

Fábrica Fragonard      foto: Virginia Blanco

Marcos y paneles utilizados en la técnica de enfleurage (Museo Fragonard) foto: Virginia Blanco

Marcos y paneles utilizados en la técnica de enfleurage (Museo Fragonard)      foto: Virginia Blanco

Maison Molinard  foto: Virginia Blanco

Maison Molinard         foto: Virginia Blanco

Perfumería de la Maison Molinard foto: Virginia Blanco

Perfumería de la Maison Molinard      foto: Virginia Blanco

Perfumería de la Maison Molinard foto: Virginia Blanco

Perfumería de la Maison Molinard        foto: Virginia Blanco

Maison Molinard foto: Virginia Blanco

Maison Molinard foto: Virginia Blanco

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Entrada de la fábrica de Galimard foto: Virginia Blanco

Clase de perfumería (Galimard)  foto: Virginia Blanco

Clase de perfumería (Galimard)     foto: Virginia Blanco

Laboratorio Galimard  foto: Virginia Blanco

Laboratorio de Galimard         foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

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Grabado que inspiró a la escultura característica de Grasse (Museo Internacional de la Perfumería) foto: Virginia Blanco

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Dispositivo para oler ingredientes emblemáticos en la historia de la perfumería (Museo Internacional de la Perfumería) foto: Virginia Blanco

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foto: Virginia Blanco

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Ejemplar de “Los elementos de química de M. Jean Beguin” foto: Virginia Blanco

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Antiguos nécessaires y botellas de perfumes en miniatura foto: Virginia Blanco

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Pote de ungüento de alabastro (Egipto, 1580 – 1085 A.C.) y Alabastrón (Egipto, siglos IX – IV A.C.) foto: Virginia Blanco

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Place Aux Aires   foto: Virginia Blanco

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Place Aux Aires    foto: Virginia Blanco

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