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Eau d’Italie Eau d’Italie – Mirando al Mediterráneo

foto: Acrossrome.com

foto: Acrossrome.com

Quienes me conocen saben bien que Italia es uno de mis destinos de viaje preferidos….está bien, no voy a tratar de mentirles: ES absolutamente mi destino preferido, sin lugar a dudas ni discusiones.  Sicilia  representa el paraíso en la tierra y la sola mención de Roma me acelera el corazón. Los aromas de Italia me han impresionado con la misma fuerza que sus sabores, su arte y la belleza de sus habitantes. Eau d’Italie, como tal vez recuerden, rinde tributo a la geografía, historia y flora de la península.

Fundada por Marina Sersale -cuya familia es propietaria del hotel Le Sirenuse, en Positano– y Sebastián Álvarez Murena la marca ha recorrido un largo camino desde que lanzara su primera fragancia, hace más de diez años.
Eau d’Italie (el perfume) fue compuesto por Bertrand Duchaufour en ocasión del aniversario número 50 de Le Sirenuse. Su éxito fue tan resonante que derivó en el subsecuente lanzamiento de otras doce creaciones. Apenas dos meses atrás, Eau d’Italie abrió las puertas de una nueva boutique en Via dei Coronari, en Rome. Pequeña y encantadora, la tienda alberga el espectro completo de productos en una atmósfera mediterránea que remite a Le Sirenuse.

Volviendo a la creación originaria, Sersale y Álvarez Murena decidieron que no querían que fuera un cliché, por ese motivo evitaron la sobredosis de cítricos frecuente en las eaux de toilette italianas. Recién una década más tarde accederían a lanzar una fragancia cítrica teñida de menta (Acqua Decima). Mi percepción de Eau d’Italie es como si mirara al sol a través de una hoja de higuera; aunque la hoja de higuera no está listada entre las notas oficiales, siento el mismo ligero dulzor amaderado y  una luminosidad intensa que asoma por detrás…como un vitral hecho por la naturaleza. Eau d’Italie chispea con serenidad: notas de bergamota y flores blancas se intercalan con frescos destellos de verde sobre la sequedad que brindan el incienso y un magistral “acorde de arcilla“, evocador del olor de las baldosas de terracotta de Positano cuando calienta el sol (este acorde mineral seco “inspiraría” más tarde a otras marcas).El blend se agría ligeramente, como una insinuación de salmuera,con brotes de grosella y patchouli; esta característica  se presenta en la mayoría de las primeras creaciones de la casa. La longevidad es muy buena, no sólo en el eau de toilette sino también en los demás productos de la línea de extensión. Casual, pero discreto y refinado, se consagra como clásico moderno y una de las propuestas más sólidas de la marca.

Caro

Origen de la muestra: gentileza de Eau d’Italie

foto: Eauditalie.com

foto: Eauditalie.com

Eau d’Italie Eau d’Italie –  Looking onto the Mediterranean

Those acquainted with me know that Italy is one of my favorite  travel destinations….oh, ok, I will not try to fool you: it IS my absolute favorite destination ever.  Sicily  represents heaven on earth and the sole mention of Rome makes my heart beat faster. The scents of Italy have impressed me as strongly as its flavors, its art and the beauty of its people. Eau d’Italie, as you might remember, pays tribute to peninsular geography, flora and history with its fragrances.

Founded by Marina Sersale -whose family owns the hotel Le Sirenuse, in Positano– and Sebastián Álvarez Murena the brand has come a long way since they launched their first fragrance, more than ten years ago.
Eau d’Italie (the fragrance) was composed by Bertrand Duchaufour on the occasion of  Le Sirenuse‘s 50th anniversary. Its success was so resounding that it derived in the subsequent launching of other eleven creations. Barely two months ago, Eau d’Italie opened the doors of a new boutique on Via dei Coronari, in Rome. Small and charming, the store houses the entire range of products in a Mediterranean setting, evocative of Le Sirenuse.

Back to the original fragrance, Sersale and Álvarez Murena accorded that they didn’t want it to become a cliché, thus they avoided the citrus overdose so common in Italian eaux de toilette. They would only agree to launch a mint-tinged citrusy fragrance a decade later (Acqua Decima). My perception of Eau d’Italie is a bit like looking at the sun through a fig leaf; although fig leaf is not listed among the official notes, I get the same mild woody sweetness from it and an intense luminosity that peeks from behind…like a vitrail made by nature. Eau d’Italie sparkles quietly: notes of bergamot and white flowers are interspersed with fresh glints of green over a dryness given by incense and a masterful “clay accord” which intentionally evokes the sun-warmed terracotta tiles of Positano (this dry mineral accord would later “inspire”other brands. The blend appears slightly soured, like a hint of brine, with the presence of blackcurrant bud and patchouli; this characteristic is present in most of the house’s earlier creations. The longevity is very good, not only in the eau de toilette but also in the ancillary products. Relaxed yet discreet and refined, it is already established as a modern classic and as one of the brand’s most solid offerings.

Caro

Origin of sample: courtesy of Eau d’Italie

foto: gentileza de Eau d'Italie

foto: gentileza de Eau d’Italie        Boutique de la marca en Roma

 

Les Parfums de Rosine Roseberry – Primavera bucólica

foto: All-creatures.org

foto: All-creatures.org

Aunque una sea parcial a los perfumes operáticos y barrocos, gran parte del tiempo la agenda exige algo menos demandante.  De la misma manera en que la mayoría de las ocasiones no requieren de tacos altos, vestido de noche y las joyas de la abuela, los perfumes grandilocuentes a veces quedan fuera de la ecuación. Es el momento exacto en que “agradable” y “bonito” son bienvenidos.

“Bonito” resume con bastante exactitud a Roseberry, un eau de parfum  compuesto por Pierre Bourdon en 1997 para Les Parfums de Rosine. La casa parisina está dedicada a traducir todas las (aparentemente infinitas) facetas de la rosa al perfume. Claramente apasionada por  esta flor, la fundadora –Marie Hélène Rogeon- es la bisnieta de Louis Panafieu, quien solía crear eaux de cologne para el emperador Napoleón III.

Verde, floral y frutado, Roseberry resulta ideal para usar en primavera…o para conjurarla cuando el tiempo aún está frío. Aquí las rosas no conforman un bouquet arreglado primorosamente sino que parecen crecer al azar en un prado, matizadas por el dulzor herbáceo de la manzanilla. Una jugosa nota de  zarzamora endulza la rosa un poco más aún, pero lo frutal no resulta  abrumador. Finalmente prevalece el carácter floral de la composición a la par que una ligera jabonosidad refuerza su sensación de limpieza.

Fresca y aireada, esta fragancia transmite una alegría serena a lo largo de su evolución, que es bastante lineal.  Roseberry se mantiene cerca de la piel y su longevidad es mediana. Aunque menos distintivo que otras propuestas de la casa, resulta tan adorable que no puedo resistirme a su encanto.

Caro

Origen de la muestra: Muestra gentileza de perfumerías Nadia, Madrid

 

foto: Les-parfums-de-rosine.com

foto: Les-parfums-de-rosine.com

Les Parfums de Rosine Roseberry – Bucolic springtime

While one may be partial to operatic, baroque and statement-making fragrances, most of the time schedule calls for something a bit less demanding.  In the same way  most occasions don’t require high heels, an evening gown and one’s best jewels, big fragrances are some times out of the  equation. It is the exact moment when “nice” and “pretty” are most welcome.
“Pretty” very much sums up what Roseberry is about.  An eau de parfum  composed by Pierre Bourdon for Les Parfums de Rosine in 1997. The Parisian house is devoted to translating all of the (seemingly infinite) facets of  rose into fragrance. Clearly passionate about this flower, founder Marie Hélène Rogeon is the great granddaughter of Louis Panafieu, who used to create eaux de cologne for emperor Napoleon III.

Green, floral and fruity, Roseberry makes an ideal choice for springtime…or to summon up the season when the weather is still cold. The roses here do not form an artfully arranged bouquet; they seem, instead, to grow randomly in the wild, nuanced by the herbaceous sweetness of chamomile. A juicy  blackberry  note sweetens the rose even more but the fruitiness is not overpowering. In the end the floral character of the blend prevails while a faint soapiness reinforces its clean feel.

Fresh and airy, this fragrance conveys a serene joy throughout its (quite linear) evolution. Roseberry wears quite close to the skin and has average longevity. Although less distinctive than other offerings from the house, I find it so adorable I cannot resist its charm.

Caro

Origin of sample: Sample courtesy of Perfumerías Nadia, Madrid

 

Vero Profumo Rozy – La rosa tatuada

foto: Emma Livingston

foto: Emma Livingston

Durante los meses previos a su lanzamiento en Esxence, Vero Kern estimuló la curiosidad de sus devotos admiradores con imágenes que transmitían sensaciones relacionadas con la nueva fragancia: rosas purpúreas,  casi negras;capullos convirtiéndose en cenizas; Dame Barbara Cartland; (el artista anteriormente conocido como) Prince y, finalmente, Anna Magnani, a quien este perfume homenajea.

Cuando nos encontramos el último mes de julio, la Srta. Kern me había  contado que el extrait sería una rosa muy oscura -si bien no literal- y  que el eau de parfum tendría un aspecto más rosado, pero eso era todo lo que yo sabía al respecto. Frívolo, iridiscente, aterciopelado y erótico eran algunos de los adjetivos que flotaban en el aire. De acuerdo con la tradición de Vero Profumo, la nueva creación recibió un nombre de cuatro letras: Rozy.

Rozy hace un guiño a ciertos grandes clásicos y no es tan “rosado” como su nombre permitiría suponer, así que aquellos que no tienen una afición especial por las rosas podrían disfrutarlo también. Ambos eau de parfum and voile d’extrait son complejos y dinámicos.

Rozy Eau de Parfum es definitivamente digno de Lolita: todo duraznos y crema, rosas y satén rosado.Me recuerda un poco a Nahéma pero Nahéma es caleidoscópico, mientras que Rozy es iridiscente y mucho más sutil; como una acuarela opuesta a la densa pintura al óleo de Nahéma. Un delicado velo aldehídico cubre una rosa aduraznada que, en el transcurso de las horas, se desvanece en una estela de polvo de sándalo. Coqueto, provocativo y tentador, prácticamente me obliga a pestañear con la velocidad de las alas de un colibrí.

Rozy Voile d’Extrait es una mujer con pasado. Es rosas y transpiración y cigarrillos y sexo. El característico olor frutado-urinoso de los bourgeons de cassis en la salida trae a la mente a los gatos que Magnani tanto adoraba. La rosa aquí está mezclada magistralmente con una tuberosa de excelente calidad (estoy casi segura de que es el mismo absoluto de tuberosa que la Srta. Kern usó en Mito).  Algo crudo y primitivo acecha por debajo de este exterior sofisticado; quizás el aroma de la fruta muy madura, nectarina y casi pasada, como la que Edmond Roudnitska hizo brillar en Femme, Diorella y Le Parfum de Thérèse. Pero Diorella y Thérèse parecen castos en comparación y sólo la versión vintage de Femme podría competir con la aplomada sensualidad de Rozy. La rosa y la tuberosa cobran progresivamente tonalidades de miel hasta que la sensación acuerada del cistus, como una voz ronca, manifiesta su presencia.

El mejor elogio para Rozy vino de parte de mi marido quien -cansado de que le pida su opinión sobre cada perfume que pruebo- desarrolló dos respuestas standard que alterna aleatoriamente: “jabonoso” y “atalcado”. Cuando le pedí que por favor probara Rozy, exclamó “¡Es muy Anna Magnani!”.

Caro

Origen de las muestras: Muestras gentileza de Campomarzio 70

foto: Toutceciestmagnifique.com  fotógrafo: John Phillips  Anna magnani, Roma, 1947

foto: Toutceciestmagnifique.com    fotógrafo: John Phillips   Anna Magnani, Roma, 1947

Vero Profumo Rozy – The rose tattoo

During the months prior to its launching at Esxence,Vero Kern kept teasing her devout admirers with images that conveyed the feel of the upcoming  fragrance: blackish purple roses, blooms turning to ashes, Dame Barbara Cartland, (the artist formerly known as) Prince and, finally, Anna Magnani,to whom this perfume pays tribute.

When we met last July, Ms. Kern had told me the extrait would be a very dark -although not literal- rose and the eau de parfum  would be pinkier in appearance, but that was all I knew about it. Frivolous, iridescent, velvety and erotic were some of the adjectives that floated around. In accordance to the Vero Profumo tradition, the new creation received a four letter name: Rozy. Rozy nods at some of the great classics and it is not as rosy as its name might suggest, so those who are not especially fond of roses might enjoy it too. Both eau de parfum and voile d’extrait are complex and dynamic.

Rozy Eau de Parfum is definitely Lolita-esque: all peaches and cream, pink satin and roses. It reminds me a bit of Nahéma but whereas Nahéma is kaleidoscopic, Rozy is iridescent and much more subtle; like a watercolor opposed to Nahéma’s dense oil. A delicate aldehydic veil covers a peachy rose which, over the course of hours, fades into a trail of sandalwood dust. Flirty, provocative and enticing, it almost forces me to bat my eyelashes at the speed of hummingbird wings.

Rozy Voile d’Extrait is a woman with a past. It’s roses and sweat and cigarettes and sex. The characteristic fruity-urinous smell of the bourgeons de cassisin the openingbrings to mindthe cats Magnani adoreded so much. Rose is here masterfully blended with a tuberose of excellent quality (I am almost sure it is the same tuberose absolute Ms. Kern used in Mito).  Something very raw and primal lurks underneath the sophisticated exterior; perhaps the scent of overripe fruits, nectarous and just past its prime, like the ones Edmond Roudnitska made shine in Femme, Diorella and Le Parfum de Thérèse. But Diorella and Thérèse seem chaste in comparison and only vintage Femme could compete with Rozy‘s  mature sensuality. The rose and tuberose become progressively honeyed until the leathery feel of labdanum, much like a raspy voice, manifests its presence.

The best compliment for Rozy came from my  husband, who -tired of my asking his opinion on every single fragrance I  try- has  developed two standard answers which he randomly alternates: “soapy” and “powdery”. When I asked him to please sniff Rozy, he declared “This is totally Anna Magnani!”.

Caro

Origin of sample: samples courtesy of Campomarzio 70

 

Gucci L’Arte di Gucci – Espinas y rosas

imagen: Fanpop.com

imagen: Fanpop.com

L’Arte di Gucci es todo lo severo que un perfume puede llegar a ser; no encierra nada de juguetón o coqueto. Creado en 1991, cuando la tendencia de fragancias grandes ya declinaba en favor de los florales acuosos, fue discontinuado inexplicablemente apenas 16 años más tarde, en 2007. L’Arte  se convirtió en un perfume de culto entre los aficionados a los chipres y a las rosas y definitivamente vale la pena ser rastreado. L’Arte es un chipre de rosa en la misma vena que Ungaro Diva (Diva es más dulce y ambarado).Si les gusta Diva, Paloma Picasso, Knowing y Soir de Lune, es muy probable que L’Arte les agrade también.

Esta rosa es potente: especiada y meliflua, frutada en cierto modo agrio. El tagetes (caléndula) y una definida nota de manzanilla suman identidad a los matices frutales y agrestes. Los brotes de grosella negra prestan a la mezcla su característico aroma verde-frutado-urinoso, por ende -a pesar de sus tonalidades de miel– la rosa no se vuelve dulce y la fragancia tampoco. Deviene, sin embargo, en una flor perfectamente redondeada, presta para descansar  sobre  una base de sándalo y notas animales (almizcle, castóreo). Su sensualidad es madura y distante -casi hostil- pero rica y compleja.

Bellamente siniestra, L’Arte es una rosa espinosa y oscura que rompe corazones sin el menor indicio de sentimentalismo. Sugerimos combinarla con afiladísimos stilettos  y  lápiz de labios rojo.

Caro

Origen de la muestra: botella de eau de toilette comprada en Perfumería Togat’s, Buenos Aires

foto: Yushainternational.com

foto: Yushainternational.com

Gucci L’Arte di Gucci – Thorns and roses

L’Arte di Gucci is as severe as a fragrance can get; there is nothing playful or flirty abut it. Created in 1991, when the trend for such big fragrances was declining in favor of aquatic florals, it was unexplainably discontinued only 16 years later, in 2007. L’Arte  has become a bit of a cult fragrance among chypre and rose afficionados and is definitely worth tracking down. L’Arte is a rosy chypre in the same vein as Ungaro Diva (Diva is sweeter and more ambery). If you like Diva, Paloma Picasso, Knowing and Soir de Lune, chances are L’Arte will be your cup of tea too.

This rose is potent: spicy and honeyed, fruity in a sour kind of way. Tagetes (marigold) and a nitid chamomile note add up to the wild fruitiness.  Blackcurrant bud lends its characteristic green-fruity-urinous scent so -despite its hints of honey– the rose never becomes sweet and neither does the fragrance. It results, nonetheless, in a perfectly rounded flower, ready to rest on a base of sandalwood and animal notes (musk, castoreum). Its sensuality is mature and distant -almost hostile- but complex and rich.

Beautifully sinister, L’Arte is a dark thorny rose that breaks hearts without the smallest suggestion of sentimentality. We suggest you pair it with red lipstick and your sharpest stilettos.

Caro

Origin of sample: bottle of eau de toilette purchased at Perfumería Togat’s, Buenos Aires

foto: Theguardian.com   copyright: Getty

foto: Theguardian.com    copyright: Getty

Guerlain Chamade (vintage) – Romántica primavera

foto: Bulbsonline.com.au

foto: Bulbsonline.com.au

Entre las perfumadas leyendas vivientes (aunque algunas se ven un poco moribundas en estos días) que Guerlain  nos dio, Chamade es mi favorito indiscutido. Comparte un aura de romanticismo con L’Heure Bleue, Shalimar y Nahéma, otros hitos de la misma casa, pero puedo usarlo con más comodidad. La bella melancolía de L’Heure Bleue parece permearme la mayoría de las veces, Shalimar vintage huele anticuado (el nuevo no me parece digno del nombre) y el colorido y tridimensional Nahéma me abruma.

Chamade fue creado por Jean-Paul Guerlain y toma su nombre de la novela “La Chamade”, escrita por Françoise Sagan en 1965. El filme epónimo  protagonizado por Catherine Deneuve  (quien más tarde inspiraría la creación de Nahéma) fue estrenado en 1968,un año antes de que Chamade viera la luz.

El término chamade alude al son de tambor que ordenaba retirada durante los tiempos napoleónicos, por extensión, al latido del corazón que se rinde ante la intensidad del amor.

Chamade abre con la snotas verdes que estaban tan en boga en el momento de su creación (No.19, Cristalle y Diorella aparecerían en la escena pocos años más tarde). La verde intensidad del gálbano se adorna con el característico olor fresco-frutado-urinoso del brote de grosella negra (cassis). La impresión inicial es de una nube de polen tan vívida que los estornudos no parecerían una posibilidad remota. Una vez que nuestra nube de polen se disipa un poco, el usuario se encuentra cara a cara con un corazón floral dominado por el jacinto, en el que la rosa y el jazmín tienen también una marcada presencia. El ylang-ylang se presta al juego con su sensualidad indolente y lánguida. Luego de una montaña rusa de sensaciones olfativas, Chamade se establece en un fondo sereno donde el sándalo se une con vainilla y atalcada tonka.

Otros dos perfumes que me recuerdan a Chamade son Annick Goutal Grand Amour, con su bouquet ambarado de jacintos y Puredistance Antonia, cuya aguda salida verde abre paso a un corazón cálido.

Mis botellas (parfum y eau de toilette) datan de la década de 1970. La longevidad y sillage de ambas versiones es irreprochable. No he olido la reformulación actual, que se corresponde con el frasco de la ilustración.

Caro

Origen de la muestra: frascos adquiridos en Perfumería Togat’s, Buenos Aires

foto: Guerlain.com

foto: Guerlain.com

Guerlain Chamade (vintage) – Romantic Spring

Among the fragrant living legends (although some of them look quite moribund these days) Guerlain  gave us, Chamade is my undisputed favorite. It shares an aura of romanticism with L’Heure Bleue, Shalimar and Nahéma, other milestones from the same house, but I can wear it with more ease. The beautiful melancholy of L’Heure Bleue seems to permeate me most of the time, vintage Shalimar smells dated (I don’t find the current one worthy of the name) and the tridimensional colourful Nahéma overpowers me.

Chamade was created by Jean-Paul Guerlain and takes its name from the novel “La Chamade”, written by Françoise Sagan in 1965. The eponymous film starring Catherine Deneuve  (who would later inspire the creation of Nahéma) was released in 1968,one year before Chamade saw the light of day.

The  term chamade alludes to the drumbeat that signalled retreat during Napoleonic times and, by extension, to the beating of the heart that surrenders before  the intensity of love.

Chamade opens with the green notes that were so in vogue at the time of its creation (No.19, Cristalle and Diorella would appear on the scene a few years later). The green intensity of galbanum is embellished with the characteristic fresh-fruity-urinous smell of  blackcurrant bud. The initial  impression is that of a pollen cloud so vivid that sneezes wouldn’t be a remote possibility. Once the pollen cloud dissipates a bit, the wearer  faces a floral heart dominated by hyacinth, but where rose and jasmine also have marked presence. Ylang-ylang joins the game with its indolent and languorous sensuality. After an olfactory rollercoaster of sensations, Chamade settles into a serene drydown in which sandalwood meets vanilla and powdery tonka.

Two other fragrances that remind me of Chamade are Annick Goutal Grand Amour, with its ambery hyacinth bouquet and Puredistance Antonia, whose sharp green opening gives way to a warm heart.

My bottles (parfum and eau de toilette) date from the 1970s. The longevity and sillage of both versions is beyond reproach. I haven’t smelled the current formulation, which corresponds with the flacon in the illustration.

Caro

Origin of sample: bottles purchased at Perfumería Togat’s, Buenos Aires