Tag Archives: tuberosa – tuberose

Vero Profumo Rozy extrait – Púrpura profundo

rozycaro2

foto: Caro Fernandez

Las creaciones de Vero Profumo llevan a menudo el sello de los grandes clásicos sin que eso vaya en desmedro de su propia identidad. Rozy, que fue concebido como un homenaje a la fabulosa Anna Magnani, recuerda a un mismo tiempo obras tan disímiles como Guerlain Nahéma, Knize Ten y Dior Poison.

Cuando Rozy fue presentado, en 2014, las dos fórmulas que la nariz Vero Kern ofrecía no podían diferir más entre sí. El eau de parfum, una mélange coqueta de duraznos, rosas y lilas, resultaba quizás la fragancia menos polarizante de toda la línea. El voile d’extrait, en cambio, se mostraba más oscuro, taciturno, poco accesible: bourgeons de cassis, cuero y una tuberosa con matices de goma y miel que apenas atenuaba las cosas. Se sentía como una versión femenina (aunque no demasiado) de Knize Ten. Tiempo después, se lanzó el extrait. Rozy extrait parece más cercano al voile en composición, se siente más denso -al punto de la viscosidad- y ridículamente hedonista. El ritual casi íntimo de aplicar la fragancia concentrada sobre los puntos de pulso con su taponcito de vidrio, intensifica la experiencia.

Al abrir la botellita se recuerda de inmediato el extrait de Poison, una semejanza no aparente en las otras versiones de Rozy. Este extrait evoluciona sobre la piel mucho más rápidamente que el eau de parfum o el voile. La salida, incisiva, es efímera y menos alcanforada. En el corazón oscuro y texturado aparece una rosa damascena jugosa y de dulzor casi nectarino. El rol estelar, sin embargo, corresponde a una tuberosa gomosa, desprovista de toda faceta tropical o luminosa. Es en esta etapa que la profundidad  y complejidad de Rozy se aprecian mejor. La base emerge sin hacerse esperar: cistus y sándalo irradian calidez, mientras que miel y almizcle logran un suave ronroneo animal. Encuentro el extrait menos tenaz que el voile d’extrait, pero su fluidez y redondez compensan ampliamente esta ligera desventaja.

Caro

Origen de la muestra: Botella comprada en Campomarzio 70, Roma.

rozyextrait

foto: Caro Fernandez

Vero Profumo Rozy extrait – Deep purple

Vero Profumo creations often bear the mark of the great classics all the while retaining their own strong identity. Rozy, which was conceived as a tribute to the fabulous Anna Magnani, reminds at a time of such dissimile masterpieces as Guerlain Nahéma, Knize Ten and Dior Poison.

When Rozy was introduced, back in 2014, the two formulas nose Vero Kern offered couldn’t be more different from each other. The eau de parfum, a flirty mélange of peaches, roses and lilacs, became perhaps the least polarizing fragrance in her line. The voile d’extrait, in turn, appeared darker, moody, not too approachable: bourgeons de cassis, leather and a rubbery honeyed tuberose that mellowed things just a bit. It felt like a feminine (though not too much) version of Knize Ten. Some time later the extrait was launched. Rozy extrait seems close to the voile in composition, it feels denser -to the point of viscosity- and absurdly decadent. The almost intimate ritual of dabbing concentrated fragrance on pulse points with the stopper intensifies the experience.

Upon opening the tiny bottle one is reminded of Poison extrait, a similarity not apparent in Rozy‘s other versions. This extrait evolves on the wearer’s skin much faster than either the eau de parfum or voile. The pungent opening is short lived and less camphoraceous. In the dark textured heart, a juicy almost nectarous rose damascena appears.  The starring role, though, still belongs to a rubbery tuberose, devoid of any luminous or tropical facets. It is at this stage where Rozy‘s depth and complexity are best appreciated. The base emerges soon: labdanum and sandalwood radiate warmth, while honey and musk make for a soft animalic purr. I find the extrait slightly less tenacious than the voile d’extrait, but its smoothness and roundness more than make up for this disadvantage.

Caro

Origin of sample: Bottle purchased at Campomarzio 70, Rome.

Memo Paris Marfa – Tuberosas en el desierto

tuberosa2

foto: Plantsrescue.com

” Cuando pienso en una fragancia siempre pienso más en un lugar que en una persona. Pero para mí los lugares están vivos, respiran con el viento (…)” dice Clara Molloy, fundadora -junto a su marido John– de Memo Paris. Todas las fragancias de Memo han sido inspiradas por viajes y lugares.

Marfa, una pequeña ciudad de Texas, da nombre a un perfume de tuberosa. Marfa eau de parfum evoca el paisaje infinito y casi surreal del desierto de Chihuahua. Compuesto por la nariz Aliénor Massenet (IFF), es resueltamente moderno y de presencia firme. Conocemos demasiado bien la tendencia explosiva y monolítica de la tuberosa, pero no hay nada que temer aquí: Marfa, si bien voluptuoso y narcótico, está cargado de inflexiones. Un sándalo dulce y lactónico rodea al nardo reforzando su aliento cálido. En este punto, se siente como la traducción olfativa de los colores de un atardecer. Matices verdes como gotas de savia, añaden cierta frescura a la composición, inteligente contrapunto al sándalo y la vainilla. Es esta cualidad vegetal la que hace a Marfa más vivo y vibrante, evitando que se vuelva chato. Luego de varias horas de uso, lo que permanece  sobre la piel es un cremoso almizcle blanco sumado al recuerdo vago de una tuberosa.

Igual que una planta del desierto, Marfa florece a las mil maravillas en el calor del verano, que amplifica su sillage, ya de por sí bueno. Recomendadísimo para los adoradores de la Polianthes tuberosa, especialmente en sus encarnaciones más modernas (Vamp à NY, Les Nombres d’Or Tubéreuse).

Caro

Origen de la muestra: gentileza de Perfumería Nadia, Madrid

memomarfa2

imagen: Memoparis.com

Memo Paris Marfa – Tuberoses in the desert

” When I think of a fragrance, I always think of a place rather than a person. But for me, places are living, they breathe with the wind (…)” says Clara Molloy, founder of Memo Paris together with husband John. All of the fragrances in the Memo range have been inspired by travels and places.

Marfa, a small Texas city, gives name to a tuberose fragrance. Marfa eau de parfum evokes the infinite and almost surreal landscape of the Chihuahuan desert. Composed by nose Aliénor Massenet (IFF), it is resolutely modern and assertive. We know too well how tuberose can border on monolithic and explosive, but there’s nothing to be feared here: Marfa, though sultry and narcotic, is still full of inflections. A sweet lactonic sandalwood surrounds the tuberose reinforcing its warmth breath. At this point, it feels like an olfactory translation of the orange shades of sunset. Green hints, like sap droplets, add a certain freshness to the composition, a smart counterbalance to sandalwood and vanilla. It is this vegetal quality what makes Marfa feel more vibrant and alive, preventing it from becoming flat. After many hours of wear, the skin is left with the scent of creamy white musk and the vague memory of a tuberose.

Akin a desert flower, Marfa blooms beautifully in the summer heat which amps up its already good sillage. Highly recommended for those who love Polianthes tuberosa, especially in its more modern incarnations (Vamp à NY, Les Nombres d’Or Tubéreuse).

Caro

Origin of sample: courtesy of Perfumería Nadia, Madrid

Parfums Isabey La Route d’Emeraude – Chispas de jazmín

Route-dEmeraude

foto: Indochinaroadtourer.asia

Mientras conversábamos café por medio, mayormente sobre trabajo, mi amiga abrió un cajón de su escritorio y dijo “Tengo un frasco de algo por acá ¿querés llevártelo?”. El “sí” resonó antes de que la pregunta terminara; siempre queda tiempo para arrepentirse. En la bonita caja amarilla dormía una botella de Isabey La Route d’Emeraude. Curiosamente, un año antes me había sentido tan intrigada por este perfume que había estado a punto de cometer el peor de los pecados: comprar sin haberlo probado.

La Route d’Emeraude se inspira en el viaje que lleva al “Triángulo Esmeralda”, un área magníficamente verde y frondosa que une las fronteras de Tailandia, Camboya y Laos. La Route d’Emeraude fue creada originalmente en 1924, su botella diseñada por el legendario artista vidriero Julien Viard (el flacon de nuestros días sigue las líneas del diseño de Viard). La fragancia fue actualizada en 2012 por el nariz Jean Jacques y la directora creativa Rania Naim. Si bien no he podido oler la versión de la década del ’20, la que está disponible actualmente es tan clásica, plena y satisfactoria que no hace añorar tiempos pasados.

Una nota de bergamota ácida y algo severa oficia de preludio a la subsecuente explosión de flores blancas. El jazmín sambac y el jazmín de Marruecos, ambos más verdes que la variedad de Grasse, se funden con la tuberosa y la flor de naranjo deteniéndose apenas antes de alcanzar un dulzor excesivo. La Route d’Emeraude realmente florece sobre la piel: crece, se abre, pulsa, expande su calidez nectárea. Sin embargo, a través de la evolución, logra conservar el verdor, una frescura ligera que hace un guiño cómplice al nombre, sumando a la idea de chispeantes gemas exóticas. El fondo sutil –ambaradoalmizclado- enfatiza la redondez sensual de la composición.

Desaconsejada para tímidos, La Route d’Emeraude demuestra una longevidad sobresaliente, gran sillage y se aferra con tenacidad a la ropa.  Está disponible también en una versión extraitPerle de la Route d’Emeraude.

Caro

Origen de la muestra: regalo de una amiga

emeraude panouge dot com

foto: Panouge.com

Parfums Isabey La Route d’Emeraude – Jasmine sparks

As we talked over coffee, mostly about work, my friend opened a drawer in her desk and said “I have a bottle of something lying around. Would you like to take it home?”. My “yes” resounded before she even finished her sentence; there’s always plenty of time for regrets. Housed in the lovely yellow box, lay a bottle of Isabey La Route d’Emeraude. Curiously enough, a year ago I had been so intrigued by this fragrance that I almost committed that worst of sins: buying unsniffed.

La Route d’Emeraude was inspired by a journey leading to the Emerald Triangle, a magnificently green and lush area that joins the borders of Thailand, Cambodia and Laos. La Route d’Emeraude was originally created in 1924, its bottle designed by legendary verrier Julien Viard (the present-day flacon follows the lines of Viard’s design). The fragrance was revamped in 2012 by nose Jean Jacques and creative director Rania Naim. While I haven’t sniffed the version dating from the roaring twenties, the current one is so classical, full and satisfying it doesn’t make me long for days gone by.

A tart and somewhat acerbic bergamot note acts as a prelude to the subsequent explosion of white flowers. Jasmine sambac and Moroccan jasmine, both greener than the Grasse variety, meld with tuberose and orange blossom stopping just a step short of excessive sweetness. La Route d’Emeraude really blooms on the skin: it grows, opens, pulsates, expands its nectarous warmth. But throughout its evolution, it manages to retain a  greenness, a slight freshness that nods to its name, adding up to the idea of sparkly exotic gems. The delicate drydown –amberymusky- emphasises the sensual roundness of the composition.

Not for the shy, La Route d’Emeraude possesses outstanding longevity, big  sillage  and lingers tenaciously on clothes.  It is also available in an extrait version: Perle de la Route d’Emeraude.

Caro

Origin of sample: gift from a friend

Mona di Orio Les Nombres d’Or Tuberéuse – Una perla verde

tuberosas

foto: Jardindeplantas.com

La colección Les Nombres d’Or explora la teoría estética de la proporción áurea. Las eaux de parfum de esta línea toman inspiración  y se componen alrededor de distintos ingredientes centrales. La originalidad exquisita de la creadora Mona di Orio (1969-2011) impregna cada composición: en la misma manera que su Musc  no retrata el esperado animal salvaje, su Tuberéuse no es una diva como Fracas, Scandal o incluso  Golden Tuberose. En lugar de sugerir fucsias vibrantes, opulentos oros o amarillos soleados, envía un guiño a los tonos pálidos del jade verde.

El aroma narcótico de la tuberosa está rodeado de leyendas; algunas culturas incluso creían que sus emanaciones nocturnas podían llevar a las muchachas a la locura.  Acostumbrada a los pesos pesados de los nardos, me tomó un tiempo abrirme a Tuberéuse. Discreta pero firme es toda calma y sutileza; la flor hace su transición de día a noche, volviéndose más seductora con cada hora que pasa.

El cosquilleo de la pimienta rosa (Schinus molle, nuestro aguaribay) y el centelleo de la bergamota logran una salida luminosa. Esta es una tuberosa fresca, verde, los pimpollos todavía no están abiertos…hay incluso algo de aspereza en esta etapa.  Pero cuando menos se espera, las cosas se suavizan: la tuberosa se vuelve lechosa, las notas comienzan a deslizarse una alrededor de otra. El chispeo se convierte en un suave resplandor endulzado con delicados toques de heliotropo y coco. El sillage es más bien personal y la longevidad, muy buena.

Tuberéuse es compleja y llena de matices. Aunque más ligera que las otras creaciones de la línea Les Nombres d’Or, se siente sustanciosa de todos modos y es una de las interpretaciones más realistas de la tuberosa que haya probado.

Caro

Origen de la muestra: muestra obtenida como regalo por compra en Parfumerie Marie Antoinette, París

tubereuse mona di orio

foto: Monadiorio.com

Mona di Orio Les Nombres d’Or Tuberéuse –  A green pearl

Les Nombres d’Or collection explores the aesthetic theory of the golden ratio. Every eau de parfum in this range takes its inspiration from and is composed around a different raw material. Creator Mona di Orio‘s (1969-2011) exquisite originality pervades each of these compositons. In the same way her Musc doesn’t portray the expected wild animal, her Tuberéuse is not a diva like Fracas, Scandal or even Golden Tuberose. Instead of suggesting bright fuchsias, opulent golds or sunshine yellows, it nods at the pale hues of green jade.

The narcotic smell of tuberose is surrounded by legend; some cultures even believed its nighttime emanations could make young girls fall into madness. Being used to tuberose heavyweights, it took me some time to warm up to Tuberéuse. Discreet yet affirmed, it is all about calm and subtlety; the flower transitions from day to night, becoming more seductive with each passing hour, .

The tingle of pink pepper (Schinus molle, our aguaribay) and the sparkle of bergamot make for a luminous opening. This  is a fresh, green tuberose, its buds are not yet open…there’s even a bit of raspiness at this stage. But when one least expects it, things get smoother:  the tuberose becomes milky, the notes begin to glide around each other. The sparkle morphs into a soft glow sweetened by delicate hints of heliotrope and coconut. Sillage is close but longevity, very good.

Tuberéuse is complex and nuanced. Although lighter than the other creations from the Les Nombres d’Or line, it still feels substantial and is one of the most realistic renditions of tuberose I have ever smelled.

 

Caro

Origin of sample: sample gifted with purchase at Parfumerie Marie Antoinette, Paris

Neela Vermeire Créations Pichola – ¡Hágase la luz!

foto: Lestopnews.com

foto: Lestopnews.com

Nunca es tarde si la dicha es buena. Neela Vermeire Créations Pichola fue presentado a principios de este año y, en ese momento, muy elogiado en la blogósfera perfumística. Hace muy poco logré obtener una muestra y comprender a qué se debía todo el runrún. La línea de Neela ha sido desarrollada en colaboración con el nariz Bertrand Duchaufour y el resultado, hasta ahora, fascinante. Los perfumes son sólidos en composición, calidad e identidad así que no resulta difícil enamorarse de ellos. El arduo trabajo tras la marca  y la concreción del sueño de una amante de las fragancias también son loables.

Esta composición toma su nombre del  Lago  Pichola  en Udaipur,  Rajastán, un lago artificial de agua dulce que fue creado en el siglo XIV. Pichola busca imitar los reflejos de la luz en el agua: los alegres destellos de la luz solar, el resplandor sereno de la luna. El Cielo sabrá por qué yo esperaba un perfume ligero. No lo es: a pesar de su luminosidad, Pichola resulta considerablemente contundente.

La salida es vivaz y soleada, sensación lograda a través de notas cítricas  (bergamota y clementina) y neroli.  El centelleante reflejo de los rayos del sol volcando distintos tonos de dorado en el agua ha sido capturado con exactitud. El corazón presenta un rico bouquet de flores blancas: el neroli anteriormente mencionado da un paso atrás permitiendo que la flor de naranjo, magnolia, jazmín y tuberosa brillen y deslumbren.  La tuberosa parece ir y venir y, de tanto en tanto, su presencia se torna marcada si bien no abrumadora. El aroma natural de la flor se ve logrado con particular éxito y me recuerda a un intento  de enfleurage de tuberosa que hice hace un par de años (bastante decente, si me preguntan). Un apetitoso dúo de cardamomosándalo,  reminiscente del que aparece en Trayee, brinda una sensación reconfortante. Resumiendo: una sinfonía floral encantadora, que se inclina hacia el lado femenino del espectro y ostenta excelente tenacidad.
Caro

Origen de la muestra: Muestra gentileza de Neela Vermeire Créations.

foto: Neelavermeire.com

photo: Neelavermeire.com

Neela Vermeire Créations Pichola – Let there be light!

One’s never too late to a good party. Neela Vermeire Créations Pichola was launched earlier this year and, at the time, much celebrated among the fragrant blogosphere. It was only now that I managed to obtain a sample and understand what the buzz was all about. Neela‘s line has been developed in collaboration with nose Bertrand Duchaufour and the result, so far, is truly enchanting. The fragrances are solid in composition, quality and identity so it doesn’t become difficult to fall in love with them. The hard work behind the brand and the materialisation of a fragrance lover’s dream should also be lauded.

This latest composition is named after Lake Pichola in Udaipur,  Rajasthan, an artificial freshwater lake which was created in the XIV century.  Pichola aims to mimic the reflections of light on the  water: the joyful sparkle of sunlight, the serene glow of moonlight. Heavens know why, I was expecting a light fragrance. It is not: despite its luminosity, Pichola eau de parfum is still substantial.

Its opening is lively and sunny, a feel conveyed via citrusy notes (bergamot and clementine) and neroli.  The scintillating reflection of sun rays casting different hues of gold over the water has been accurately captured. The heart showcases a rich bouquet of white flowers: the aforementioned neroli steps back and lets orange blossom, magnolia, jasmine and tuberose shine and dazzle. The tuberose seems to come and go and, from time to time, its presence becomes very marked though not overwhelming. The natural scent of the flower has been achieved with special success, reminding me of an attempt at tuberose enfleurage I did a couple years ago (pretty decent if you ask).  A mouthwatering cardamomsandalwood pairing,  reminiscent to the one employed in Trayee, provides a reassuring feel. All in all: a charming floral symphony, leaning towards the feminine side, boasting excellent tenacity.
Caro

Origin of sample: Sample courtesy of Neela Vermeire Créations.