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Tom Ford Private Blend Café Rose – Una rosa gigante

 

foto: Caro Fernandez

foto: Caro Fernandez

María trabaja en el mostrador de Tom Ford en Oberpollinger, una centenaria tienda por departamentos en Munich. Es una vendedora inusual, tan apasionada por su trabajo que, si quisiera, podría convencer a uno de comprar un elefante blanco. Fue María quien me hizo conocer Café Rose, en ese momento la adición más reciente a la línea de fragancias Tom Ford.

Café Rose fue creado en 2012 por Antoine Lie (anteriormente en Givaudan, actualmente en Takasago) y muestra una rosa en línea con el sentido estético del Sr. Ford: moderna, de gran calidad, monolítica (si bien menos que otras propuestas de la misma casa) y no particularmente discreta. Sobre mi piel Café Rose abre como una rosa fotorrealista. La flor se endulza progresivamente y revela una faceta más seductora a medida que va adquiriendo matices de maderas y almizcle: ¡Me encanta!

El aroma melifluo del absoluto de rosa búlgara prevalece en un bouquet donde también figuran la rose de Mai y la rosa turca.  Pero el bouquet, rebelde, no pertenece a las damiselas modestas y mojigatas de antaño: Monsieur Lie espolvoreó generosamente estas flores pulposas con pimienta y azafrán y las salpicó con una (elegante y sutil) nota de café. Las notas se despliegan  con fluidez y ninguna sobresale por sobre las otras; con la excepción, claro, de las rosas. En el fondo, más clásico, confluyen ámbar, patchouli y sándalo.

Café Rose es como una de esas mujeres que seducen con su serenidad, aparentemente ignorantes de su propia e indiscutible belleza. Sillage promedio y buena longevidad para una enorme rosa que parece fundirse  con la piel de quien la lleva.

Caro

Origen de la muestra: Muestra gentileza del mostrador Tom Ford, Oberpollinger, Munich.

foto: Tomford.com

 

Tom Ford  Private Blend Café Rose – A gigantic rose

María works at the Tom Ford counter of Oberpollinger, a centenarian department store in Munich. She is one rare saleslady, so passionate about her job that she could sell one a white elephant if she wished to. It was María who introduced me to Café Rose, then the most recent addition to the Tom Ford ragrance line.

Café Rose was created in 2012 by Antoine Lie (formerly Givaudan,  currently Takasago)  and showcases  a rose in line with Mr. Ford‘s sense of aesthetics: modern, of great quality, monolithic (though less so than other offerings from the same house) and not particularly subdued. On my skin Café Rose opens as a photorrealistic rose. The flower becomes progressively sweeter and reveals a more seductive facet as it acquires  woody and musky nuances: I love it!

The honeyed scent of Bulgarian rose absolute prevails in a bouquet which also features rose de Mai and Turkish rose. But this rebellious bouquet does not belong to  prim and proper ladies of yesteryear: Monsieur Lie has sprinkled these pulpy blooms generously with pepper and saffron and splashed them with a (subtle, elegant) coffee note. Notes seem to unfold fluidly and none of them stands out above the others except, of course, the roses. Amber, patchouli and sandalwood coalesce at the more classic base.

Café Rose is like one of those women who seduce with serenity, seemingly unaware of their own undisputed beauty. Average sillage and good longevity for a big rose that seems to meld with the wearer’s skin.

Caro

Origin of sample: Sample courtesy of the Tom Ford counter, Oberpollinger, Munich.

Tour olfativo en Argentina – Hogar dulce hogar

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

Cuando se toma distancia de algo, uno puede apreciar sus partes más lindas y también las menos. A veces ese objeto es percibido con nostalgia a través de un matiz romántico. Esos sentimientos añaden una dimensión extra a la experiencia de volver a casa.

Estuve viviendo lejos de mi país –Argentina– por casi un año y medio, pero el pasado 28 de diciembre volví por unos días. Luego de un largo viaje de 20 horas, con mi esposo arribamos a la ciudad de Buenos Aires. Los tan conocidos tangos  “Mi Buenos Aires Querido” y “Volver” inevitablemente vinieron a mi mente y a mi boca (sí, resulté ser un real y completo cliché argentino).

Buenos Aires en verano huele a espressomedialunasconcreto -muy- caliente, tilos en flortuberosassmog y vapor. Pero después de mi visita a  Caro, hubo una revolución olfativa desarrollándose en mi cabeza: ¡ambas teníamos un montón de perfumes para compartir la una con la otra! Por supuesto, un sólo encuentro no fue suficiente para lograr ese cometido.

El fin de semana fuí a mi ciudad natal, Madariaga, provincia de Buenos Aires. Es un lugar muy tranquilo, rodeado de apacibles parajes rurales. En mi memoria lo conecto con el aroma de la yerba mate, el jazmín del país (Jasminum Officinale), los eucaliptos, la madera de pino, brasas, pasto y tierra negra.

Me encanta viajar, conocer otros lugares, otra gente y sus culturas. Pero puedo afirmar que cuanto más tiempo uno pasa lejos de su país, más fuerte se siente la conexión con las propias raíces.

Virginia

foto: Virginia Blanco  Buenos Aires nocturna desde el aire

foto: Virginia Blanco Buenos Aires nocturna desde el aire

Olfactive tour in Argentina – Home sweet home

When one takes distance from something, she can appreciate better its brightest parts but also the dark ones. Sometimes that object is perceived with nostalgia through a romantic lens. Those feelings bring an extra dimension to the experience of coming back home.

I’ve been living away from my country –Argentina– for almost a year and a half . This past December I returned for a few days. After a 20 hour long trip, my husband and I arrived in Buenos Aires city. The popular tangos “Mi Buenos Aires Querido” and “Volver” inevitably popped up in my mind and my mouth (yes, I’m a real Argentinian cliché!).

Buenos Aires in Summer smells like espresso, medialunas (a kind of Argentinian croissants), very-hot concrete, linden blossom, tuberoses, smog and steam. But after my visit to Caro, there was a fragrance revolution going on in my head: we had a lot of perfumes to share with each other! Of course, one meeting wasn’t enough for that.

On the weekend I went to my native town, the city of Madariaga, in the province of Buenos Aires. It’s a quite place, amidst a peaceful rural landscape. In my mind it’s connected with the aroma of yerbamate, jazmín del país (Jasminum Officinale), eucalyptus, pine wood, embers, grass and black soil.

I really love traveling, getting to know other places, different people and their cultures. But I can affirm the more time you spend away from your country, the stronger connection you feel with your roots.

Virginia

foto: Virginia Blanco  La confitería Las Violetas, sede no oficial de nuestro blog

foto: Virginia Blanco La confitería Las Violetas, sede no oficial de nuestro blog

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco  El Obelisco (Av. 9 de Julio)foto: Virginia Blanco El Obelisco (Av. 9 de Julio)

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco  George

foto: Virginia Blanco             George

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco  Camilo

foto: Virginia Blanco         Camilo

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

Oliver & Co. Resina – Bálsamo hipnótico

imagen: Bookworkschicago.blogspot.com

imagen: Bookworkschicago.blogspot.com

Entiendo los perfumes de Oliver Valverde no como meras fragancias sino también como creadores o potenciadores de estados de ánimo y clima. El joven nariz español ha ganado mi respeto con sus creaciones de autor, que resultan tan originales como fáciles de llevar.

Resina es ambarado y balsámico, pero no denso. La salida se siente tan picante que la nariz puede arder si se inhala desde muy cerca: nuez moscada, anís estrellado jengibre  parecen envueltas en una cáscara gomosa, con reminiscencias de látex. Luego de unos pocos minutos los bordes filosos se suavizan, la mezcla se dulcifica y adquiere matices otoñales que me recuerdan un poco al extraordinario Vetiverus de Oliver & Co.. Extrañamente hipnótica, la frialdad plateada del incienso pinta trazos contrastantes sobre un fondo cálido y mullido de bálsamo de Tolu, benjuí y opopanax. Acogedor, envolvente y aun así liviano, Resina tiene una persistencia notable.

A pesar de haberlo probado en varias ocasiones, no me he formado una opinión cabal del elusivo Resina –es posible que prefiera al más terso Vetiverus– pero esconde algo atractivo, algo que me hace oler las muñecas una y  otra vez, y otra vez más. Horas más tarde, a lo largo del día, sigo detectando un olorcillo especiado y carnal que parece jugar a las escondidas.

Puede que no sea tan necesario definir mi opinión sobre Resina después de todo. Su aura de misterio y su condición esquiva constituyen la fascinación más grande.

Caro

Origen de la muestra: Muestra gentileza de Oliver & Co.

foto: Oliverandco.es

foto: Oliverandco.es

Oliver & Co. Resina – Hypnotic balsam

I understand Oliver Valverde‘s fragrances not as mere perfumes but also as mood and atmosphere creators or enhancers. The young Spanish nose has earned my respect with his auteur creations, which are as original as they are wearable.

Resina is ambery and balsamic but not dense. The opening feels so spicy that nostrils may burn if inhaled from too short a distance: nutmeg, star anise and ginger seem enveloped in a rubbery wrapping, reminiscent of latex. After a few minutes, the sharp edges become smoother,the blend turns sweeter and acquires autumnal hues that remind me of Oliver & Co.‘s extraordinary Vetiverus. Strangely hypnotic, the silvery coldness of frankincense paints contrasting brushstrokes on a warm, plush background of tolu, benzoin and opopanax. Cozy, cocooning but still lightweight has outstanding tenacity.

Despite having road-tested it several times, I have not fully made up my mind about the elusive Resina –I might prefer the smoother Vetiverus– but there’s something compelling about it, something that makes me smell my wrists again and again and yet again. Hours later, into the day, I keep catching these mysterious whiffs, spicy and carnal at a time, that seem to play hide and seek. There might be no need to make my mind about Resina after all. Its aura of mystery and its evasive condition constitute its greater fascination.

Caro

Origin of sample: Sample courtesy of Oliver & Co.

foto: Meridianbotanicals.com

foto: Meridianbotanicals.com

L’Or de Torrente – Dulzor de alta costura

foto: Frommers.com - Comedor de estilo Belle Epoque de Le Train Bleu en la Gare de Lyon, París

foto: Frommers.com – Salón del restaurant Le Train Bleu en la Gare de Lyon, París

Este es uno de esos perfumes envueltos en un halo de misterio y que dejan con ganas de más. Aparentemente sólo se vendió en Europa, luego se discontinuó y ahora la marca lo vende online. Hablo de L’Or de Torrente.

La maison de costura Torrente fue fundada en 1968 por Rose Mett (hermana de Ted Lapidus)L’Or se lanzó en el 2001 y  luego hubo otras versiones. Se rumorea que nació bajo la égida de la firma Elizabeth Arden, aunque el frasco lleva un sticker en la base con el nombre de la empresa Selective Beauty. Creado por el perfumista Jean Jacques, este parfum floral-frutado habla de la alta costura, de una mujer elegante y del lujo.

La botella es inolvidable: un óvalo de cristal coronado con hojas doradas. Evoca la sensualidad de las curvas femeninas y la delicadeza de las incrustaciones de Torrente en sus vestidos. Sin dudas, evoca perfectamente a un talismán o una joya preciosa.

Estrictamente, las notas de salida son magnolia, litchi, mandarina, baya o pimienta rosa y kiwi. Las notas de corazón son cedro, iris y raíz de angélica, todas engarzando un acorde inédito de rosa y café. Las notas de fondo son ámbar, vainilla y “maderas preciosas”.

La experiencia de aplicarlo sobre la piel erradica cualquier prejuicio (si lo hubiere) de que a primera vista parece un perfume de señora mayor. No es un perfume agresivo, pero sí tiene mucha presencia y distinción. Se da el lujo de ser único y de no remitir inmediatamente a algún otro perfume. Pero a pesar de vedarnos esa asociación, es muy reconfortante irlo recorriendo sensorialmente.

La historia comienza con una aparición casi efervescente de kiwi y pimienta rosa, muy frutada. Por momentos, evoca al aroma de una bebida destilada. Luego aparece el cedro encadenado al iris, mientras las notas de café comienzan a despuntar. Las maderas con la vainilla dan tibieza y el ámbar aporta su toque dorado. Es en estos minutos donde recién se aprecia la femineidad de la rosa.

L’Or empieza y termina en dulzor, pero con el talento de pasar fluídamente del dulzor fresco de las frutas al dulzor cálido de la vainilla. Y en el medio hay un momento en el que el café se une a la aspereza de la madera, trasladando la mente al aroma de un bar de la belle époque, donde el olor del mobiliario y los revestimientos de madera se funde con el de la taza de café humeante y espumoso que tenemos enfrente, sobre la mesa. Pero cuando las notas de café se funden con la vainilla, nos llevan de la mano a la infancia y al placer de desenvolver un caramelo duro de chocolate y llevárnoslo a la boca.

Virginia

Origen de la fragancia: obsequio de un familiar.

Nota: la versión original de esta reseña fue publicada en el blog Notas & Acordes el 31/08/11.

foto: Fragrantica.com

foto: Fragrantica.com