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El cuero en Perfumería: salvaje y domesticado

 

cuero marron

foto: Tavecchi.it

En sus Estudios de la Psicología del Sexo (1897-1827) Havelock Ellis afirma que “…el olor del cuero tiene una influencia sexual curiosamente estimulante en muchos hombres y mujeres. Es un olor que parece ocupar un lugar intermedio entre los olores naturales del cuerpo y los perfumes artificiales para los que en ocasiones sirve de base”. Elegante o agreste, lujoso o rebelde, látigo o cómodo sillón, el cuero despierta algo primitivo en nosotros. Desde Tabac Blond, de Caron, presentado en 1919 (una época en que las mujeres también comenzaban a cortarse el pelo y a fumar en público) a Tuscan Leather, de Tom Ford (2007), del que muchos dicen huele a cocaína (pruébenlo y saquen sus propias conclusiones), rara vez pasa inadvertido. En perfumería, su aroma se reconstruye mediante naturales como el estoraque, abedul y  cistus; castóreo natural o sintético y sintéticos como la isobutil quinolina, safraleine  o  suederol.

Las distintas denominaciones tradicionales aluden a los tratamientos que recibían los pellejos. El cuero de España difiere del ruso, el inglés y el marroquí en el procedimiento que se seguía para curtir los cueros. En los viejos tiempos Córdoba se volvió tan famosa por sus cueros polícromos repujados que el cordobán -obtenido a partir de la piel de las cabras- debe su nombre a la ciudad. En el caso del cuero de España, los pellejos se sumergían en una mezcla de aceites fragantes, la mayoría de ellos florales, que prestaban un olor característico. Según Havelock Ellis “consiste en gamuza sumergida en aceites de neroli, rosa, sándalo, lavanda, verbena, bergamota, clavo de olor, y canela, untado a continuación con civet y almizcle” y afirma que los perfumes de Peau d’Espagne son  “a menudo el aroma favorito de las personas sensuales”. En el siglo XIX, el cuero de España se utilizaba también para perfumar papel de escribir.

El cuero de Rusia (que, según The manufacture of leather: being a description of all of the processes for the tanning, tawing, currying, finishing de Charles Thomas Davis, 1885, fue en realidad inventado por los antiguos Búlgaros) era originariamente de caballo o cabra difiere de otros cueros en la manera en que ha sido tratado. Su rasgo más saliente es una característica nota penetrante de alquitrán de abedul. Los soldados rusos  usaban aceite o alquitrán de abedul para impermeabilizar sus botas. Las joyas valiosas solían guardarse envueltas en una pieza de cuir de Russie; éste también era un material valioso para la encuadernación de libros debido a su resistencia a la humedad y su efecto repelente de insectos.

El cuero de Marruecos (tradicionalmente de cabra) empleaba sumac en su proceso de curtido. Tenía aspecto brilloso y textura elástica y suave. Era teñido en colores intensos y su uso estaba extendido en encuadernación de lujo.

Debajo, algunos de los favoritos que reseñamos en los últimos años. Pueden leer las reseñas haciendo click en el texto resaltado.

Clásicos:

Chanel Cuir de Russie

Balmain Jolie Madame 

Dior Diorling

Parfums Grès Cabochard

Santa Maria Novella Peau d’Espagne

Modernos:

Keiko Mecheri Cuir Cordoba

Ramón Monegal Cuirelle

Vero Profumo Onda

Eau d’Italie Bois d’Ombrie

Heeley Cuir Pleine Fleur

Puredistance M

Aftelier Cuir de Gardenia

Parfums d’Empire Cuir Ottoman

Naomi Goodsir Cuir Velours

Neela Vermeire Ashoka

Caro

Diorling

Leather in Perfumery: wild and tame

In his Studies of the Psychology of Sex (1897-1827) Havelock Ellis  states that “…the smell of leather has a curiously stimulating sexual influence on many men and women. It is an odor which seems to occupy an intermediate place between the natural body odors and the artificial perfumes for which it sometimes serves as a basis”. Elegant or rugged, luxurious or rebellious, whip or comfortable armchair, leather awakens something primal in us. From Caron‘s Tabac Blond, launched in 1919 (a time when women also started cutting their hair short and smoking in public) to Tom Ford‘s Tuscan Leather (2007) said by more than a few to smell like cocaine (try it for yourself and draw your own conclusions), it rarely goes unnoticed. In perfumery, its smell is reconstructed via naturals such as styrax, birch and labdanum; natural or synthetic castoreum and synthetics like isobutyl quinoline, safraleine or suederol.

The different traditional denominations allude to the treatment the leather underwent. Spanish leather differs from Russian, English  and Morocco leathers in the way the animal skins were tanned. In olden times, Córdoba became so famous for its embossed polichrome leathers that the cordován variety -obtained from goat skins- owes its name to the city. In the case of Spanish leather, the animal hides were immersed in a mix of fragrant oils, most of them floral, that would lend a characteristic smell. According to Havelock Ellis “it consists of wash-leather steeped in ottos of neroli, rose, santal, lavender, verbena, bergamot, cloves, and cinnamon, subsequently smeared with civet and musk” and states Peau d’Espagne perfumes are  “often the favorite scent of sensuous persons”. In the XIXth century, Spanish leather was also used for scenting writing paper.

Russian leather (which, according to The manufacture of leather: being a description of all of the processes for the tanning, tawing, currying, finishing by Charles Thomas Davis, 1885, was actually invented by ancient Bulgarians) was originally horse or goat and differs from other leathers in the way it has been treated. Its main trait is a characteristic penetrating birch tar note. Russian soldiers used birch tar or oil to weatherproof their  boots. Valuable jewels were kept wrapped in a piece of cuir de Russie, which was also a preferred material for book binding due to its resistence to humidity  and insect repellent properties.

Moroccan leather (traditionally goat) employed sumac in its tanning process. It had a glossy appearance and a soft and elastic texture. It was dyed in bright colors and used extensively in luxury bookbinding.

Below, some favorites we have reviewed over the years. You can read the reviews by clicking the highlighted text.

Classics:

Chanel Cuir de Russie

Balmain Jolie Madame 

Dior Diorling

Parfums Grès Cabochard

Santa Maria Novella Peau d’Espagne

Modern:

Keiko Mecheri Cuir Cordoba

Ramón Monegal Cuirelle

Vero Profumo Onda

Eau d’Italie Bois d’Ombrie

Heeley Cuir Pleine Fleur

Puredistance M

Aftelier Cuir de Gardenia

Parfums d’Empire Cuir Ottoman

Naomi Goodsir Cuir Velours

Neela Vermeire Ashoka

 

Caro

 

Olfateando Milán – 1ra parte

foto: Caro Fernandez

Si visito un nuevo lugar, sus perfumerías me resultan casi tan importantes como los museos. ¿Por qué no? La Perfumería es otra forma de arte después de todo. También disfruto de oler a las personas en la calle (con discreción, por supuesto) y tratar de adivinar su sillage.

Esta no es en manera alguna una lista extensiva – Milán es  un inagotable paraíso para el comprador- sino un racconto de los lugares en los que paré y olí las rosas…digo…los perfumes.

En mi primer día en la ciudad, decidí hacer una caminata por el Cuadrilátero de Oro, el fashion-district donde la mayoría de las marcas de lujo tienen sus boutiques.  El lujo y la belleza son cosa seria en Milán. Una podría sentarse durante horas solamente a contemplar a las elegantes semidiosas milanesas, bronceadas y esbeltas, cubiertas de joyas, y a sus compañeros, igualmente magníficos e impecablemente vestidos.

A media tarde, después de haber visto suficiente Prada, Trussardi y Alberta Ferretti, me encontré atrapada bajo una lluvia torrencial…. ¿Qué mejor lugar para refugiarme que una profumeria? Cantarelli está en la Via Manzoni, casi esquina Montenapoleone, en pleno Cuadrilátero de Oro. La perfumería trabaja Serge Lutens (fue una buena oportunidad para volver a probar A la Nuit, la perfección hecha jazmín indólico) , Villoresi (incluyendo productos corporales), Bond No 9, Tom Ford (me enamoré de Noir de Noir, una rosa oscura, con textura de mermelada y Champaca Absolute, un floral dulce y atemporal con longevidad impresionante). La vendedora que me atendió destacó que el best seller indiscutido de la marca es Tobacco Vanille. En Cantarelli puede encontrarse también una buena selección de marcas más comerciales.

En la misma Via Manzoni y Via della Spiga, bajo el pórtico, el discreto Preattoni  se especializa en productos para hombres o, más propiamente,  caballeros. La casa fue fundada en 1902 y esta tienda en particular, abierta en 1946. Preattoni vende hermosos cuchillos y utensilios de afeitado, pero también eaux de toilette, aftershaves y lociones para el cabello.  Penhaligon’s, Villoresi, Creed, Castle Forbes y Floris atraen a aquellos de gustos tradicionales, pero educados.

El día siguiente estuvo soleado, como corresponde a los finales del verano. Luego de una breve visita al majestuoso Duomo, me encaminé hacia Farmacia Centrale en la Via Spadari, ya que estaba ansiosa por conocer la escueta pero inteligente línea Vero Profumo. También quería probar un nuevo floral blanco y estaba abierta a escuchar sugerencias. Jelly, la vendedora, resultó paciente y conocedora de su métier.  Rociamos varios perfumes en blotters y, los que más me gustaron, sobre mi piel. Entre sus sugerencias de floral blanco, mis preferidos fueron el insolente Heeley Bubblegum Chic, Bruno Acampora Blu -una tuberosa que no es excesivamente dulce- y Mona di Orio Tubereuse, verde y transparente.  Farmacia Centrale ofrece también otras líneas como Parfums d’Empire, Keiko Mecheri y Tauer Perfumes. La farmacia vende productos de tratamiento para la piel e irresistible bijouterie vintage. Jelly es una apasionada de las fragancias y dueña de un gusto refinado (Le pregunté por sus propios favoritos y me sorprendí  favorablemente ante su respuesta, que incluyó Onda, de Vero ProfumoLa Myrrhe, de Lutens y Cuir, de Mona di Orio). Fue tan generosa con las muestras que tuve que pedirle, por favor, que parara. Aunque la tienda es pequeña, la selección de productos es inteligente y la atención, muy personalizada.

De vuelta en Piazza Duomo, a un lado de la Catedral, La Rinascente -la tienda  por departamentos más popular de Italia– tiene un vasto sector de perfumería en la planta baja, donde amén de marcas masivas, pueden encontrarse líneas como Blood Concept, Miller Harris y Diptyque. Me gustaron especialmente Grand Bal y Rose Ispahan, de Dior La Collection Privée, no especialmente distintivos, pero muy bellos. El staff fue atento y pródigo en muestras, aunque había dejado en claro que no era mi intención hacer ninguna compra.

No muy lejos de La Rinascente hice mi siguiente escala:  Excelsior , en Galleria del Corso, una tienda por departamentos más que chic que alberga una excelente selección de productos. No voy a entrar en detalle acerca de la ropa…Dries van Noten, Marni, Vanessa Bruno (*suspiro!*), pero en la planta baja, una profusión de marcas de perfumes como Carthusia, Eau d’Italie, Bruno Acampora, Etro  (su Messe de Minuit todavía me enloquece después de más de 15 años), Histoires de Parfums y Rancé atraen a las narices ávidas.

Caro

La 2da parte de este artículo puede leerse aquí

foto: Caro Fernandez          Velas Cire Trudon en Profumo, Via Brera

Sniffing Milan – Part 1

Whenever I visit a new place, fragrance stores seem to me  almost as important as museums. Why not? Perfumery is another art form after all. I also enjoy sniffing people on the streets (discreetly, of course), and trying to guess their sillage.

This is by no means an extensive list  –Milan is an infinite paradise for shoppers- but rather an account of the places where I stopped and smelled the roses…I mean…perfumes.

On my first day in the city, I went for a walk in the so called Golden Rectangle, the fashion district where most luxury brands have their boutiques.  Luxury and beauty  are serious in Milan. One could sit for hours and just gaze at the elegant Milanese demi-goddesses, tan and toned, dripping with jewels, and their impeccably dressed and equally gorgeous male companions.

By mid afternoon, after having seen enough Prada, Trussardi and Alberta Ferretti I was caught in a torrential downpour…. What better place to shelter myself than  a profumeria? Cantarelli is on Via Manzoni, almost at the corner with Via Montenapoleone. They stock Serge Lutens (it was a good opportunity to sample A la Nuit again, indolic jasmine perfection), Villoresi (including body products), Bond No 9, Tom Ford (I fell in love with Noir de Noir, a dark and jammy rose and Champaca Absolute, a sweet and timeless floral with impressive longevity). The saleslady told me the undisputed best seller of the brand is Tobacco Vanille. At Cantarelli one can also find a good selection of mainstream brands.

On the same Via Manzoni and Via della Spiga, under the portico, the discreet  Preattoni  specializes in products for men or,  more properly, gentlemen. The house was founded in 1902 and this particular store opened in 1946. Preattoni sells beautiful knives and shaving utensils, but also eaux de toilette, aftershaves and hair lotions.  Penhaligon’s, Villoresi, Creed, Castle Forbes and Floris appeal to those with traditional yet educated tastes. 

The next day was sunny, befitting the end of Summer. After a brief visit to the majestic Duomo, I headed towards Farmacia Centrale on Via Spadari, as I was eager to know the small but smart Vero Profumo line. I also wanted to try a new white floral and was open to suggestions. Jelly, the saleslady, was patient and knowledgeable.  We sprayed several fragrances on blotters and the ones I liked best, on my skin. Among her suggestions for white florals, my favorites were the insolent Heeley Bubblegum Chic, Bruno Acampora Blu -a non sweet tuberose-and Mona di Orio Tubereuse, green and transparent. Farmacia Centrale also offers lines such as  Parfums d’Empire, Keiko Mecheri and Tauer Perfumes. The farmacia sells skincare products and irresistible vintage bijouterie. Jelly is passionate about fragrances and has a refined taste (I asked her about her personal favorites and I was surprised at her answer, which included Vero Profumo Onda, Lutens La Myrrhe and Mona di Orio Cuir) She was so generous with samples, I had to tell her to please stop. Even though the store is small, the selection of products is smart and the attention, very personalised.

Back to Piazza Duomo, on one side of the Cathedral, La RinascenteItaly‘s most popular department store- has a vast perfumery section on its ground floor, where besides mainstream brands, one can find lines such as Blood Concept, Miller Harris and Diptyque. I especially liked Dior La Collection Privée Grand Bal and Rose Ispahan, not especially distinctive but very beautiful. The staff was friendly and I was showered with samples, even though I made clear it was my intention not to make any purchases.

Not far from La Rinascente I made my next stop:  Excelsior , on Galleria del Corso, a chic department store which houses a fine selection of products. I won’t even get into detail about the clothes…Dries van Noten, Marni, Vanessa Bruno (*sigh!*), but on the ground floor a profusion of fragrance brands like Carthusia, Eau d’Italie, Bruno Acampora, Etro  (I’m still mad about their Messe de Minuit after more than 15 years), Histoires de Parfums and Rancé attracts avid nostrils.

Caro

The 2nd part of this article can be read here