Tag Archives: Oriza L. Legrand

Oriza L. Legrand Horizon – Rugidos y ronroneos

imagen: Fantomas-en-cavale.tumblr.com  ilustrador: Zig (1930)

imagen: Fantomas-en-cavale.tumblr.com       ilustrador: Zig (1930)

Mi primer encuentro con Horizon tuvo lugar hace unas semanas cuando, de manera inesperada, una botella encontró el camino hasta mis manos y mi nariz. Si bien no es el primer patchouli con miel del mercado y probablemente tampoco sea el último, se da en su mezcla una especie de afinación, una fluidez tal que lo hace especial. Horizon parece fusionarse con la piel hasta que el usuario también se convierte en una hoja de patchouli enorme y dulce. Oriza L. Legrand capitaliza oportunamente las tradicionales propiedades antidepresivas y afrodisíacas del patchouli.

Hemos hablado antes de cómo el patchouli se abrió camino a Occidente: a comienzos del siglo XIX, las hojas secas de patchouli se usaban para alejar a las polillas de los preciosos chales indios que eran embarcados rumbo a Europa. El aroma fortuito tuvo una aceptación tan amplia que las personas se rehusaban a comprar los chales si no olían a patchouli. Los chales pasaron de moda, pero el patchouli se quedó.  De característicos matices húmedos y mohosos, el aceite esencial mejora con el tiempo, tornándose más dulce y adquiriendo una textura casi viscosa.

Horizon fue creado en el cenit de los años locos: las mujeres acortaban los ruedos de sus faldas, empezaban a llevar el pelo à la garçonne y a juguetear con la androginia; Josephine Baker hipnotizaba a París con sus danzas “salvajes”;  después de la Gran Guerra un nuevo mundo se dibujaba con las líneas estilizadas del Art Déco. Se dice de esta creación de Oriza L. Legrand que es la que recrea con mayor fidelidad su versión original (1925).

La salida ruge con una dosis considerable de patchouli y cacao amargo, regada generosamente con cognac. Esta terrosidad alcohólica se atenúa luego de unos instantes y da paso a las notas dulces de miel y tabaco. Naranja amarga  (¡deliciosa!) y rosa se adivinan, tímidas, debajo de este torbellino. Horizon esquiva clichés de género; pese a la abundancia de notas golosas no es gourmand y ostenta un definido carácter  vintage. El fondo es delicadamente atalcado y ahumado: vainilla, benjuí, tonka y turba tejen un velo ligero y envolvente. Luego de unas horas, el rugido inicial termina por convertirse en un suave ronroneo que persiste con tenacidad sobre la piel y la ropa.

Caro

Origen de la muestra: gentileza de Oriza L. Legrand

foto: Orizaparfums.com

foto: Orizaparfums.com

Oriza L. Legrand Horizon – Roars and purrs

My first encounter with Horizon took place a few weeks ago when, unexpectedly, a bottle found its way to my hands and nose. While it is not the first honeyed patchouli in the market and it will probably not be the last one either, there is some sort of fine-tuning to it, such a smooth blending that makes it special. Horizon seems to meld with one’s skin until one turns into a big sweet patchouli leaf. Oriza L. Legrand opportunely capitalizes on the traditional antidepressant and aphrodisiac properties of patchouli.

We have mentioned before how patchouli made its way to the West: at the beginning of the XIX century dried patchouli leaves were used to keep moths away from the precious Indian shawls that were shipped to Europe. The (unintentional) scent had such a wide acceptance that people refused to buy the shawls if they didn’t smell of patchouli. The shawls went out to fashion but patchouli remained. With characteristic damp and musty nuances, the essential oil improves with time, becoming sweeter and acquiring an almost syrupy thickness.

Horizon was created at the zenith of the roaring twenties:  women shortened their hemlines, wore their hair à la garçonne and toyed with androgyny; Josephine Baker mesmerized Paris with her “savage” dances; after the Great War a new world was being drawn with the stylized lines of Art Déco. This is, reportedly, the Oriza L. Legrand creation that most faithfully recreates its original version (1925).

The opening roars, with a hefty dose of patchouli and bitter cacao, generously doused with cognac. This earthy booziness soon mellows a bit as sweet notes of honey and tobacco become more apparent.  Bitter orange (delicious!) and rose can be guessed, shy, under this whirlwind. Horizon avoids gender clichés; despite the abundance of mouthwatering notes it is no gourmand and boasts a definite vintage character. The drydown is delicately smoky and powdery: vanilla, benzoin, tonka and peat weave a light enveloping veil. After a few hours, the initial roar gives way to a soft purr that persists tenaciously on skin and clothes.

Caro
Origin of sample: courtesy of Oriza L. Legrand.

 

Oriza L. Legrand Hèliotrope Blanc – Dulce compañía

imagen: Weshare.hk  De La Mode Illustrée

imagen: Weshare.hk     de La Mode Illustrée

Luego de los sucesos de las últimas semanas, sentí la necesidad de escribir sobre un perfume que transmitiera una sensación de paz y pureza, el de hoy es especialmente significativo porque proviene de una casa parisina varias veces centenaria. Oriza L. Legrand vio la luz del día por primera vez durante el reinado de Luis XV y brilló con especial intensidad durante la segunda mitad del siglo XIX (los artículos y menciones sobre la casa abundan en las publicaciones de la época). Cerrada durante la década de 1930, fue puesta nuevamente en marcha por los messieurs Hugo Lambert y Franck Belaiche.

Hèliotrope Blanc es la reorquestación de una fragancia que Oriza L. Legrand lanzó por primera vez en 1886. En el mismo tono que otras creaciones de la casa, resulta atractiva al gusto moderno a la vez que permite un vistazo al pasado para nosotros los nostálgicos. En la segunda mitad del siglo XIX los soliflorales delicados eran los perfumes que las mujeres respetables preferían.  Los florales intensos y las notas animales como almizcle y civeta se asociaban con mujeres de baja moral, pero los tímidos pimpollos no dejaban lugar a malentendidos : heliotropo, violeta, muguet, reseda causaban furor. Así y todo, las damas ni soñaban en aplicarse el perfume sobre la piel; lo usaban, sí, para perfumar pañuelos, encaje y cintas para el cabello.

Las diminutas flores del heliotropo -en caso de que no estén muy familiarizados con ellas- están agrupadas en racimos; exhalan un olor ligeramente avainillado  y almendrado, dado en parte por su contenido natural de benzaldehído (el benzaldehído también se da de manera natural en el aceite de almendras amargas y suele emplearse en perfumería para recrear el olor de las almendras).

¿Es posible lograr calidez y frescura a la vez?  Sí, y Hèliotrope Blanc lo consigue. Acuarela floral con alusiones gourmand, es tan limpio y puro que roza lo virginal (creo, en efecto, que sería maravilloso en una novia). Mitad crema a la almendra, mitad tierno abrazo, se siente más como una presencia etérea y tranquilizadora que como un perfume.  Mimosa, violeta, iris (la flor, no la raíz) y, por supuesto, heliotropo se agrupan en armonía; la única nota que por momentos suena en otro registro es la almendra, que parece entretejerse por dentro y fuera de la composición tratando de encontrar su lugar definitivo. Una cualidad láctea que recuerda la madera de sándalo ancla las notas florales. No obstante  su ligereza, Hèliotrope es tenaz: a la mañana siguiente, un tenue aroma de almendras y violetas persiste en la ropa.

Caro

Origen de la muestra: Gentileza de Oriza L. Legrand

foto: Orizaparfums.com

foto: Orizaparfums.com

Oriza L. Legrand Hèliotrope Blanc –  Sweet companion

After the events of the past few weeks, I felt the need to write about a  fragrance that conveyed a feel of peace and purity, the parfum du jour is especially meaningful because it comes from a several times centenary Parisian house. Oriza L. Legrand first saw the light of day during the reign of Louis XV and shone with particular intensity during the second half of the XIXth century (articles and mentions to the house abound in newspapers from the epoch). Closed down  during the 1930s, it was resurrected a few years ago by messieurs Hugo Lambert and Franck Belaiche.

Hèliotrope Blanc is the reorchestration of a fragrance which Oriza L. Legrand launched for the first time in 1886. In the same vein as other creations from the house, it appeals to modern tastes while still providing us nostalgics with a glimpse of the past. In the second half of the XIX century respectable women preferred delicate soliflores. Strong florals and animal notes like musk and civet were associated with women of low morals but demure blossoms  left no place for misunderstandings: heliotrope, violet, muguet, mignonette were all the rage. Still, ladies wouldn’t even dream of applying fragrance to their skin, using it instead to scent handkerchiefs, lace and hair ribbons.

The tiny heliotrope flowers -in case you are not too familiar with them- are grouped in clusters; they exhale a lightly vanillic and almondy odor, given partly by their natural benzaldehyde content (benzaldehyde also occurs naturally in bitter almond oil and is generally used in perfumery to recreate the smell of almonds).

Is it possible to attain warmth and freshness at the same time? Yes, and  Hèliotrope Blanc succeeds at this. A floral watercolour with gourmand allusions, it is so clean and pure it verges on virginal (I think, in fact, it would work wonders on a bride). Part almond flavored cream, part tender embrace, it feels more like a reassuring ethereal presence than like perfume. Mimosa, violet, iris (the flower, not the root) and, of course, heliotrope are harmoniously arranged together; the only note that plays slightly louder is almond, which seems to weave in and out of the composition, trying to find its definive place. A milkiness that reminds of sandalwood anchors the floral notes. Notwithstanding its lightness, Hèliotrope is tenacious: the following morning, the muted scent of almond and violets lingers on clothes.

Caro

Origin of sample: courtesy of Oriza L. Legrand

foto: Commons.wikimedia.org fotógrafo: Cody Hough

foto: Commons.wikimedia.org fotógrafo: Cody Hough

Tour olfativo constante – Perfumerías de París (Parte I)

Jardín de la Galerie de Valois, París   foto: Virginia Blanco

Jardín del Palais Royal, París       foto: Virginia Blanco

Una vez terminada mi estancia en Grasse, me subí al avión que me llevaría desde Niza a París. Un caluroso verano estaba comenzando en  La Ville Lumiére, y yo estaba más que lista para visitar todas las perfumerías que había apuntado previamente en mi lista. Eran muchísimas pero tenía decidido tomarme mi tiempo para poder oler todas las fragancias que quisiera, no importaba qué. Oh, y tomar un montón de fotos, por supuesto.

A través de esta especializada tournée parisienne no sólo conocí marcas interesantes y perfumes impresionantes, sino también lugares y personas extraordinarias. Una de esas paradas fue Marie Antoniette, en el distrito Le Marais. Fui cálidamente bienvenida por Antonio De Figueiredo, su dueño. Durante la charla me contó cómo vino a existir ese hermoso lugar y también los detalles de su proceso de curaduría de fragancias. Antonio es un narrador nato que ve un universo completo detrás de cada perfume y lo comparte con sus clientes, brindando una aproximación única a la composición.

En La Galerie de Valois, la oscura y misteriosa boutique Serge Lutens brilla gracias a las incandescencias violetas de la iluminación, de lunas y estrellas. Yo estaba particularmente interesada en conocer más a fondo la The Palais Royal Collection. Una señora amable y de pocas palabras me presentó la colección y, a pesar de que la tienda estaba por cerrar en unos minutos, me sugirió que me tomara unos 20 minutos hasta que el perfume se mostrara en toda su gloria. En el mientras tanto, fui tomando fotos y -alternativamente- olfateando mis muñecas compulsivamente.

Visitar la boutique Oriza L. Legrand  -ubicada en las vecindades de l’Opéra Garnier – fue una oportunidad para oler a los más recientes miembros de esta marca renaciente del S.XVIII. Se trata de Muguet FleuriVetiver Royal Bourbon y Foin Fraîchement CoupéFranck Belaiche (quien es el dueño junto Hugo Lambert) me presentó también Oriza Aciduliné y me introdujo a la antigua usanza de la vinaigre de toilette: luego del shampoo, aplicar y enjuagar. El resultado es una cabellera brillante y sutilmente perfumada.

Desde ya que hubieron otras perfumerías de mi lista que pude visitar y serán motivo de subsecuentes crónica. Pero hubo otras – como Les Parfums de RosineMaison Francis Kurkdjian y Penhaligon’s– a las que no pude ver desde adentro. De todas maneras, me las ingenié para tomar algunas fotos para poder compartirlas con ustedes.

Pueden ver también: Perfumerías de París (Parte II) y Perfumerías de París (Parte III).

Virginia

Nota: Para poder ampliar este tour, visiten nuestra  Facebook page; más fotos serán publicadas en breve.

La Galerie de Valois del Palais Royal, París foto: Virginia Blanco

La Galerie de Valois del Palais Royal, París              foto: Virginia Blanco

Continuous olfactory tour – Perfumeries of Paris (1st part)

Once my stay in Grasse finished I took an airplane from Nice to Paris. Although a very hot Summer was starting in La Ville Lumiére, I was ready to visit all the perfumeries I had previously written down on my list. They were too many but I had decided to take my time to sniff every fragrance I could, no matter what. Oh, and take a lot of photos, of course.

During this specialized tournée parisienne not only I got to know interesting brands and stunning perfumes but also extraordinary places and people. One of those special stops was Marie Antoniette, at Le Marais district. I was warmly welcomed by Antonio De Figueiredo, its owner. He told me how that beautiful place came into existence, and also details of the process of curating fragrances. Antonio is a natural storyteller who sees a whole universe behind each perfume and shares it with his customers bringing a unique approach to the composition.

At La Galerie de Valois, the dark and mysterious boutique Serge Lutens glows thanks to incandescent violet lighting, moons and stars. I was particularly interested in to learn more in depth The Palais Royal Collection. A kind woman of few words introduced me to the collection and although the store was about to close, she suggested I waited 20 minutes until the perfume showed itself in all its glory. In the meantime, I alternatively took photographs and sniffed my wrists compulsively.

Visiting the Oriza L. Legrand boutique -located in the vicinity of l’Opéra Garnier – meant an opportunity to smell the most recent members of this resurgent 18th century brand. They are Muguet Fleuri, Vetiver Royal Bourbon and Foin Fraîchement Coupé. Franck Belaiche (owner along with Hugo Lambert) also introduced me to Oriza Aciduliné and the antique use of vinaigre de toilette: after shampooing, apply and rinse. The result is a shiny and subtly scented hair.

Certainly, there were other perfumeries on my list that I could visit and they will appear in subsequent posts. But there were another ones – such as Les Parfums de Rosine, Maison Francis Kurkdjian and Penhaligon’s– that I was unable to see from the inside. I still managed to take some pictures of their windows in order to share them with you.

This series continues in Perfumeries of Paris (2nd part) and Perfumeries of Paris (3rd part).

Virginia

Note: In order to broaden this tour, please visit our Facebook page; more photos will be posted there very soon.

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

Perfumería Marie Antoinette, París  foto: Virginia Blanco

Perfumería Marie Antoinette, París foto: Virginia Blanco

Perfumería Marie Antoinette, París  foto: Virginia Blanco

Perfumería Marie Antoinette, París foto: Virginia Blanco

Perfumería Marie Antoinette, París  foto: Virginia Blanco

Perfumería Marie Antoinette, París foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Serge Lutens foto: Virginia Blanco

Boutique Oriza L. Legrand, París  foto: Virginia Blanco

Boutique Oriza L. Legrand, París foto: Virginia Blanco

Boutique Oriza L. Legrand, París  foto: Virginia Blanco

Boutique Oriza L. Legrand, París foto: Virginia Blanco

Boutique Oriza L. Legrand, París  foto: Virginia Blanco

Boutique Oriza L. Legrand, París foto: Virginia Blanco

Boutique Oriza L. Legrand, París  foto: Virginia Blanco

Boutique Oriza L. Legrand, París foto: Virginia Blanco

Boutique Oriza L. Legrand, París  foto: Virginia Blanco

Boutique Oriza L. Legrand, París foto: Virginia Blanco

Boutique Oriza L. Legrand, París  foto: Virginia Blanco

Boutique Oriza L. Legrand, París foto: Virginia Blanco

Boutique Oriza L. Legrand, París  foto: Virginia Blanco

Boutique Oriza L. Legrand, París foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

Boutique Oriza L. Legrand, París  foto: Virginia Blanco

Boutique Oriza L. Legrand, París foto: Virginia Blanco

Boutique Oriza L. Legrand, París  foto: Virginia Blanco

Boutique Oriza L. Legrand, París foto: Virginia Blanco

Boutique Oriza L. Legrand, París  foto: Virginia Blanco

Boutique Oriza L. Legrand, París foto: Virginia Blanco

Boutique Oriza L. Legrand, París  foto: Virginia Blanco

Boutique Oriza L. Legrand, París foto: Virginia Blanco

Boutique Oriza L. Legrand, París  foto: Virginia Blanco

Boutique Oriza L. Legrand, París foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

Maison Francis Kurkdjian, París  foto: Virginia Blanco

Maison Francis Kurkdjian, París foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

Maison Francis Kurkdjian, París  foto: Virginia Blanco

Maison Francis Kurkdjian, París foto: Virginia Blanco

Maison Francis Kurkdjian, París  foto: Virginia Blanco

Maison Francis Kurkdjian, París foto: Virginia Blanco

 foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

Boutique Penhaligon's, París foto: Virginia Blanco

Boutique Penhaligon’s, París foto: Virginia Blanco

Boutique Penhaligon's, París foto: Virginia Blanco

Boutique Penhaligon’s, París foto: Virginia Blanco

Boutique Penhaligon's, París foto: Virginia Blanco

Boutique Penhaligon’s, París foto: Virginia Blanco

Boutique Penhaligon's, París foto: Virginia Blanco

Boutique Penhaligon’s, París foto: Virginia Blanco

Les Parfums de Rosine, París  foto: Virginia Blanco

Les Parfums de Rosine, París foto: Virginia Blanco

Lo lucís bien – “Top 10” de mis perfumes más elogiados

imagen: Af.dessins.free.fr  Diccionario Nniversal de Historia Natural

imagen: Af.dessins.free.fr Diccionario Nniversal de Historia Natural

No son necesariamente mis preferidos o los que llevo con más frecuencia; no he usado algunos de ellos en años y, en algunos casos, nunca tuve un frasco y me entretuve con muestras. Estas son las fragancias que parecen gustar a todos -amigos, compañeros de trabajo, incluso perfectos desconocidos- y que despiertan comentarios cada vez que me perfumo con ellas.

Me pregunto qué es lo que provoca esas reacciones favorables ya que no encuentro un patrón o hilo conductor entre estos perfumes: bellezas jabonosas y bombas especiadas se codean con florales exuberantes. Algunos son discretos, mientras otros prefieren desplegarse de manera llamativa.
Haciendo click en el texto iluminado, puede accederse a las reseñas de cada fragancia.

Violetta di Parma Hace más de quince años que uso este caprichito asequible: un solifloral de violeta dulce y lo más parecido posible al olor de la flor en su planta.

Amouage Epic Woman Rosas, té, pimienta y maderas se entrelazan en una fragancia bella y exótica inspirada por la antigua Ruta de la Seda.

Neela Vermeire Créations Bombay Bling Un alegre estallido floral frutado que aúna mango verde, jazmín, tuberosa y gardenia. Extravagancia pura.

Bond No.9 Chinatown Como fuegos de artificio para el olfato: una explosión de cardamomo, flores blancas y maderas lustradas logran un perfume tan enorme como original.

Hermès Hermessence Poivre Samarcande Los perfumes de Hermès y yo no nos llevamos demasiado bien. Me encanta olerlos en otras personas, pero no me siento cómoda en ellos. Curiosamente, Poivre Samarcande, un blend seco de maderas y pimienta negra, nunca dejó de atraer atención favorable.

Oriza L. Legrand Jardins d’Armide Flores, polvo…y más flores…y más polvo sobre un colchón de almizcle blanco. Presentado por primera vez en 1909, me rodea de un halo deliciosamente anticuado.

LM Parfums Ambre Muscadin Una salida rebosante de cedro da lugar progresivamente a una vainilla cálida, sensual y con reminiscencias de postre. Lo llamo mi “flan sexy”.

Les Parfums de Rosine La Rose de Rosine Una composición clásica de rosa y violeta, tan bonita y confortable como un twinset de cachemir pastel.

Puredistance Opardu ¿Puede la jabonosidad ser opulenta? Parecería que sí. En una fragancia moderna con atractivo nostálgico, lilas y gardenia hacen un guiño a las más cremosas espumas.

Vero Profumo Mito voile d’extrait Un chipre verde profundo que se vuelve apetitoso y carnal al recibir las sensuales notas del durazno y la tuberosa.

Caro

foto: Commons.wikimedia.org  autora: Maria Giulia Tolotti

foto: Commons.wikimedia.org    autora: Maria Giulia Tolotti

You wear it well – My top 10 most complimented fragrances

They might not necessarily be my favorites or the ones I wear most often; I haven’t worn a few of them in years and, in some cases I have never owned them and contented myself with samples. These are the fragrances everybody -friends, coworkers, even perfect strangers- seems to love and comment on whenever I wear them.
I wonder what is it that elicits those favorable reactions as I don’t see a pattern or conducting thread between these perfumes: soapy beauties and spicy bombs mingle with lush florals. Some are discreet, while others display themselves flamboyantly.
By clicking on the highlighted text, you can access the reviews.

Violetta di Parma I have been wearing this cheap thrill for over 15 years. A sweet and fresh natural-smelling violet soliflore.

Amouage Epic Woman Roses, tea, pepper and woods mingle in a beautiful and exotic fragrance inspired by the ancient Silk Road.

Neela Vermeire Créations Bombay Bling A joyful explosive fruity floral that blends green mango, jasmine, tuberose and gardenia. Truly extravagant.

Bond No.9 Chinatown Olfactory fireworks: a burst of cardamom, white flowers and polished woods make for a fragrance that is as huge as it is original.

Hermès Hermessence Poivre Samarcande Hermès fragrances and I don’t get along too well. I love smelling them on others, but they just don’t seem to suit me. Funnily enough, Poivre Samarcande, a dry blend of woods and black pepper, never failed to attract favorable attention.

Oriza L. Legrand Jardins d’Armide Flowers, powder…and more flowers…and more powder on a bed of white musks. Originally launched in 1909, it surrounds me with a deliciously old fashioned aura.

LM Parfums Ambre Muscadin An opening brimming with cedarwood slowly gives way progressively to a warm, sensual dessert-like vanilla. I call Ambre Muscadin my “sexy flan”.

Les Parfums de Rosine La Rose de Rosine A classic rose-violet composition, as pretty and easy as a pastel colored cashmere twinset.

Puredistance Opardu Can soapiness be opulent? It seems so. In a modern fragrance with nostalgic appeal, lilacs and gardenia nod at the  creamiest, most luxurious lather.

Vero Profumo Mito voile d’extrait A deep green chypre which becomes mouthwatering and carnal when infused with the sensual notes of peach and tuberose.

Caro

Oriza L. Legrand Jardins d’Armide – Entre tules y flores

imagen: Wga.hu artista: Louis-Jean-François Lagrenée  Rinaldo y Armida, 1766

imagen: Wga.hu     artista: Louis-Jean-François Lagrenée       Rinaldo y Armida, 1766

Armida, la hechicera sarracena, era un motivo recurrente en las artes de los siglos XVII y XVIII. Ópera, ballet y pintura rindieron tributo a su belleza.  Cuenta la historia que Armida llevó a Rinaldo -su querido cruzado- a un jardín encantado para mantenerlo prisionero.  Existen distintos finales dependiendo de la versión:  La Jerusalén Libertada, el poema épico de Torquato Tasso, concluye con Armida y Rinaldo juntos, reinando felices por siempre.

Aunque ya había intercambiado unas palabras con Monsieur Lambert (pueden leer nuestra entrevista con él aquí) y conocía sobre el patrimonio histórico de la casa, no había probado ninguno de sus perfumes. Cuando nuestra colega bloguera Kafka celebró un generoso sorteo de Oriza L. Legrand el mes pasado, me zambullí con ansias y resulté una de las ganadoras. Unas semanas después, chillaba de emoción (y no exagero) mientras abría la caja recién llegada de París.

Jardins d’Armide es un floral seriamente atalcado. Originalmente compuesto en 1909, ha sido reorquestado recientemente con materias primas modernas. La atmósfera de la Belle Époque está definitivamente presente y sin embargo no resulta anticuado. Au debouché, percibo las violetas atalcadas que estaban tan en boga a principios del 900, pero al rociarlo, oigo cantar a los ángeles, veo flores cayendo del cielo y siento tules de tonos pastel envolviéndome. Y no, no estoy alucinando.

Los aspectos rosados-verdes-cítricos del  geranio se funden en una nítida nota de rosa que se torna, progresivamente, meliflua y cremosa. Armide ahora adquiere el dulzor de los bombones; para ser precisa, me recuerda vívidamente al loukoum  (rosa, almendras, miel, azúcar impalpable) pero nunca cruza la línea gourmand. Sigue siendo un magnífico floral atalcado en el que rosas, azahares y glicinas descansan sobre una base de almizcle blanco.  Se manifiesta una leve sensación cosmética debido a la cremosidad, al polvo y a la jabonosidad transmitida por la combinación de  flor de naranjo y almizcles blancos. Lo encuentro reconfortante pero no relajado en exceso y en modo alguno casual. Si los jardines de Armida olían de esta forma, puede entenderse el deseo de quedar prisionero allí.

Un solo spritz basta para quedar envuelta en una nube fragante por buena parte del día. Escala posiciones hacia mi top 5.

Caro

Origen de la muestra:  sorteo de Oriza L. Legrand realizado en Kafkaesque

foto: Orizaparfums.com

foto: Orizaparfums.com

Oriza L. Legrand Jardins d’Armide –  Amidst tulle and flowers

Armida, the Saracen sorceress, was a recurring motif in the arts of the XVII and XVIII centuries. Painting, opera and ballet paid tribute to her beauty. The story goes that Armida took Rinaldo -her beloved crusader- to an enchanted garden in order to keep him captive. There are different endings depending on the version:  Jerusalem Delivered, the epic poem by Torquato Tasso, concludes with both Armida and Rinaldo together, reigning happily ever after.

Although I had already exchanged a few words with Monsieur Lambert (you may read our interview with him here) and knew about the historical heritage of the house, I had not tried any of their fragrances. When fellow blogger Kafka hosted a generous Oriza L. Legrand last month, I eagerly  jumped in and became one of the lucky winners. A few weeks later, I was shrieking with excitement (no exaggeration) as I tore open the box which had just arrived from Paris.

Jardins d’Armide is a seriously powdery floral.Originally composed in 1909, it has been recently reorchestrated employing modern raw materials. The Belle Époque atmosphere is clearly present, nonetheless it doesn’t feel dated. Au debouché, I perceive the powdery violets that were so in vogue at the turn of the century but when I spritz it on, I hear angels sing, see flowers falling from the skies and feel pastel colored tulle wrapping around me. And no, I am not hallucinating.

The rosy-green-citrusy aspects of geranium fade into a clear rose note which becomes progressively honeyed and creamy. Armide now acquires the sweetness of bonbons; to be precise, it strongly reminds me of Turkish delight (rose, almond, honey, icing sugar) but never crosses the gourmand line. It remains a magnificent powdery floral in which roses, orange blossom and wisteria rest on a white musk base. A slight cosmetic feel manifests itself due to the creaminess, the powder and the soapiness conveyed by the orange blossom and white musks pairing. I find it comforting but not excessively relaxed and definitely not casual. If Armida‘s gardens smelled like this, one could understand the wish to remain captive there.

Just one spritz suffices to become wrapped in a fragrant cloud for the best part of the day. Straight to my top 5 it goes.

Caro

Origin of sample: Oriza L. Legrand draw hosted at Kafkaesque

imagen: Environnement.ecole.free.fr

imagen: Environnement.ecole.free.fr