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On The Nose Dark & Stormy – Oscuridad dulce y narcótica

foto: Gjenvick.com  Smoking room del vapor Leviatán, 1923

foto: Gjenvick.com   Smoking room del vapor Leviatán, 1923

Me encontraba yo recorriendo los stands del Artisan Fragance Salon en Seattle y fuí a parar ante Kenneth Cory, perfumista de On The Nose. Ya comenté en este blog por qué su marca fue una de las gratas sorpresas del evento pero en este post me explayaré en el momento en que me sumergí en Dark & Stormy.

Estaban expuestos cinco perfumes más los gift sets. Mientras el creador me iba contando de qué se trataba cada una de las fragancias, yo iba dejándome llevar por la encantadora belleza de sus composiciones. De pronto, saca una pequeña botella y me presenta algo tan reciente que no estaba exhibido, lo que le agregaba cierto misterio al asunto.

Se trataba de Dark & Stormy. Al probarlo sobre la piel experimenté unos 5 segundos en los que fuí ciega y sorda. La voz de Kenneth casi ni se escuchaba. Cerré los ojos y me encontré junto a la chimenea de un smoking room a principios de S.XX, en una noche de invierno. Ví los revestimientos de madera, los muebles de roble y los tapizados con cuero. El aura ambarada de una botella de cognac se fundía con el color de los cigarros recién encendidos.

Al volver en mí, tuve el impulso de querer beberme todo el contenido de la botella. No es para menos. Dulzura y oscuridad se fusionan inicialmente con la chispa de la cáscara de lima y el velo empolvado de la naranja amarga roja, circundados por una nube etílica de cognac verde. Clavo y canela impulsan la cremosidad gourmand del ylang ylang y de la nota de tabaco dulce del haba tonka. Un dejo medicinal de siempreviva y caña de ámbar se transforma en un matiz resinoso de mirra.

El final es glorioso y embriagante: a medida que va apareciendo una superficie de cuero compuesto por notas de cistus y musgo de roble, resurge el cognac -mucho más cálido y dulce que al principio- derramado sobre los destellos untuosos del bálsamo de tolú. Con todo ésto -sumado al plus de su gran persistencia sobre la piel y elegante sillage- no pude más que adorarlo, incondicionalmente.

Virginia

Origen de la muestra: kit de prensa.

On The Nose Dark & Stormy – A sweet narcotic darkness

As I was walking along the stands of the Artisan Fragrance Salon in Seattle  I found myself in front of Kenneth Cory, perfumer of the brand On The Nose . I’ve commented on this blog before why his line was one of the most pleasant surprises of the event but today I will delve into the moment I immersed myself in Dark & ​​Stormy.

Five different fragrances plus gift sets were exhibited in his stand. As the creator told me what each fragrance was about, I let myself become enchanted by the beauty of his compositions. Suddenly, he pulled out a small bottle and introduced me to something so recent that it was not even displayed on the table; this, of course added some mystery to the matter.

The mysterious fragrance was Dark & ​​StormyWhen I tried on the skin I experienced -for about 5 seconds- complete blindness and deafness. I could barely hear Kenneth’s voice. I closed my eyes and found myself close the fireplace of a smoking room on a winter night in the early twentieth century. I saw wood paneling, oak furniture and leather upholstery. The ambery aura of a cognac bottle fused itself with the color of recently lit cigars.

As I came back to my senses, I felt the impulse to drink up the full bottle. This shouldn’t be so surprising. Sweetness and darkness are initially merged with the spark of zesty lime peel and a dusty veil of red bitter orange, surrounded by a boozy cloud of green cognac. Clove and cinnamon propel the gourmand creaminess of ylang ylang and the sweet tobacco-like note of tonka bean. A medicinal hint of immortelle (helichrysum) and ginger lily disappear into a resinous myrrh hue.

The end is glorious and intoxicating:as a leathery surface composed by notes of  labdanum and oakmoss appears, a resurgent cognac  –much warmer and sweeter than it was at the beginning- is poured over unctuous flashes of Tolu BalsamGreat persistence on the skin and an elegant sillage are pluses. All of this lead me to unconditional adoration of this fragrance.

Virginia

Origin of sample: vial from press kit.

foto: cortesía de Kenneth Cory.

foto: cortesía de Kenneth Cory.

Cognoscenti Scent No. 8 Aldehydic Oakmoss- Matices de un solo ambarado

foto: Martinbillerviolins.com

foto: Martinbillerviolins.com

El sonido del cello es vibrante, grave pero capaz de lograr trazos agudos. Su intensidad es fluída y envolvente; su espíritu, equilibrado y clásico. Los matices más sublimes que puede ofrecer este instrumento solo -sin ningún otro que lo acompañe- se  experimentan en piezas como la tan bella y afamada Suite No.1 para Cello en Sol Mayor de Johann Sebastian Bach.

Si el sonido de esta suite tuviera una traducción al plano olfativo, sería muy similar a Scent No.8 Aldehydic Oakmoss de Cognoscenti. El cello en sí mismo serían los aldehídos, con su impronta atemporal pero formal que va de lo chispeante hasta lo apolvado. Las variaciones de armonía y las diversas tonalidades ejecutadas serían los demás ingredientes, que ofrecen un contrapunto en segundo plano, insuflando matices sin robar protagonismo al “instrumento”.

El inicio es verde y chirriante: la bergamota pareciera agregarle chispas que cosquillean. Luego un color ambarado crece rápidamente cubriendo por completo la composición, derramando un translúcido velo dorado y tibio sobre el aldehído (C-12 Láurico). Se da lugar entonces a una animada danza floral, dulce y cremosa entre el ylang ylang, el haba tonka y el cacao.

La Suite No.1 siempre queda resonando por un buen rato en la cabeza, especialmente las partes más ásperas de la melodía. Del mismo modo, sobre la piel persiste durante horas una textura aldehídica combinada con la rusticidad del acorde de cuero, la oscuridad del vetiver y del musgo de roble y los resabios amaderados que dejó a su paso la nota de cedro Atlas.

Tal como su creadora Dannielle Sergent nos había adelantado en una entrevista, esta fragancia es la más nueva de la colección y fue lanzada en noviembre del 2013.

Virginia

Origen de la muestra: cortesía de la marca.

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Cognoscenti Scent No. 8 Aldehydic Oakmoss- Hues of an ambery solo

The sound of a cello is vibrant, bass but able to get sharp strokes. Its intensity is fluid and enveloping; its spirit, balanced and classic. The most sublime nuances that this instrument can give on its own -without any other accompanying – are experienced through pieces so beautiful and famous as the Cello Suite No.1 in G Major by Johann Sebastian Bach.

If the sound of this suite had an olfactory translation, it would be very similar to Scent No.8 Aldehydic Oakmoss by Cognoscenti. The cello itself would be represented by the aldehydes, with their timeless yet formal trademark that goes from scintillating to powdery facets. The variations in harmony and diversely executed tonalities would be portrayed by the other ingredients, which offer a counterpoint in the background, insulating hues without stealing the limelight from the “instrument”.

The beginning is green and squeaky: bergamot seems to add sparks that tickle. Then an amber accord grows and quickly covers the whole composition by placing a translucent veil, golden and warm, on the aldehyde (C -12 Lauric). Then a lively floral, sweet and creamy dance occurs between ylang ylang, tonka bean and cocoa.

The Suite No.1 keeps ringing for a while on the head, especially the rougher parts of the melody. In a similar way, the aldehydic texture persists on the skin for hours combined with the rusticity of a leather accord, the darkness of vetiver and oakmoss, and the woody aftertaste that is left behind the Atlas Cedarwood note.

As its creator Dannielle Sergent had told us in an interview, this is the newest fragrance of the collection and it was released in November 2013.

Virginia

Origin of sample: vial courtesy of the brand.

foto: Orgs.usd.edu

foto: Orgs.usd.edu

Mona di Orio Parfums Violette Fumée – Timidez a flor de piel

imagen: Mollyhashimoto.com

imagen: Mollyhashimoto.com

Las fragancias (al igual que las personas) más interesantes son aquellas que se dejan descubrir de a poco. Por eso, si buscamos un perfume que nos identifique de algún modo, jamás deberíamos comprar aquel cuyas notas de salida nos cautivaron. Juzgar en base a lo más superficial nos hace perder de vista el verdadero espíritu de la composición, que viene después. Mucho después.

Mi experiencia con Violette Fumée, lanzado en septiembre pasado, reforzó el punto de vista antedicho. Hacía tiempo que había leído sobre él  y quería probarlo (especialmente por su nota de violeta y por la historia detrás: la perfumista Mona di Orio, fallecida en 2011, lo compuso para su socio Jeroen Oude Sogtoen).

Pero Violette Fumée y yo no conectamos inmediatamente. En ese momento me decepcioné porque no concordaba con lo que había imaginado. Lo olí una y otra vez porque sabía que me tenía que gustar. Y no hubo caso: aunque agradable, no me estaba transmitiendo nada. Sin embargo, una muestra se vino conmigo a casa y permitió que esta historia continúe hasta hoy.

La cuestión es que la personalidad de este integrante de la línea Les Nombres d’Or Exclusive no se muestra completamente, de una vez. Primero una conjunción dulce y amigable de lavanda y bergamota se esboza como una tímida sonrisa. Casi a la par, se sonroja con azafrán. La humedad del musgo de roble, entre verde y amaderada, es la que repliega la composición hacia adentro.

Una violeta completa, realzada con rosa turca, abre sus pétalos frágiles, casi translúcidos. Se esconde detrás de un abanico opaco de vetiver y salvia esclarea, brindando una sensación gamuzada. Percibo una violeta acuerada más que ahumada. Y el final tiene una sutileza de opopanax y mirra, envueltos en madera de cachemira (cashmeran o blonde woods, en inglés: un componente sintético que huele suavemente amaderado, dulce y almizclado).

Dándole tiempo para expresarse, entendí que Violette Fumée no está hecho para brillar sino para esos días o momentos en los que queremos tener un perfil bajo. Es una especie de halo liviano y apenas perceptible que se mantiene persistentemente cerca de la piel. Pero atención: no es un perfume para la introspección ni para la meditación,más bien es la timidez hecha perfume.

Virginia

Origen de la muestra: regalo por compra en Luckyscent Scent Bar.

foto: Monadiorio.com

foto: Monadiorio.com

Mona di Orio Parfums Violette Fumée – Lingering shyness on the skin

The most interesting fragrances -much like it happens with people-  are those that are discovered little by little. That is the reason why we should never buy a perfume just because of its captivating head notes. If we are looking for a perfume that we feel identified with, we can’t judge it merely on the surface. We would be missing the authentic spirit of the composition which comes later. Much later.

My experience with Violette Fumée -launched last September- reinforced the above point of view. I had read about it some time before and I was looking forward to trying it (especially because of its violet note and the history behind the fragrance: perfumer Mona di Orio, who passed away in 2011, created it for her business partner Jeroen Oude Sogtoen).

But Violette Fumée and I didn’t connect immediately. At that moment I felt a certain disappointment because it was very different from what I had imagined.  I smelled it again and again, because I had the feeling that I should like it. it was hopeless: although nice, it didn’t convey anything to me. However, I brought a simple home with me letting the story continue until today.

The point is that the personality of this member of  Les Nombres d’Or Exclusive family doesn’t show itself at once. First, a sweet, friendly combination of lavender and bergamot draws a shy smile. Almost simultaneously, it blushes with saffron. The green and woody moisture of oakmoss is what retracts the elements.

A rounded violet, enhanced by Turkish rose, unfolds its fragile (almost translucid) petals. It hides itself behind an opaque fan of vetiver and clary sage, acquiring a sueded finish. I perceive a leathery violet, not a smoky one. The drydown receives the subtlety of opopanax and myrrh, wrapped in  cashmeran (a synthetic ingredient that smells lightly woodsy, sweet and musky ).

Giving it the proper time to express itself, I understood that Violette Fumée is not made to shine but for those days or times when one wants to cultivate a low profile. It’s a kind of lightweight, hardly noticeable halo that remains persistently close to the skin. But beware: it is not a perfume for introspection or meditation, more like shyness transmuted into perfume.

Virginia

Origin of sample: Gift-with-purchase vial obtained at Luckyscent Scent Bar.

Amouage Fate Woman – Tejido en rayos de sol

imagen: Artseverydayliving.com artista: Caspar David Friedrich "Frau vor der untergehenden Sonne", 1818, Museo Folkwang

imagen: Artseverydayliving.com       artista: Caspar David Friedrich
“Frau vor der untergehenden Sonne”, 1818,   Museo Folkwang

Cuando Sheila, la prolífica escritora tras The Alembicated Genie, se ofreció generosamente a enviarme una muestra de Fate Woman, me sentí eufórica. Mi fetiche con Amouage es un secreto a voces y huelga decir que ansiaba probar el último lanzamiento de la casa omaní.

Como Fate está clasificado bajo la etiqueta de chipre oriental,  esperaba una mezcla oscura, barroca y grandilocuente. Menos operático que otras creaciones de la misma casa y por ende, quizás, con un atractivo más amplio, me impresionó con su levedad. Levedad para los estándares de Amouage, claro. Fate es considerablemente más sustancial y complejo que el 95% de los perfumes que se encuentran actualmente en el mercado.

Fate Woman parece irradiar una luz dorada que hace brillar todo lo que entra en contacto con ella. La salida es dulce y jugosa. Aunque la bergamota está listada entre las notas, me queda una impresión como de naranja dulce. La bergamota/naranja aparece especiada con canela y ají chile, lo que hace la mezcla aún más cálida. Entonces se torna más suave que un suavísimo sweater de cachemira doble. No me impresionó al principio, pero con sucesivos usos, Fate Woman tejió lentamente su red dorada y antes de poder siquiera darme cuenta, ya no logré desenredarme.

El rico corazón floral está entremezclado con incienso y vainillaCuero y castóreo suman una cualidad animal que, lejos de bestial o cruda, resulta tan reconfortante como abrazar a una mascota querida. Fate huele muy clásico y extrañamente familiar pero, al mismo tiempo, innegablemente moderno. Es Romanticismo sin el drama; un parfum de peau al estilo de Amouage.

Este perfume fue compuesto por la talentosa Dorothée Piot (Robertet) -bajo dirección creativa de Christopher Chong– y presentado en 2013. Encuentro su proyección discreta y la longevidad, buena.

Caro

Origen de la muestra: Muestra gentileza de Sheila Eggenberger, The Alembicated Genie

foto: Amouage.com

foto: Amouage.com

Amouage Fate Woman – Woven in sunshine

When Sheila, the prolific writer behind The Alembicated Genie, generously offered to send me a sample of Fate Woman, I was elated. My fetish for  Amouage is no secret and I most certainly wanted to try the latest release from the Omani house.

Since Fate Woman is  classified as an Oriental chypre, I had come to expect a dark and bombastic baroque blend. Less operatic than other creations from the same  house and thus, perhaps, with a wider appeal, it struck me as lightweight. Lightweight by Amouage standards, that is. Fate is considerably more substantial and complex than 95% of the fragrances currently on the market.

Fate Woman seems to radiate a golden light that sets aglow everything that comes in contact with it. The opening is sweet and juicy. Although bergamot is listed among the notes, I am left with an impression of sweet orange. The bergamot/orange is spiced up by cinnamon and chili pepper, what makes the blend even warmer. It then becomes softer than the softest double cashmere sweater. I was unimpressed at first, but with subsequent wearings, Fate Woman slowly wove its golden web around me and before I could even realise it, I was unable to disentangle myself.

The rich floral heart is intermingled with frankincense and vanillaLeather and castoreum add an animalic quality that, far from raw or beastly, is as reassuring as cuddling up with a dear pet. Fate smells very classic and strangely familiar but, at the same time, undeniably modern. It is Romanticism minus the drama; a skin fragrance, Amouage style.

This fragrance was composed by the talented Dorothée Piot (Robertet) -under creative direction of Christopher Chong– and introduced in 2013. I find the projection discreet and its longevity, good.

Caro

Origin of sample: Sample courtesy of Sheila Eggenberger, The Alembicated Genie

Boucheron Boucheron Pour Homme EDT – Un cítrico terroso

foto: Newt.com

foto: Newt.com

No es muy sencillo innovar en el terreno de las fragancias masculinas. En términos generales, los hombres son más conservadores que las mujeres en sus gustos y es más difícil que cambien de perfume una vez que encontraron uno que les gustó. Poco a poco eso está cambiando y Boucheron Pour Homme fue uno de los hitos de esa transformación (llamativamente, de la mano de una marca clásica como Boucheron).

En 1991 se lanzó como eau de parfum. Fue novedoso porque las fragancias masculinas por ese momento eran generalmente colonias, no era común algo con tanto cuerpo. Este aromático creado por Francis Deleamont y Jean-Pierre Bethouart tiene lo típico de las colonias masculinas (especialmente brindado mediante la lavanda) combinado con el limón y con el espíritu herbáceo de la albahaca a lo largo de toda la composición.

Su versión eau de toilette puede ser llevada perfectamente por una dama: es muy cítrica y fresca, pero a la vez amarga y balsámica. Las notas ya mencionadas arrancan impulsadas por bergamota y petitgrain, poco a poco aciduladas con verbena limonera. Por momentos, se torna animálico y con dejos de maní tostado. El ylang-ylang, el musgo de roble y el vetiver se las ingenian para oscurecer la fórmula, evocando la fragancia de un suelo de tierra negra en una mañana de invierno.

Hoy ya es un clásico, la innovación valió la pena.

Virginia

Origen de la fragancia: obsequio de un familiar.

Nota: la versión original de esta reseña fue publicada en el blog Notas & Acordes el 03/05/12.

foto: Fragrantica.com

foto: Fragrantica.com