Tag Archives: menta – mint

Oriza L. Legrand Chypre Mousse – Concierto desconcertante

mushrooms

foto: Shutterstock.com

Mi primera aproximación a Chypre Mousse fue desconcertante. Una salida cáustica seguida por una extraña sinfonía de notas (¿tinta? ¿aguarrás? ¿moho?) con tenacidad nuclear me aterrorizó. Recordé que cuando Virginia visitó la boutique Oriza L. Legrand había comprado una botella y estaba muy entusiasmada; incluso se había convertido en uno de sus preferidos para el otoño. Al llamarla y relatar mi desafortunada experiencia ella sugirió que probara Chypre Mousse en pequeñas cantidades o -mejor aún- que rociara un poco en el aire y caminara a través de la neblina. Agregó que cree que la fragancia se luce mejor en tiempo frío, así fue que seguí su consejo un día de lluvia y, para mi alivio, la experiencia esta vez fue diametralmente opuesta.

Reedición de una fragancia de Oriza L. Legrand de 1914Chypre Mousse habla menos de otra época que de otra esfera. Más lugar que perfume, trae a la imaginación un bosque utópico. Menta, violetas, hongos, agujas de pino hojas caídas, descomponiéndose en el suelo húmedo, se mueven como las imágenes de un caleidoscopio, mutando de forma y color. Chypre Mousse se siente lisérgico o, cuanto menos, surreal: es un bosque que respira exhalando una miríada de matices. No hay dulzor alguno en este eau de parfum: después de la explosión verde y punzante del principio, se vuelve progresivamente más seco hasta que se disuelve en un fondo cálido y reconfortante de cuero y castañas asadas.

Ahora veo con claridad que la impresión ilusoria de tinta en este paisaje fue a causa del musgo de roble mientras que los terpenos de las coníferas  evocaron la nota de aguarrás. Chypre Mousse no se atiene a cánones preestablecidos, resultando en una fragancia inusualmente atractiva y -a pesar de los desafíos que puede presentar- tremendamente chic. Excelentes proyección y longevidad son pluses en esta obrita de arte portable.

Caro

Origen de la muestra: Muestra gentileza de Oriza L. Legrand

CHYPRE-MOUSSE

foto: Orizaparfums.com

Oriza L. Legrand Chypre Mousse – A disconcerting concert

My first approach to Chypre Mousse was disconcerting. A caustic opening  followed by a strange symphony of notes (ink? turpentine? mold?) and nuclear tenacity left me terrified. I remembered Virginia was enthusiastic about it and had purchased a bottle when she visited the Oriza L. Legrand boutique; it had even become one of her Autumn favorites. When I called her and told her my unfortunate experience, she suggested I tried Chypre Mousse in small amounts or -better yet- spritz some of it into the air and walk through the mist. She added she thinks it performs best in cold weather so one rainy day I followed her advice and, much to my relief, the experience this time was completely different.

A reedition of an Oriza L. Legrand  fragrance from 1914Chypre Mousse speaks not so much of another time but of another realm. More place than perfume, it brings to mind an utopian forest. Mint, violets, mushrooms, pine needles and fallen leaves decomposing on the damp ground move around like the images in a caleidoscope, shifting shapes and colors. Chypre Mousse feels lisergic or, at least, surreal: it is a forest that breathes exhaling a myriad of nuances. There’s no sweetness at all in this eau de parfum: after the initial sharp green explosion, it becomes progressively drier until it dissolves into a warm, comforting backdrop of leather and roasted chestnuts.

It is now clear to me that the illusory impression of ink in this landscape was caused by the oakmoss while the terpenes of the conifers were what evoked  the turpentine note. Chypre Mousse does not abide by pre-established  standards, turning into something unusually compelling and -despite the challenges it might offer- devastatingly chic. Excellent projection and longevity are pluses in this little piece of wearable art.

Caro

Origin of sample: Sample courtesy of Oriza L. Legrand

“Fragrant” – Viaje olfativo a través de la Historia

Mandy Aftel dando clases en Aftelier. Foto: Virginia Blanco

Mandy Aftel dando clases en Aftelier. Foto: Virginia Blanco

El sentido del olfato es como un escritor anónimo de la historia humana. Ha sido parte y razón de importantes decisiones políticas así como también de las antiguas fantasías de los tiempos pasados. Diferentes culturas han sido moldeadas por mitos y leyendas entretejidas con la fascinación por los aromas, y marcados por la profunda influencia de diversos olores.

“Fragrant: The Secret Life Of Scent” (Fragante: La Vida Secreta del Perfume) – el nuevo libro de Mandy Aftel– es una irresistible invitación para todos aquellos apasionados por la perfumería como disciplina y por la historia. La autora realiza un viaje exploratorio hacia el pasado con destinación a cinco diversos aromas: canela, menta, incienso, ambargris y jazmín. Todo este proceso de escritura incluso la inspiró a crear su último y aclamado perfume, Palimpsest(*).

Cada uno de los arriba mencionados aromas encarna el descubrimiento de nuestras necesidades, sentimientos y apetitos. Saltar hacia lo nuevo, la atracción por lo exótico y el lujo (canela); la necesidad del arraigo y del sentido de pertenencia, la calidez de lo familiar (menta); la búsqueda de lo espiritual, lo ritual y lo trascendental (incienso); la fascinación por lo misterioso y desconocido, lo “otro” (ambargris); el disfrute de lo bello, el placer por lo estético (jazmín).

Si bien Mandy ha estado brindando avances de su nuevo libro en diversos eventos (uno de ellos fue en el Berkeley Art Museum), yo esperaba ansiosa el poder leerlo por el particular entusiasmo que ella misma mostraba. Cuando hablaba sobre su experiencia escribiendo Fragrant, su rostro iluminado y mirada brillante me indicaban que este libro sería muy especial. Y así fue.

Hasta ahora lo he leído dos veces, de principio a fin. Pero también vuelvo a releer algunos fragmentos cada tanto: su riqueza es inagotable. No puedo dejar de admirar el abordaje meticuloso de la autora y la fragilidad que muestra al exponerse como ser humano. Ella escribe con una sensibilidad auténtica, comparte su perspectiva y hallazgos desde lo más fondo de su corazón.

“Podemos pensar porque podemos oler” escribió Diane Ackerman (A Natural History of the Senses). Cuando Mandy hizo esta cita al principio de su obra, estaba remarcando un hecho crucial. La nariz es idiosincráticamente central: ella “escribe” nuestros pensamientos, memorias y la noción que tenemos de nosotros mismos.

Virginia

(*) Nota bene: Les invito a disfrutar de la reseña (en inglés) de Palimpsest realizada por nuestra colega Victoria Jent, del blog EauMG.

Fragrant y el companion kit, con muestras de los 5 aromas naturales sobre los que gira el libro. Foto: Virginia Blanco

Fragrant y el companion kit, con muestras de los 5 aromas naturales sobre los que gira el libro. Foto: Virginia Blanco

“Fragrant” – A scented journey through History

The sense of smell is like an anonymous writer of human history. It has been part and reason of important political decisions as well as of the most ancient fantasies of bygone times. Different cultures have been shaped by myths and legends interwoven with a fascination for scents, and real life events have been traced by the deep influence of smells.

“Fragrant: The Secret Life Of Scent”Mandy Aftel‘s latest book- is an irresistible invitation for those who are passionate about perfumery and history. The author makes an exploratory journey through the past with certain chosen scents as destinations: cinnamon, mint, frankincense, ambergris, and jasmine. This whole process even inspired her to create Palimpsest (*), her brand new and acclaimed perfume.

Each one of the aforementioned scents embodies the discovery of our needs, feelings and appetites. Jumping into something new and pursuing the exotic and luxurious (cinnamon); luring of roots and sense of belonging, the warmth of the familiar (mint); spiritual search, the ritual and transcendental (frankincense); the fascination for the unknown, the “other” (ambergris); the enjoyment of beauty, the pleasure and aesthetics (jasmine).

Although Mandy has been bringing advances of this new book to several events (one of them was at the Berkeley Art Museum) I was looking forward to read it especially because of her enthusiasm about it. When she talked about her own journey writing Fragrant, her lit-up face and shiny eyes told me that this book would be a special one. And so it was.

At the time I have read it twice, from start to end. But I also return to re-read some fragments again from time to time: its richness is inexhaustible. I can’t but admire the meticulous approach of the author and the fragility of her exposure as a human being. She writes with authentic sensibility, shares her perspective and findings from the very bottom of her heart.

“We think because we smelled” wrote Diane Ackerman (A Natural History of the Senses). When Mandy quoted her at the beginning of the book, she made a point. The nose is idiosyncratically central: it “writes” our thoughts, memories and sense of who we are.

Virginia

(*) Nota bene: I invite you to enjoy the Palimpsest review made by our fellow perfume blogger Victoria Jent.

Tour olfativo constante – Una mañana en el museo

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

El domingo pasado, la perfumista, maestra y escritora Mandy Aftel tomó parte en la muestra The Possible, en el Berkeley Art Museum And Pacific Film Archive. El sitio web del museo explica: “Como una plataforma abierta para creatividad compartida y la exploración de diversas técnicas artísticas, The Possible combina taller,salón de clases, biblioteca, galería y escenario.”

Mandy compartió con los asistentes un adelanto de su próximo libro “Fragrant: The Life Of Scent”(“Fragrante: La vida del aroma”), el cual será lanzado en octubre (tal como ella misma mencionó en una entrevista previa para Té de Violetas). Leyó fragmentos acerca de la historia detrás de 5 aromas icónicos: canela, incienso, menta, ambargris y jazmín.

En cada uno de ellos, ella iba destacando su relación con los apetitos humanos y con cuestiones filosóficas. Y en búsqueda de proveer una experiencia más significativa, la autora ofreció las respectivas esencias empapadas en blotters de papel (e incluso hasta el ingrediente en sí mismo iba de mano en mano). De esta manera, el público podía ir oliendo el relato mientras escuchaban la lectura.

Además del taller ofrecido, estaba (y continúa estando) el “Fragrant Cabinet Of Curiosities”(Gabinete Fragante de Curiosidades), integrado por piezas históricas únicas,así como también raros libros de perfumería y las fuentes de donde se originan algunas esencias.

Virginia

Nota bene: The Possible continuará en exhibición con las participaciones de otros artistas y artesanos hasta el día domingo 25 de mayo. 

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

Continuous olfactory tour – Morning in the Museum

Last Sunday morning, perfumer, teacher and writer Mandy Aftel took part of the The Possible exhibition at the Berkeley Art  Museum And Pacific Film Archive. The museum website explains: As an open platform for shared creativity and the exploration of diverse artistic techniques,The Possible combines studio, classroom, library, gallery, and stage.”

Mandy shared a preview of her next book “Fragrant:The Life Of Scent” with the participants. The book will be released  in October (as she has mentioned in a previous Q&A for Té de Violetas). She read a few fragments on the story behind 5 iconic fragrances: cinnamon, frankincense, mint, ambergris and jasmine.

In each of these, she highlighted its connection with human appetites and philosophical issues. And in search of providing a more meaningful experience, the author offered the respective essences on paper blotters (or the ingredient itself) to the public so they could be able to smell the story along with its explanation.

Besides the workshop, a “Fragrant Cabinet Of Curiosities”was (and still is) available, integrating unique historical pieces as well as rare perfumery books and the sources of some raw materials.

Virginia

Nota bene: The Possible exhibition continues with other workshops until Sunday, May 25.

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

Blotters y pequeñas piezas de incienso sobre la mesa  foto: Virginia Blanco

Blotters y pequeñas piezas de incienso sobre la mesa      foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco           “The Fragrant Cabinet Of Curiosities”

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco Pequeño alambique de cobre

foto: Virginia Blanco

foto: Virginia Blanco

 

Annick Goutal Mandragore – Inofensiva flor con hechicera raíz

foto: Elvirathor.wordpress.com

foto: Elvirathor.wordpress.com

Mandrágora. Tanto el sonido de la palabra como lo que simboliza destilan misterio. Es una planta que actualmente se usa para fines medicinales, pero que en la antigüedad se asociaba con la fertilidad y el deseo sexual. Tiene bellas flores y una raíz que recuerda a la piel humana, lo que le valió el papel central en rituales religiosos paganos.

Ese misticismo es el que las creadoras Camille Goutal e Isabelle Doyenquisieron evocar con Mandragore. Al abrirse al olfato, la fragancia es jugosa y fresca, gracias a las notas hesperidadas. La bergamota y un amargor de madera secada por la pimienta negra son una ligera bocanada de áspero aire desértico.

Pero disimuladamente, este eau de toilette de Annick Goutal, comienza a embriagarnos con menta, de un herbáceo verde oscuro. No es una menta “mentolada” y dulce, sino jabonosa, sombría y boscosa. Cuando el labdano emerge balsámico desde las penumbras, aporta un velo ambarado que será el telón de fondo para el final del hechizo: chispas de jengibre y dulce anís estrellado realzan la madera y la entronan en un mullido almohadón de iris.

Mandragore es unisex, apto para cualquier momento del día (incluso del año). Es altamente recomendable para aquellos amantes de los cítricos que quieren ir un poco más allá. O para quienes desean esconder un hechizo bajo la inofensiva apariencia de una delicada flor.

Virginia

Origen de la fragancia: regalo de una amiga.

Nota: la versión original de esta reseña fue publicada en el blog Notas & Acordes el 04/01/12.

foto: Fragrantica.com

foto: Fragrantica.com

Lorenzo Villoresi Yerbamate – Un viaje a las pampas

Ilex Paraguariensis

Imagen: Plantillustrations.org         Ilustrador: Augustin St. Hilaire,                Ilex Paraguariensis

¿Cómo podría eludir esta fragancia que lleva el nombre de una hierba tan  enraizada en nuestra cultura? El Ilex Paraguariensis o yerba mate es una planta nativa de Paraguay, Uruguay, el noreste de Argentina y el sur de Brasil. Ya cultivada por los guaraníes con anterioridad al contacto con colonizadores europeos, luego fue comercializada por los jesuitas que estaban a cargo de las misiones y más tarde se convirtió en la bebida de rigor de los gauchos. El consumo de esta infusión estimulante se ha extendido ampliamente.

Las hojas de la yerba mate, secas y molidas,  son colocadas en un recipiente (mate), rociadas con agua caliente y el líquido resultante, bebido a través de una bombilla. Los mates se elaboran en una variedad de materiales, desde simples calabazas secas a ornamentada platería, evocadora de los tiempos del virreinato. El sabor de la infusión es herbáceo, amargo y ligeramente ahumado, ya que para el secado de las hojas generalmente se emplea humo de leña. El aroma de la yerba mate verde es más fresco, (obviamente) verde y ligeramente floral.

El maestro florentino Lorenzo Villoresi creó su eau de toilette Yerbamate en el año 2001. Esta composición original parece ilustrar el pasaje de las hojas desde su cosecha hasta la etapa del secado o, quizás, la transición de la mañana al atardecer en las pampas.

La salida es cítrica, verde y vivificante, no muy distinta al olor de los pastos del campo en una mañana fresca, cuando las hojas aún están cubiertas de rocío. El limón y el gálbano dan su enfático presente. Luego de unos instantes, el verdor retrocede y Yerbamate se torna dorado, cálido, reminiscente de hierbas (estragón, lavanda, heno) y especias. Aún conserva un carácter rústico, pero cualquier posible aspereza ha desaparecido para este entonces. Ahora la fragancia se aventura en el más puro territorio Villoresi: el característico y tranquilizador toque amielado/atalcado de la casa no podía faltar. En este caso se ve enriquecido por maderas y esconde matices  ligeramente ahumados.

Yerbamate es uno de mis preferidos dentro de esta noble y honesta línea italiana.

Caro

Origen de la muestra: Muestra gentileza de Lorenzo Villoresi

foto: Lorenzovilloresi.it

foto: Lorenzovilloresi.it

Lorenzo Villoresi Yerba Mate – A trip to the pampas

How could I bypass a fragrance named after an herb that is so deeply rooted in our culture? Ilex Paraguariensis or yerba mate is native to Paraguay, Uruguay, the North East of Argentina and the South of Brazil. Already cultivated by the Guaraní people prior to contact with European colonizers, it was later marketed by the jesuits in charge of the missions and afterwards  became the de rigueur beverage of the gauchos. The consumption of this stimulating infusion has been extensively adopted.

The dried and ground yerba mate leaves are packed into a gourd (mate), steeped in hot water and the resulting liquid is drunk through a metal straw (bombilla). Mates are made in a variety of materials from the simplest dried gourd, to ornate silver beauties, evocative of viceroyal times. The infusion tastes bitter, grassy and slightly smoky as the leaves are generally dried using wood smoke. The smell of the unroasted yerba mate is fresher, green and slightly floral.

Florentine master Lorenzo Villoresi created his Yerbamate eau de toilette in 2001. This original composition seems to illustrate the passage of the leaves from the harvest to the drying stage or, perhaps, the transition from morning to dusk in the pampas.

The opening is  citrusy, verdant and vivifying, not dissimilar to the smell of the countryside grasses on a crisp morning, when the leaves are still covered by dew. Lemon and galbanum are emphatically present. After a few instants, the greenness recedes and Yerbamate becomes golden, warm, redolent of herbs (tarragon, lavender, hay) and spices. There is still a rustic feel to it, but any possible sharpness is gone. The fragrance now heads into pure Villoresi territory: the house’s characteristic soothing honeyed powderiness couldn’t be left out from this creation. In this case, it is enriched by woods and hides subtle smoky hints.

Yerbamate is among my favorites from this honest and noble Italian line.

Caro

Origin of sample: Sample courtesy of Lorenzo Villoresi

foto: Marcelotoledo.net       orfebre: Marcelo Toledo       Mates de  plata

foto: Marcelotoledo.net      orfebre: Marcelo Toledo     Mates de plata

foto: Caro Fernandez

foto: Caro Fernandez